Vamos a jugar a... -Foro-

-Cómo tarda esta tipa...

Me pongo a charlar con Aura mientras tanto

@Zodiark[ I ], Rayden[ I ], Light[ I ]:

-Sí, lo más seguro es que uno de los Digimon sea el compañero de la chica -admitió Tsuki.

-Pues por aquí no se ve a nadie más -aseguró Eguzki-. Y es imposible acercarse al templo con esa barrera ahí.

@Ami:

Heliga rebotó en el techo e impactó contra la gran bola de fuego, recibiendo un daño terrible... La bola de fuego desapareció y de BlackGatomon no había ni rastro.

Sonriente, SkullMeramon caminó hacia la semidescalza Ami, dispuesto a rematarla.

-¡SINDROME DE PESADILLA! -una ráfaga negra envolvió a SkullMeramon y lo absorbió. Bakumon brotó del suelo: había huido de la bola de fuego en el último segundo a través del techo.

SkullMeramon fue expulsado violentamente de la negrura generada por Bakumon, pero cayó de pie y prácticamente ileso.

-¿Alguna otra idea? -preguntó Bakumon.

@Boku[III], Loud:

-Bueno, aquí está el Dispositivo Digital -devolvió Datamon a Loud-. En perfectas condiciones.

-Y bien -dijo Cherrymon, dirigiéndose a Boku-. ¿Qué planeáis hacer ahora? Si vais a salir del Área, necesitaréis los Permisos...

@Sergio[II ]:

-El ejército de Magno... -dijo Leppamon-. Interesante. No había oído hablar nunca de esas grietas, pero estoy seguro de que Mon está detrás. Bien, hay dos formas de salir de aquí: por donde hemos venido y por el mar. Todo depende de si queréis llevarme al ejército directamente, o por el contrario intentaréis reclutar a más personas. En este segundo caso, yo os estaré esperando en el faro.

@Habi[ I ]:

Comentas con Aura la pelea que acabáis de vivir mientras esperáis a que Ami se digne a volver, o al menos a retirar la barrera que os mantiene encerrados en el pasadizo. Mientras tanto, Centarumon se aclara la garganta.

-Uhm... ¿Es que no os interesa el Mecanismo Sagrado? -dice desconcertado-. ¿No os lo vais a llevar?

Genial..... Entonces, ¿que tal si vamos a hacer tiempo en otro lugar? Quizas encontremos mas Digimon fuertes en ese coliseo. Quien se quiera venir, que lo diga. Yo voy tirando. Vamos, colega.

Malfuin escribió:@Boku[III], Loud:

-Bueno, aquí está el Dispositivo Digital -devolvió Datamon a Loud-. En perfectas condiciones.

-Y bien -dijo Cherrymon, dirigiéndose a Boku-. ¿Qué planeáis hacer ahora? Si vais a salir del Área, necesitaréis los Permisos...

- Exacto, ¿sabes dónde se encuentran? Intentamos cruzar antes pero nos fue imposible.

- ¡Pero esa chica está en problemas! No podemos simplemente dejarla ahí... - le dije a Rayden, sorprendido de mí mismo, se me hacía raro querer ir a ayudar a otra persona sabiendo que yo me expondría a un gran peligro.

Extrañado, consideré su propuesta
-¿Hay digimons fuertes en está zona? Siempre asumí que tú eras el único fuerte, sin contar a los malosos.Dime, ¿merece realmente la pena ir a por ellos?-me dirijo a mi compañero mientras le miro a los ojos.-Ben, probablemente esto sea peligroso, también es importante tu opinión, somos amigos y un equipo ¿no? Piensa si quieres ir. -le dije con una sonrisa-
Tenía la ropa mojada y ganas de secarme ya, pero, si podiamos ayudar a Magno, y al digimundo, mi comodidad no importaba -pensé con una sonrisa ligeramente torcida-.

- Pero que podemos hacer? No podemos atravesar la barrera, por ahora es mejor que busquemos otros Digimon para el ejercito - yo tampoco queria dejar a aquella chica sola, pero que podiamos hacer? - Vamos con Ray y Sato, chicos, no creo que andar solos por aqui sea una buena idea.

- Está bien... suspiré resignándome -. Espero que pueda salir de ésta... - dije mirando a la chica mientras me alejaba de la barrera.

-Supongo que tendré que darle un voto a esta chica... -resoplo desganado-. Pero como no vuelva de aquí a un rato me lo llevo y en cuanto me la cruce se lo estampo en la cabeza.

-Oh, Heliga... -suspiré aliviada al verle a mi lado, aunque de nuevo en su forma de Bakumon-. Siento todo esto... Es por mi culpa...

Lancé una mirada a SkullMeramon. ¿De verdad no iba a salir viva de aquello...? No, no podía rendirme todavía. Al menos que Heliga sobreviviera.

-Vuela a su alrededor, compañero... Desconciértale con movimientos erráticos y, cuando veas un hueco, lánzale contra el fuego. Si eso no le consume...

Golpeé mi palma izquierda con el puño derecho. Quemarme me parecía lo menos grave de la situación en aquel momento. ¡No permitiría que acabara con nosotros sin oponer resistencia personalmente!