Vamos a jugar a... -Foro-

-¡Eh, tú! -le digo a las Labiobabosas-. ¡Mirad esto! -digo mientras uso mi tecnica recién aprendida, Puf Puf. Ahora, esperaría que mis compañeros atacasen mientras estubieran distraidas.

-Sé que soy guapo, pero tampoco es para tanto!

Desenvaino la espada y uso sueño sobre las dos labibabosas, seguidamente atacándolas surgiese efecto o no

yo quiero mirar a ver que armas tienen y armaduras

- No os he limoentendido nada pero os limoacompaño en todo.

No me limogusta del todo estas limoformas, a ver si con suerte limosa esto merece la limopena.

-Debemos terminar cuanto antes; asuntos nos requieren en otra parte -digo con tono firme. -¡Gheist! ¡Golpe Rompedor a una de las muñecas!

Mi intención sería lanzarme detrás del dragón para aprovechar el mayor efecto del ataque del dragón.

—¡Drake, cuidad! ¡Rayo!

El conjuro salió disparado en dirección al Guivermo con tal de golpearlo y así salvar a nuestro sacerdote particular de su ataque. Aparte, preparé un Miniincendio a la par por si los otros dos monstruos se acercaban.

Al final nos decidimos por ir al este, siguiendo lo que ponía en el libro, con la esperanza de encontrarnos con una pista. Por el camino fuimos asaltados por monstruos horribles. Unos eran unos muñecos estrambóticos hechos de barro, ¡y los otros eran ni más ni menos que unos guivernos! Había leído antes de esos monstruos, pero no era lo mismo verlos en un libro de información que cara a cara. Antes de que pudiera prepararme para hacer nada, uno de ellos se me lanzo encima con su boca llena de afiladas dientes abierta.

-¡Uajagh! ¡NO!

Hice marcha atrás. Corrí. Escape. Me escabullí como pude huyendo de esa cosa enorme mientras probaba de sacar mi lanza.

Aina escribió:-¡Drake, cuidado! ¡Rayo!

Escuche gritar a la señorita Aina. ¡Menos mal que alguien me iba a echar una mano! Seguí evitando el monstruo esperando a que recibiera el conjuro, entonces atacaría con la lanza a la barriga del guiverno. Estos monstruos no tenían brazos, seguro que lograría darle una buena punzada.

Y luego volvería a alejarme de los dientes de esa cosa.

Licht atacaba a otro de los muñecos de barro. Drake escapaba del guiverno que le había atacado. Ania luchaba contra el mismo monstruo. Y, mientras tanto...

-¡Filo también tiene problemaaaaas!

...una marioneta inquietante me abrazaba con unas intenciones que, suponía, no eran buenas. Comencé a agitar todo mi cuerpo intentando sacudirme al monstruo, pero me iba a resultar difícil. Aún así, podía aprovechar la proximidad de nuestras caras...

-¡Espero que no tener nariz te ayude a no oler esto! -exclamé

Acerqué mi rostro al suyo y exalé un Aliento Venenoso en toda su cara, intentando entonces desasirme por completo del muñeco y continuar con un Tiro Cortante a su grupito.

-¡Дgh!-grito mientras me aparto para esquivar a las labibabosas - ¡Meиudo дsco dдis! - digo mientras me lanzo a atacar a las labibabosas

Uso Fuerza Ardiente para envolver en llamas mi arma y luego atacar con Estocada Flamigera a una de las Labibosas.