LO SIENTOOOOOO losientolosientolosientolosiento...30 minutos despues...losientooooo muchooo siento la tardanzaaaaa
me perdonais? es bueno , segun dark
4 capitulo
Cuando el humo se difumina y la tinta se transparenta.
Darkness
―”La verdad queda absuelta cuando el fondo del escenario es blanco.”
Eso me habían dicho, nada más venir aquí, a este mismo lugar. Y lo había comprobado automáticamente, mirándome las manos y viendo como había algo que se movía en ellas. Que no era sólido. Humo. Simplemente un humo que daba color y vida a mi cuerpo. Los demás no lo notaban, y quedarme quieto era lo único que delataba mi inhumanidad. Eso y los ojos: eternos espejos del alma, que mostraban lo que yo era en realidad: Un conjunto intangible de humo y aire. Siempre distante, como si estuviera muerto, pero siempre ahí...como un recuerdo borroso y difuminado, que más que un recuerdo es un sueño.
Mucho tiempo había pasado desde entonces, desde mi nacimiento. Perdí la fecha de mis años, solo sabiendo que día había tenido la “suerte” de venir aquí. Un mandato dictado por un dios que no había seguido.
¿Y qué más me daba?
Ya había pasado mucho tiempo de eso y me había vuelto más fuerte, más independiente: había conseguido un titulo por mis hazañas, y no me olvidarían fácilmente.
No aún.
Me removí en la hierba, bajo la sombra de un árbol, y me había quedado dormido.
―Maldito hueco por donde pasa la luz , ¡¿tenias que venir a mi cara?! Mira que no hay campo al rededor ni nada―farfullé, sentándome de golpe―qué bien, encima tengo hojitas en la cabeza.
Sacudí mi cabeza, haciendo así que empezaran a soltarse las hojas de mi voluminoso y azulado pelo, y cerrando los ojos por un momento.
Me levanté, sacudiéndome las hojas y la hierba de la ropa y dejando caer la carta que antes reposaba en mi barriga, cayendo suavemente al pasto.
La miré de reojo y me agache a recogerla.
La leí y la releí una vez más:
“A Darkness:
Ha pasado mucho tiempo desde que no te informaba de la situación, que a su vez se está poniendo demasiado delicada. Aunque he oído tus hazañas y tu sobrenombre: Darkness , el guerrero de las mil armas. Que exagerada es la gente, ¿no crees? Aunque eso no te parezca importante.
A lo que iba. Al fin he logrado dar vida a un ser inanimado: he creado un ser hecho de tinta, con alma y mente, pero sin corazón. Su nombre es Rayden. Búscalo, y ayúdale a matar al otro bando.
Shy”
―Tan poco hablador como siempre―fue lo único que se me pasó por la cabeza, alzando la carta, que empezó a expulsar humo y desaparecer.
Agarré la gabardina y me la puse, cerrando totalmente la cremallera y dejando que el cuello alto me tapara la cara.
―No habrá mucho mas, ¿no? ―y caminando , fui desapareciendo , dejando que el viento me llevara.
Porque solo podía seguirme la corriente.
--Resistencia.--
La pagoda era un laberinto para la pobre Edurna, que, perdida como estaba, caminaba de un pasillo a otro sin encontrar las escaleras.
―¿Por aquí no he pasado ya? ―susurró, ya harta de dar vueltas en círculos.
Solo cuando Juan salió de la nada, vio Edurna un brillito de esperanza.
―Te has perdido? Como se nota que eres nueva...
―Si salís corriendo nada más levantaros, ¡es normal que me pierda!
―Vale, vale, culpa mía...
Y mientras el encapuchado caminaba, Edurna lo siguió sin dudarlo.
Un silencio incómodo resonó en el ambiente.
―Oye... ¿Por qué no muestras tu cara? ―preguntó Edurna, intranquila.
―Porqué no te tengo confianza.
―...de acuerdo.
Una vez que bajaron al último piso y salieron, se encontraron con una escena un tanto peculiar.
―¡¿Quién eres y que as hecho con Yip?!―gritó Light , visiblemente enfadada.
―¡¡Light , ya te he dicho que yo soy Yip!!
―Yip es una ardilla no un...¡eso!
Y era normal que light se alarmara. El chico que había delante de ella, no podría pasar por Yip ni en broma.
Los ojos violentas con un eje de preocupación, el pelo gris de puntas marrón café y la cicatriz entre los dos ojos. Una armadura de colores dorados y plateados, una hombrera negra volante, al igual que una cinta blanca colocada en la parte izquierda de la espalda, porqué la parte derecha estaba acaparada por una ala inmensa de color blanco.
―Jo…Light no me cree ...me ignora...
Sí, definitivamente, era Yip. E incluso Light se dio cuenta de eso.
―Solo Yip diría eso... te creo.
Y el chico sonrió.
―Bueno , cambiando de tema , ¿Edurna , cómo estás?
―Pues ...bien...creo...
―¿Oyes voces? En tu cabeza, digo.
―No sé, no me he parado a escuchar
Mátalos a todos
―¿Cómo? ―dijo Edurna , sorprendida.
Mátalos...
―No lo voy a hacer...
¿Segura?
―¡Sí!
Bueno, había que intentarlo.
Has hecho bien en preguntar
―¡¿Hay dos?!
Perdona nuestros modales. Soy hikaru do , y la voz tétrica es mi hermana , Darkness side.
―Siento que me vais a dar dolores de cabeza.
No te preocupes, intentaré que no te moleste.
¡Tsk!
―Gracias
Mientras, el resto de las personas la miraban extrañada, sin saber de que hablaban ni oír lo que las voces decían.
Finalmente, Edurna les miró y les dijo simplemente:
―En vez de una, hay dos voces, pero la segunda es como más...maja
―Eso es bueno. Teniendo en cuenta la que se montó con la otra―dijo Light―. Txevii, creo que te toca entrenar a los retacos.
―¡Vale! Ace, Juan, Edu, conmigo.
Light le dio a Txevii una hoja de papel.
―Será suficiente para todo el entrenamiento.
―Graaacias―canturreó Txevii.
Le echó una ojeada al papel y lo dobló por la mitad. Y con una sonrisa en la boca bramo:
―Hay que alegrarse un poco, que la casa no está muy lejos. A caminar.
Una vez llegaron se podía ver el edificio a lo lejos: era una casa enrome.
―Bueno, tenemos que conocernos mejor , así que los tres vais a luchar en un combate, como un equipo, contra el bicho que ha dibujado nuestra querida Light. Y yo no me voy a meter: yo os voy a ver. Tenéis un minuto para prepararos.
Mientras Ace se recogía el pelo marrón en una coleta y se colocaba bien la rinconera y Juan miraba como ausente al suelo, Edurna no sabía qué hacer.
Venga, déjame ayudarte.
―Ja, ¿qué te piensas tú? Me niego. Que acabarás quitándome el cuerpo.
Te prestaré, nada más, mi agilidad y vas lista
―Eso sí
Yo te dejaré unas habilidades que sabrás usarlas en su momento.
―Gracias...
Se sintió más ligera, a la vez que su cabeza se llenaba de palabras extrañas y de versos.
Pestañeó, y se acostumbró a ello. Era una sensación extraña, como de estar preparada para todo, pero a la vez, preocupada y con miedo: confusa.
―Bueno , allá va el bichejo.
Txevii desdobló la hoja, saliendo de ella un dragón azulado, que rugió mientras extendía las alas y estiraba el cuello.
―Típico de light―susurro Ace sonriendo de medio lado.
―¿Tú también te imaginabas algo parecido?
―Los tres lo pensábamos.
Juan materializó las dos armas, y salió corriendo a por la bestia, seguida de Aceura y Edurna.
Nada más verles venir a por él, el dragón escupió una llamarada, obligándolos a separarse. Juan dio un salto, girando sobre sí mismo y extendiendo las espadas, cortando el hocico de la bestia, que se quejó sonoramente y batió las alas tirando al chico al suelo.
―Ya tenemos el punto débil.
Y es que el resto de la piel era durísima, casi inquebrantable, no había otra manera de atacar.
Edurna, haciendo gala de la agilidad obtenida, trepó por la pierna del animal rápidamente, hasta llegar al cuello. Cuando él lo sintió, en un impulso con las alas, alzó el vuelo, sin lograr derribar a Edurna.
―Mierda―farfulló Ace que, a la desesperada, lanzó una bomba que explotó al impactar contra el estomago del dragón, dejando una casi invisible herida.
Mientras, Edurna intentaba mantener el equilibrio.
―¿Se puede saber qué puedo hacer para activar la habilidad esa?
El orden...los versos. Todo hizo clic en la cabeza de la chica.
Cerró los ojos y susurro:
“Tú, que en el viento te alzas,
sin saber por qué, atacas.
¿No sientes dolor en tu cuerpo?
Porqué, en las heridas,
tristemente abiertas,
resuenan las palabras
que una vez, creí ciertas,
con la sangre conjunta
con la creación dudosa.
Y el viento, que te traiciona,
y te obliga a caer.
¿No te preguntas...
Si todo esto merece la pena?”
Y abrió los ojos.
El viento empezó a arremolinarse sobre el dragón, las heridas que habían hecho empezaron a abrirse y a sangrar en abundancia, mientras rugía con potencia con el dolor que de repente sentía, obligándolo a aterrizar.
Y a Edurna no le faltó tiempo para saltar a tierra firme.
Tampoco le faltó a Juan para atacar. Ni a Ace para sacar todo el arsenal y atacar a masiva.
El chico volvió a saltar, pero esta vez, el animal le golpeó con la cola, aturdiéndole y mandándolo a volar hacia atrás.
Edurna aprovechó y salió corriendo hacía Juan, que seguía retrocediendo: y cuando iba a tocar el suelo, le cogió del brazo, y con toda la fuerza de la que disponía y la que le ofreció la adrenalina, lanzó al chico, ya espabilado, hacia el enemigo. Y Juan, con la fuerza del impulso, hundió prometida en el hocico de la bestia, saltó hacia atrás y al pisar el suelo, la materializó y la volvió a lanzar.
Ace corrió hacia el animal, con una mecha de dinamita en la boca salto y cogió la llave-espada de Juan con la zurda.
En esto el dragón escupía fuego y balanceaba la cola.
Y la chica, como pudo, se puso por debajo del dragón, y con la espada, abrió aún más la herida que había hecho, y, a duras penas, metió dentro la dinamita encendida y echó a correr.
Una convulsión del animal confirmó que había explotado.
Edurna materializo una katana.
Juan apretó su llave-espada.
Ace sonrió a lo lejos.
Y los tres dieron el golpe final.
El dragón, se deshizo como si fuera arena y Txevii se puso a aplaudir.
Y los tres pobres alumnos cayeron al suelo, agotados.
―Bueno… ¿qué? ¿ya hay confianza? ―dijo Edurna , casi riendo sin saber por qué.
―Sí, claro que sí.
algunas curiosidades
- Spoiler: Mostrar
- 1 , siento que siempre empiezo igual
2 tuve que hacerlo 5 vezes por que ninguna me gustaba
3 lo mas dificil , lo sinonimos del dargonzete de los c******
3 que el definitibo lo hize en 2 horas (me averguenzo de eso)