Vamos a jugar a... -Foro-

Un nuevo punto aparecio en el mapa, lo que significo que el tema volvio a cambiar.

-Me alegra mucho que nos veas asi, señor Kanemon- Dije agradecidamente a Kanemon, seguidamente me dirigi a Impmon- Si hubiera podido traer a los otros dos niños, ya estarían aquí. Kanemon o rezar para que Heissmon vaya al "ciper" o como se llame son mejores opciones, porque Demidevimon no me va a hacer caso.Además...

Mire durante unos segundos a Impmon.

-No creo que este al 100% de tus fuerzas, y menos cuando seguramente hayas luchado contra un goblimon abandonado. Me niego a dejar a alguien que no esta en plenas capacidades solo despues de haberme zampado un cubito de colores.Asi que quiero ir contigo.

Fue mi últimatun.

—¡Ja! Que sepas, Heladito, que estoy perfectamente, he vencido a un Digimon Adulto siendo de nivel niño. No soy ningún debilucho —le respondí orgulloso al SnowAgumon —. Pero si tanto necesitas que Rick y yo os protejamos, podéis venir con nosotros al cementerio.

Me quedé mirando a mi compañero sonriente, para hacerle saber que realmente nosotros eramos los fuerte ahí.

—Pues si todos lo tienen claro, ¡vayamos a por ese punto blanco!

@Impmon[II ], @Kamemon[III], @Gelato[III]:

-¿Reencarnación? -Goblimon suena entre asustado y enojado-. ¡JA! ¡El Amo me dejó muy claro que si moría en el Mundo Real, mis datos no volverían al Digital y se perderían para siempre! ¡Si me hacéis eso seréis peores que yo!

-No peores, iguales -Erika se señala la cabeza-. Si me hubieseis matado, tú y tus compañeros... Mis datos -se señala la cabeza- tampoco irían a ninguna parte y se perderían. Pero eso os daba igual, ¿verdad? -enseña los dientes a Goblimon, que traga saliva-. Nunca os importó obligarme a vivir aterrorizada, sabiendo cada mañana que quizá moriría antes del anochecer, haciéndome dormir en un sótano por miedo a que entrárais por la ventana.

Escupe a Goblimon.

-Pero tampoco es que quiera ser igual que tú -echa un vistazo a los demás-. Cuando le habéis atacado antes, ha pasado de ser Ogremon a una forma previa, ¿no? Lo que llaman una etapa anterior de la digievolución.

-E-eso es -admite Rick.

-Muy bien... Kamemon, hazle bajar un par de etapas más -acatando las instrucciones, Kamemon lanza a Goblimon fuera del banco y le lanza uno de sus misiles. La forma de Goblimon se deshace y se recompone en Pinamon. Pero Kamemon (con cierta reticencia) le da un golpe seco que hace que se desmaye por un momento. Cuando recupera la consciencia, segundos después, ya es Puwamon. Hace un ruidito adorable y se aleja del sitio botando-. Ahora no podrá hacer daño a nadie, ni hablar de nosotros, y todavía tiene una oportunidad de no palmarla -concluye la chica con frialdad.

Con esto resuelto, el grupo discute sobre qué hacer respecto al punto blanco. SnowAgumon e Impmon se deciden a ir en su busca.

-Estoy de acuerdo con el plan -dice Rick, y echa un vistazo al cielo-. Aunque tendremos que darnos prisa. Se nos ha hecho de noche, y yo tengo que volver a casa pronto-. ¿Tú no, Lana?

-Eh... Sí, yo también -admite la chica-. Cuando salimos, creí que sólo íbamos a echar un vistazo al puerto, que está cerca de mi casa. No creía que recorreríamos la ciudad entera.

-En todo caso, lo más rápido para llegar allí es ir en metro -observa Erika-. Yo me bajaré en la siguiente parada, pero vosotros iréis hasta el final.

@Kamemon[III]:

Erika y tú os bajáis en una parada de metro junto a la bahía. Erika va directa a un establecimiento que hay junto al río, el mismo en el que recuerdas haber visto a DemiDevimon. Tu compañera asoma la cabeza en el local y echa un vistazo al interior. Hay varios tipos sentados en los diferentes puestos, pero aunque sólo se les ve de espaldas, ninguno parece encajar con la edad del niño al que buscas.

-Esto... ¿sabe si aquí hay un tal Norber? -pregunta Erika al dueño.

-¿Norber? Por lo general puedes encontrarlo aquí las 24 horas, pero hoy le ha dado por pasearse de acá para allá -sonríe malévolamente-. ¿No tendrás tú algo que ver? Una chica preguntando por ese niñato es algo que no se ve todos los días.

-Él me importa un pimiento -replica Erika-. Tiene algo que quiero. Gracias por la información.

Sale del local y mira a su alrededor.

-¿Pero a dónde se habrá ido ese idiota? -mira al Dispositivo Sagrado, pero es inútil, no hay ningún punto nuevo-. Quizá deberíamos dividirnos y... ¡Eh, ahí!

Calle arriba, bastante lejos, veis un DemiDevimon revoloteando sobre las cabezas de la multitud.

@Impmon[II ], @Gelato[III]:

A mitad del trayecto os toca hacer trasbordo, así que bajáis del tren. En ese momento, Rick echa un vistazo a su Dispositivo Sagrado y se lo enseña a Impmon.

-Eh, mirad esto -dice-. El punto azul... Es decir, Niina, está muy cerca del punto blanco. Supongo que ella misma pensó en ir a buscar al nuevo niño.

-Y Erika está en el cibercafé -Lana se encoge de hombros-. ¿De verdad hace falta que vayamos hasta allí? -pregunta a Gelato-. Por mucha prisa que nos demos, Niina llegará antes. Quizá podríamos esperarlos aquí. Si nos quedamos quietos en este punto, estaremos a medio camino y los otros se preguntarán qué hacemos aquí. Es un buen lugar para reunirnos todos.

-Sí, y ver si podemos ver ese dichoso holograma de una vez -admitió Rick-. Además, en el tren de la línea naranja hay demasiada gente. Probablemente os verían. Me pregunto cómo ha hecho Niina para subirse sin que nadie se fije en Herissmon.

@Herissmon[III]:

-¡Que no te de vergüenza! -exclama Niina-. Todos tenemos que comer. La que se avergüenza soy yo, que ni me lo había planteado. No te preocupes, en cuanto hagamos el trasbordo te compraré algo de comer.

Niina cumple su promesa. Entre tren y tren, saca un paquete con varios sandwiches de una máquina expendedora, al parecer a cambio de monedas. Te lo entrega.

-Y ahora... Bueno, supongo que nada impide que lleves comida a mi zona ad hoc. Espero -la situación debe parecerle un poco rara.

Pero entras sin problemas en la zona, y mientras Niina sube a un tren tu caminas entre las islas interconectadas. Te sientas a comer en un árbol caído, en el que los artículos de periódico están muy húmedos y arrancados. Los sandwiches son de queso, mortadela, lechuga y tomate. No son lo mejor que has comido, pero son comida.

Pasas un rato allí, mirando distraído el extraño paisaje, hasta que ves que Niina se levanta del tren y sale a la superficie, a una zona poco transitada.

-Están más lejos de la parada de metro de lo que creía -Niina parece contrariada-. Este mapa no es muy preciso cuando tienes que examinar zonas amplias... En fin, esto está desierto. ¡Ya puedes salir, Herissmon!

Te levantas, y en ese momento ves movimiento entre los matorrales. Algo está escabulléndose por el bosque, huyendo de ti. Sólo lo ves un momento, pero te parece haber visto un Digimon pequeño con cara de periódico. ¿Qué demonios está haciendo allí?

-¿Herissmon? -Niina suena impaciente.

@Lalamon[III]:

-No he tocado ningún botón -dice el chico-. Sólo lo he... Tocado.

Seguís caminando junto al río. Te señala al otro lado de un puente, indicándote que allí está la comisaría de policía.

-Veamos, ¿los dibujos de Digimon? Me temo que son bastante antiguos -ríe en voz baja-. Más viejos que yo, tendrán unos veinte años. Los vi principalmente porque me parece que es algo que tengo que conocer. Si alguna vez les da por hacer una película de Digimon con actores reales, yo podría protagonizarla -sonríe-. Soy actor, ¿sabes? ¿Tenéis actores y películas en el Mundo Digital? Yo quiero ser un actor de pelis de acción cuando sea mayor. Ya he salido en un par de pelis, ¿sabes? Pero sólo como secundario. El amigo del prota, el hijo del prota... ¡bah! -echa a reír-. Por abajo se empieza, pero en esta ciudad no llegaré muy lejos. Por eso quería irme... -se muerde la lengua-. Pero ya basta. Sólo sé hablar de mí. A ver, en los dibujos animados, son los niños los que van al Mundo de los Digimon. Que tú estés aquí, que este aparatito (que por cierto, es algo diferente al que recuerdo) esté aquí... No sé bien lo que significa. Por supuesto, los Niños Elegidos de los dibujos acabaron regresando a este mundo con sus Digimon, pero... -se encoge de hombros- no sé.

Habéis cruzado el puente y os detenéis ante la comisaría.

-Por cierto, ¿recuerdas el punto azul que mencioné antes? Acaba de pasar prácticamente bajo nuestros pies -te enseña el mapa del Dispositivo Sagrado-. Se ha detenido en la parada de metro. Es la dirección de la que venías antes, ¿no? Podríamos echar un vistazo. O podríamos darle esto a la policía y que se ocupen ellos, aunque probablemente pensarán que es de juguete, y me temo que no se tomen grandes molestias en encontrar al dueño.

@DemiDevimon[III]:

Norber sonríe ante la idea de que molestes a sus rivales mientras juegas.

-No es mala idea, aunque creo que tendrías que volar cientos de kilómetros -bromea-. Quizá algún día te pida que molestes a mi padre. Que crea que la casa está embrujada, o algo. Así él se va a pasar la noche a un hotel y nosotros dormimos allí. Te encantaría mi casa.

Accede a la idea de salir a tomar el aire y te acompaña al exterior.

-¿Qué te pasa hoy, culo inquieto? -pregunta-. Normalmente no hay quien te despegue del ordenador -dice, aunque él mismo tiene la vista fija en su pantalla.

Norber no responde y cruza la calle para poder pasear junto al río, en dirección este. Te das cuenta de que ya ha oscurecido, lo que hace que te sientas más cómodo y vuelve las gafas de sol innecesarias. Las farolas se han encendido, pero no te molestan demasiado.

-Grácias! Estoy acostumbrado a recolectar mi propia ración diaria del huerto de carnne. Como no estaba trabajanndo casi se me olvida.
La carne de la granja es mejor que los sándwiches, pero la variedad de ingredientes no está mal. Salimos del metro y parece que ya casi hemos llegado, pero ese digimon que he detectado... Lo ignoraré. Niina me llama la atención.

-He visto un pequeño digimon, me ha distraído. No parece peligroso. Vamos a buscar al punnto blannco. Si fuera peligroso, sería mas peligroso para ellos, que no saben de que va el tema aún. Nosotros podremos defenndernos si hace falta. Simplemennte estate al loro y avísame si ves algo raro. Guíame al nuevo niño elegido.

Qué a gusto se estaba de noche en ese lugar, y lo mejorcito de todo es que ninguno de esos humanos era capaz de ver a DemiDevimon revolotear tranquilamente por encima de ellos. Lo único que le molestaba ahora era el peso del Dispositivo Sagrado que llevaba.

—¿Si tanta rabia te da tu padre por qué conservas sus gafas, Norber? —soltó de pronto el digimon— Reconozco que han sido prácticas esta mañana, ¿pero las guardas para venderlas si lo necesitas más adelante? —Mientras paseaban y charlaban, DemiDevimon trataba de guiar al chico a algún lugar no muy concurrido según veía— Oye, oye, ¿y cómo es tu casa? Quizás le deberíamos echar en serio de ella si está tan bien.

- Eh... ¡He visto a este DemiDevimon antes! -le dije a Erika. No estaba especialmente convencido sobre su bondad pero era una de las pocas pistas que podíamos tener. Además, no había ningún DemiDevimon en la lista de Digimon que persiguieron a Erika, así que o bien se había llevado una buena paliza o no estaría del lado del Amo.

Tras explicar mi razonamiento a la chica, hice lo posible por llamar la atención del Soldado de Pesadilla, esperando que fuera más majo que otros de su tribu.

—¿Actores? ¿Qué hacen los actores? Nunca he oído de algo similar, ¡p-pero seguro que es interesante! Está bien que trabajes para cumplir un sueño.

No sabía que decirle al chico para animarlo, no conocía mucho de este mundo y de su situación. Me arrepentí de mis palabras, en el mundo digital no me había preocupado nunca de pensar en qué quería hacer, tan solo me dedicaba a hacer mi trabajo día a día. ¿Tenía derecho a comentar sobre los sueños de los demás?

Llegamos a la comisaría, el chico comentó que uno de los puntos se estaba acercando.

—La verdad es que preferiría no acercarme a lo que sea que sea eso, no sabemos lo que es y podría ser peligroso... ¿Y si es un BlueMeramon enfadado? —sentí un escalofrío solo de pensarlo—. No quiero estar cerca cuando pase por aquí.

—¿Por qué tendrían que vernos? Ah, cierto... las burbujas —me acordé de como había asustado a ese humano al entrar en su zona —¡Espera! Creo que sé como podríamos montarnos en el metro sin que nos viesen.

Me subí a un banco para hacerme ver un poco.

—Cuando me topé con ese gordinflas de Kokatorimon, lo hice metiéndome dentro de la burbuja de un humano —expliqué recordando los sucesos de la mañana —. No simplemente que me pusiera al lado suyo, si no meterme dentro de esa burbuja, su zona Ad Hoc. El humano se volvía enorme y era como un holograma, mientras que la burbuja se convertía en una especie de campo aislado con fotos del tipo este por todas partes y mensajes a mogollón. Si pudiéramos meternos en esas zonas Ad Hoc, vosotros podríais montar en metro y nadie nos vería porque estaríamos escondidos.

Dejé que Rick y la otra niña terminaran de entender mi idea y si era posible que la aceptasen.

—Y si no queréis moveros, tampoco me importa mucho. La verdad es que estaría bien ir picando algo antes de cenar, ñam.

Antes de que Norber pudiese responder, DemiDevimon se fijó en algo que les parecía seguir por detrás. ¿Era eso un Kamemon? ¿Qué diantres quería?

¡Un segundo! Había una humana extraña que avanzaba hacia ellos junto a ese digimon. ¿Sería otra niña elegida como la de antes, o estos buscaban pelea? DemiDevimon chasqueó la lengua, no había duda de que iban a por ellos.

—Escucha —interrumpió a Norber— Se acerca otra niña con un digimon a venir a darnos la tabarra o peor, no lo sé. Tu haz como el resto de gente de la calle y pretende no verles hasta que nos dejen en paz. —pero DemiDevimon sabía que él no podría disimular si les alcanzaban, así que solo tenía dos opciones. O alejarse volando y perder de vista al chico, o… ¡meterse en su zona ad hoc!

No sabía cómo lo haría, pero si el enclenque de Motimon lo había logrado por su cuenta no tenía que ser muy difícil, pensó.

-Hmm, ¿entonces nosotros podemos entrar en esas zonas "and joc" de nuestros compañeros?-Dije pensando- Yo preferiría ir al cementerio, pero creo que vuestra idea es mas segura. Hare lo que diga Lana en este caso.

No me gustaba dejarle todo el trabajo a los dos chicos, pero con mi opinión sola no bastaba.Además ya había obligado a Lana a recorrer media ciudad incluso si no fuera necesario, estaba siendo un poco egoista.