Vamos a jugar a... -Foro-

—Para que luego digas que yo soy la más loca del grupo —le dí un codazo amistoso a Válor tras ver la enérgica reacción por parte de Luke al ver el barco —. Aunque hay que admitir que ir en un barco que navega por tierra molaría. Tú además podrías ser mi loro.

Riendo por la broma, me preparé para encarar a los dos Digimon que bajaron del enorme buque. Estos se identificaron como Hookmon y Frogmon, el segundo no lo conocíamos de nada, pero el primero ya lo habían mencionado Labramon y Válor y tras lo que dijo que iba a cazarnos para sacarse unas perras tras informar a Persiamon, me dejó bastante claro que tipo de Digimon era.

—Que villano tan patético. Mira que conformarse con un barco mejor cuando su objetivo es matar a los niños que ni Persiamon pudo vencer, debes tener mucho que murmurar de este —le dije por lo bajo a Valor sacando el dispositivo para tener sus ataques a mano —. Pero no creo que tengamos tiempo, compañero. Vamos a ver que tal es tu nueva forma en una batalla contra alguien de nivel dos.

Viendo que tanto Luke como Tris se iban a por Frogmon, me centré totalmente en Hookmon. Estaba claro que con lo armado que iba el pirata lanzarme a por él yo misma sería un completo suicidio, por lo que dejaría que Valor luchase y le apoyaría si veía que estaba en problemas.

—Este tipo esta bien preparado para cuerpo a cuerpo y distancia, así que vamos a jugar al despiste —le indiqué a mi compañero antes de darle ordenes —. Lanza varios Minikiwis y después usa Nariz Picuda (Nose Mattock) para dañar el brazo donde tiene el cañón y desarmarlo. Retrocede cuando veas que usa su garfio, que dudo que quieras acabar con agujeros demás.

Caminaba en silencio junto a los demás, en dirección al poblado de los digimon, suponía. Seguía sin querer ir allí, pero negarse e ir solo tampoco era una buena idea, así que no me quedó más remedio que seguir a Asch y al FanBeemon hacia allí. Al menos Lucemon podría evolucionar si las cosas se ponían feas... o eso esperaba. Y aunque ignoraba la conversación entre el pelirrojo y su digimon, pues no me interesaba especialmente, si me sorprendió que Lucemon se dirigiera a mi. Nunca había considerado que mi vida fuera especialmente interesante, pero sí me pensé un poco la respuesta.

-No es eso...-le dije a Lucemon- No exactamente, al menos. Es cierto; estoy en un lugar desconocido, pero soy una persona solitaria y silenciosa por naturaleza. No suelo mezclarme con gente, y tengo pocos amigos; y tampoco hablo mucho en general. Me parece una estupidez que la gente hable si no tiene nada interesante que decir, pero por desgracia eso es algo que hacen bastante a menudo- fruncí el ceño un momento-. Supongo que es una de las razones por las que no me gusta demasiado estar con gente. Y no te preocupes, mis conocidos me tratan bien. No pierdo el tiempo con imbéciles que se dedican a abusar de otros.

Cuando me di cuenta, habíamos llegado al poblado y nos apresuramos a escondernos a la orden de Lucemon. Me extrañó que no hubiera ningún digimon por ahí, pero el Meramon no tardó en captar mi atención. Tal y como en la serie, se podría decir que era un tío en llamas. También había un par de digimon conocidos para nuestros compañeros... y dos humanos. Y uno de ellos era el crío al que Persiamon había atacado. Así que al final había sobrevivido... pero no parecía que ahora se encontrase en una situación demasiado buena. ¿Iba de peligro en peligro o qué?

No quería meterme en la pelea. El Tentomon y el Kudamon seguramente podrían digievolucionar y derrotar a los otros dos digimon si problemas. Pero no dudaba que Asch y FanBeemon se meterían de cabeza a pegarse con ellos; y si eran amigos de Lucemon, tampoco iba a abandonarlos... ¿no? Suspiré para mis adentros. Largarse sería mil veces más fácil, pero quería creer que Lucemon podría evolucionar y darles una paliza más rápido.

-Está bien-le respondí-. A por ellos, Lucemon. Si puedes, digievoluciona y acaba con el Meramon y el Haselmon-entonces pulsé el botón del dispositivo digital.

@Jeremy (100%) @Matías (25%)

Matías, Tentomon, que ya parecía preparado para salir disparado al ataque, te mira extrañado.

-¡¿D-dejarme en mal lugar?! ¿Es eso siquiera posible…? –masculla Tentomon, molesto, mirando a Nori-. ¿Luchar en solitario…?

Tentomon se queda rumiando unos instantes. De repente, se pone a zumbar como un loco.

-¡Pues claro que les encantan! ¡Les encantan por que salgo yo! ¡Tentomon! –Tentomon se lanza en dirección a Meramon y le lanza un Mini Trueno-. ¡Eh, tú, el de los huevones enormes! ¡Vamos, ven a por mí, ¿o es que no te atreves a enfrentarte a un digimon de verdad?!

-¿Oh? –Meramon sonríe-. Vaya, una mosca. Será mejor que la aplaste antes de que se haga caca en algún sitio. ¡Puño Ardiente!

Meramon deja los huevos en el suelo y le pega un puñetazo al aire que se convierte en una bola de fuego dirigida a Tentomon. Tentomon apenas la esquiva.

-¡Quema! ¡Quema! ¡Quema! –exclama mientras sale volando. Meramon le persigue, dejando atrás los huevos de los Tanemon. Matías, decides ir detrás de ellos.

Por su parte, Halsemon parece que tiene su atención fijada en Jeremy. Se ríe cuando pronuncias tu opinión.

-¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¿De verdad quieres hacer esto? –te pregunta con desdén-. ¿Por unos huevos? ¿Por unos digimon que trataron de eliminaros? Oh, qué triste es la inocencia… ¡Parece que tendré que acabar contigo antes de que tu ingenuidad termine por matar a todos los que están a tu alrededor!

Los ojos de Halsemon comienzan a brillar con un resplandor carmesí cuando alzas el dispositivo digital.

-¡Lo que haces es monstruoso! –Nori repite lo que has dicho antes, colocándose frente a ti-. Eliminar una vida inocente, sólo porque tienes hambre o porque te divierte… ¡No dejaremos que alguien como tú siga mancillando nuestro bello mundo!

Norizuna comienza a brillar. La luz que desprende es blanca y pura, y anula completamente el Sol Rojo que Halsemon estaba a punto de lanzarte.

-¡Kudamon digievoluciona en…!

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-¡… Seahomon!

Jeremy, frente a ti ahora se encuentra un digimon con forma de caballito de mar metálico. Está flotando en el aire, igual que hacía Kudamon, sus brazos formando lo que te parece una capa.

-¡¿Cómo…?! ¡¿Cómo has hecho eso?! –Halsemon os mira, desconcertado-. S-se suponía que ibais a ser presa fácil… ¡Bah, qué más da! ¡Te cocinaré igual que al resto, Seahomon, y luego probaré la carne de humano por primera vez! ¡Tempestad Alada!

Halsemon comienza a girar sobre su propio eje y sale disparado en dirección a Norizuna como si fuera un tornado. Seahomon, sin embargo, no parece alarmado.

-Ya sabes lo que hacer, Remy. –A pesar de su cambio de forma, su voz te recuerda que frente a ti se encuentre Nori-. Vamos a darle su merecido a este monstruo.

@Jeremy (100%) @Matías (25%) @Asch (100%) @Adair (100%)

-Así que p-pescar… ¡Yo he pescado un par de veces p-para conseguir comida mientras os buscábamos! ¡P-podríamos ir a pescar juntos si q-quieres cuando derrotemos a Meramon, A-Asch! –Entonces, FanBeemon se pone rojo como un tomate cuando empiezas a flexionar tu cuerpo-. ¡¿T-t-t-t-tocar?! ¡Y-yo…! Yo n-no… B-bueno… Si… S-si q-q-quieres… -FanBeemon se acerca a ti y apenas pasa el dedo por encima de tu brazo-. ¡V-vaya, Asch! ¡Es v-verdad, estás muy f-fuerte! ¡Je, je, je! –FanBeemon se ríe, muy contento-. G-gracias por todo Asch… ¡Me esforzaré m-más y más para e-estar a tu altura!

-Yo encuentro que hablar contigo es muy interesante, Adair –te sonríe Lucemon-. No hay nada de lo que me cuentas que me aburra, todo es fascinante para mí. Entiendo que no funcione así si nos cambias de lugar, pero al menos a mi me gusta escuchar tu voz. Y… si me permites decirlo, comprendo en cierta medida lo que quieres decir. A veces es mejor tener unas pocas personas a las que aprecies, y que ellos te aprecien de vuelta. –La mirada de Lucemon se ensombrece-. A mi no me ha ocurrido, pero cuantas más personas haya en tu vida, más posibilidades tienes de ser traicionado.

Una vez en el Asentamiento de DemiMeramon…

FanBeemon asiente ante tu orden, decidido, y vuela en dirección a Halsemon. Asch, tú le sigues, y te das cuenta de que Meramon está corriendo en dirección a Adair, siguiendo a una especie de digimon insecto. FanBeemon le dispara sus aguijones a Halsemon, que estaba en mitad de una Tempestad Alada dirigida a Seahomon. Como si supiera que esto iba a ocurrir, Norizuna no se había movido del sitio. El ataque de Halsemon es interrumpido por el ataque sorpresa del digimon abeja.

-¿Qué…? ¡¿Quién?! –grita Halsemon, furioso.

-¡¿Estás bien, K-Kudamon?! –pregunta FanBeemon.

-Sabía que vendrías –sonríe Norizuna.

Pero Halsemon, ignorando la conversación, decide atacar al objetivo más vulnerable. FanBeemon está en el aire, y Seahomon está protegiendo a Jeremy. Por lo tanto…

-¡A-Asch, cuidado! –exclama de pronto FanBeemon.

Para cuando te das cuenta, Asch, Halsemon está volando en tu dirección, dispuesto a empalarte. Es demasiado rápido: no parece que vayas a poder hacer nada para evadirlo.

-¡A-Asch, esquívalo!… ¡Asch…! ¡A-aún no hemos ido a pescar…! –FanBeemon empieza a brillar-. Y-yo… ¡YO DEBO ESTAR A TU ALTURA! ¡FanBeemon digievoluciona en…!

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-¡… Ginryumon!

La nueva forma de FanBeemon cae frente a ti, Asch, y te escuda con su cuerpo de Halsemon. Tras un corto pulso de cuerpos, Ginryumon empuja a Halsemon contra el suelo. Ahora, el digimon alado se encuentra entre la espada y la pared, con Seahomon a su espalda y Ginryumon frente a él.

-¡¿P-por qué?! –exclama-. ¡¿Cuántos más van a digievolucionar?! ¡TEMPESTAD ALADA!

Una vez más, Halsemon comienza a girar en su propio eje y ataca a Ginryumon.

Adair, tras la partida de Asch, te das cuenta de que Meramon está corriendo en la dirección en que estáis escondidos. Parece estar siguiendo a un Tentomon. Tras ellos dos se encuentra Matías, el extranjero.

-¡Se acercan! –exclama Lucemon según pulsas el botón del dispositivo digital-. Quédate aquí y dame órdenes, Adair. Yo te protegeré. ¡Siempre lo haré! ¡Lucemon digievoluciona en…!

Lucemon comienza a brillar, y su forma de ángel se desvanece para dejar paso a una mucho más grande y bestial.

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-¡… Tortomon!

El reptil se coloca entre Meramon y Tentomon, obligando al primer a detenerse en seco con una expresión desconcertada.

-¿De dónde has salido tú? –pregunta, pero enseguida recobra su amplia y maliciosa sonrisa-. ¡Oh, qué más da! ¡A caballo regalado no le mires el diente! ¡Hoy para comer habrá sopa de tortuga! ¡Puño Ardiente!

Una bola de fuego sale disparada en dirección a Tortomon.

-Escondeos detrás de mi –os ordena Tortomon a Adair, Matías y Tentomon-. Es hora de devolverle a Meramon todo el dolor que ha provocado a los habitantes de la montaña.

@Luke (100%) @Alan (50%) @Alice (120%) @Tris (100%)

-Comparados con estos, eres la más inteligente sin duda, Alice. ¡Oh! Y claro que sería tu loro –te sonríe Válor, antes de apartar la cara y susurrarle a las plantas-… Pues claro que no quiero ser un loro. Qué tontería… ¡Yo soy un pájaro prehistórico! ¡Soy especial! ¡Único!

Válor se queda mirando toda la escenita de Hookmon y Frogmon, y resopla.

-Patético se queda corto –te responde, Alice-. Acabemos con estos piratillas de mala madre y volvamos al camino que deberíamos haber tomado desde el principio, venga.

Kiwimon dispara sus MiniKiwis en dirección a Hookmon, el cual un ataque a distancia y es golpeado de lleno. Entonces aprovecha el desconcierto del digimon pirata para atacarle de frente con Nariz Picuda, hiriéndole.

-¡Oh, por todas las sirenas…! –gruñe Hookmon-. ¡Reza tus plegarias a AncientMermaimon, loro defectuoso!

Con esas palabras, Hookmon le clava su garfio a Válor en el hombro. El Kiwimon pega un chillido de dolor, pero se zafa del agarre antes de que pueda convertirse en algo peor. Entonces, Hookmon le dispara con su Cañón de Capitán. Una enorme bala de cañón se dirige ahora directamente hacia Válor.

Luke, parece que Frogmon no está dispuesto a esperar a que le cuentes tus planes sobre lo que piensas con el barco una vez te hagas con él, y con una sonrisa malévola, te lanza sus shurikens con forma de hoja a la cara. Penguinmon se coloca enfrente de ti justo a tiempo mientras pulsas el botón del dispositivo digital.

-¡Luke! ¡Ten cuidado! ¡Penguinmon digievoluciona en…!

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-¡… Swanmon!

La forma digievolucionada de Swanmon agita las alas y repele los shurikens con una ráfaga de aire, devolviéndolos en dirección a un anonadado Frogmon. Entonces, Swanmon se mira unos segundos y se da la vuelta.

-¡Luke! ¡Luke! ¡Luke! –exclama de pronto-. ¡Puedo volar! ¡Por fin puedo volar! ¡Después de todo este tiempo, por fin he aprendido a vo…! Vo… -se interrumpe a si mismo, y carraspea-. E-es decir… ¿Estás listo para darle una lección a este villano, Luke? Vamos, dime qué debo hacer.

Swanmon se da la vuelta, encarándose de nuevo con Frogmon, y espera tus órdenes. Frogmon, sin embargo, no espera nada, y lanza de nuevo sus shurikens en dirección a tu digimon, Luke.

Tris, según el combate comienza, Labramon te muerde el pijama y tira un poco de la tela para llamar tu atención.

-Antes has dicho que ser amigos consiste en ayudarse los unos a los otros, ¿no…? –musita-. Y tú has dicho que lucho bien… Bueno, pues, Penguinmon y los demás son mis amigos… ¿Crees que puedo ayudar? ¿Crees que yo también podría… subir al siguiente nivel…? Sé que no soy la más trabajadora, ¡pero creo que puedo hacerlo! Hoy por mi y… mañana por… ¿mi?

Aunque de palabras vagas y con tono confundido, las intenciones de Labramon parecen puras. Tu dispositivo digital vibra, y te indica lo siguiente: “Descarga completada. Nueva forma disponible”.

Mientras tanto, Floramon se encuentra junto a ti, Alan. Te indica que no digas nada, pues existe la posibilidad de que todavía no hayan detectado vuestra posición.

-Si algo ocurre, yo te protegeré –te susurra Floramon-. Aunque tenga que sacrificarme.

Refuerzos.

-¿Sabías que...? -me quedé pasmado cuando una especie de abeja apareció y atacó a Halsemon por sorpresa. Seahomon se había convertido en una mezcla de pájaro, ángel, dragón, caballo de mar y megáfono, pero su voz era la de siempre. Vi que otro par de chicos mayores que yo (que habían estado en la montaña cuando encontramos a Persiamon) acudían con sus propios digimon, y observé pasmado cómo una abeja gigante se convertía en una especie de armadillo samurái. Entre él y Norizuna, lograron poner en aprietos a Halsemon.

Miré el dispositivo digital rápidamente, preguntándome qué nuevos poderes habría adquirido mi Digimon. Su ataque principal, por supuesto, tenía que ver con sonido.

-¡Nori, utiliza Ruido Dragón apuntando a su casco! -exclamé-. ¡Hagamos que le retumbe la cabeza!

El otro Digimon parecía estar a punto de ser atacado, pero ninguno de los poderes de Seahomon podía sacarle del apuro, y seguramente tenía agilidad suficiente para esquivarlo. Fui vagamente consciente de que Meramon también se enfrentaba a otro Digimon recién llegado a no mucha distancia.

-No, tampoco es eso-le dije a Lucemon, algo sorprendido por su comentario sobre la traición-. Simplemente no me gusta la gente; muchas veces su presencia me resulta irritante. Igual que hay gente que prefiere pescado y gente que prefiere carne. Pues yo prefiero estar solo. De hecho, creo que si tuviera una vida "normal" con un montón de amigos y teniendo que ir aun montón de fiestas, conciertos y demás; me tiraría al mar sin pensármelo dos veces. Los pocos amigos que tengo son suficientes y, además... paso bastante de todo.

Vi como uno de los digimon se convertía en una especie de caballito de mar y como FanBeemon se convertía en una especie de lagarto con armadura. El meramon se dirigía hacia nosotros persiguiendo un Tentomon y entonces Lucemon se convirtió en... una tortuga amarilla con piedras en la espalda. Lo miré fijamente sin poder creérmelo. Estaba... ¡decepcionado! Esa cosa era grande y pesada; y lenta sin ninguna duda. Tal vez fuera más fuerte, pero si no podía acertar con sus ataques, ya me dirás tu de que sirve que evolucione. A pesar de ello, me apresuré a esconderme detrás de él como me había ordenado. Probablemente sería el digimon más resistente de todo el grupo, o eso pensaba.

Miré los ataques del Tortomon en el dispositivo y contuve un grito de frustración. No veía que pudiera hacer ningún ataque a distancia. Y si teníamos que usarlo de escudo, sería demasiado peligroso pedirle que atacase al Meramon con su cuerpo. Le dije que usara el ataque "Caparazón Fuerte". Ni idea de qué podía hacer, pero con un poco de suerte convertiríamos esto en un concurso de resistencia que no pensaba perder.

-Antes has dicho que ser amigos consiste en ayudarse los unos a los otros, ¿no…? –musita-. Y tú has dicho que lucho bien… Bueno, pues, Penguinmon y los demás son mis amigos… ¿Crees que puedo ayudar? ¿Crees que yo también podría… subir al siguiente nivel…? Sé que no soy la más trabajadora, ¡pero creo que puedo hacerlo! Hoy por mi y… mañana por… ¿mi?

—Sí, algo así —comenté sonriendo agachándome a su altura y mirándole a los ojos—. Claro que puedes, Labramon. Juntas formaremos el equipo definitivo, ya verás. ¡Nada podrá pararnos!

En ese momento, el dispositivo digital vibró, y en la pantalla aparecía un texto: “Descarga completada. Nueva forma disponible”. ¿Significaba aquello que Labramon estaba preparada para digievolucionar ya? ¡Genial!

—Vamos allá, Labramon. Es hora de ayudar a Luke.

Tras ponerme de pie, toqueteé los botones para hacer pasar a Labramon a su siguiente forma. Acto seguido, miraría sus nuevas habilidades en el dispositivo y me uniría a Luke y Swanmon en su combate contra Frogmon.

No solo había conseguido que Tentomon obedeciera esta vez, sino que además nos habíamos encontrado con otro de los chicos de la montaña, que también tenía un Digimon a un nivel superior. El plan había resultado mucho mejor de lo que esperaba.

Dudaba que Tentomon fuera a manternerse quieto mientras el Tortomon del chico, así que decidí dejar que participara, aunque esta vez desde una distancia prudencial para evitar sufrir daños graves. Para ello tenía que convencerlo para que usara él también ataques a distancia.

—¡Tentomon, no dejes que sus bolas de fuego te intimiden, tu Mini Trueno es aún mejor! ¡Mega Trueno debería llamarse! ¡Enséñaselo tú mismo!

Con todo esto de intentar convencer a este Digimon debo estar quedando como un pirado. Argh, supongo que es mejor eso a acabar ambos achicharrados. Esos dos Tanemon me las pagarán en cuanto salgan del huevo.

-¿¡Que diablos...!? ¡¡¡WOOOOOOOOOOOOH!!! -grité cuando Fanbeemon se transformó- Espera, ¿que acaba de pasar? Eh, cuidado con ese ataque! -miré en un momento el dispositivo y leí un ataque- ¡Contrarrestalo con Perfora-armaduras!

El puñetero Frogmon no me dejó tiempo de decir todo lo que quería, pero no pasaba nada, porque Penguinmon evolucionó en un... eh.. Swanmon, creo que dijo. Entonces tras protegerme empezó a decirme que podía volar. ¿Es que antes no podía? Vaya... Pero la cosa no había hecho nada más que empezar. No señor, ya que el maldito digimon seguía sin dejarnos hablar. ¿¡PERO ES QUE NO SE DA CUENTA QUE HAY UN CHICO Y SU DIGIMON HABLANDO DE LO MUCHO QUE MOLAN O QUÉ?!

—¡Tal como esperaba, en momentos de necesidad emerge un nuevo héroe listo para derrotar el mal! ¡Genial, Swanmon! ¡Protégete —dije mientras miraba el dispositivo digital—, y entonces usa el Tornado de plumas! Que se entere de qué es un ataque de verdad el idiota ese.

Entonces me fijé en Tris, que parecía lista para combatir también.

—Cuando queráis, chicas, podéis uniros al combate. Os esperamos impacientes —dije, con una sonrisa de oreja a oreja.

Se nos unirán y ganaremos rápidamente, fijo. Tenemos que acabar con esto para que Alan no esté en peligro.

—¡Válor!

Incluso habiéndole dicho que tuviese cuidado con el garfio, Hookmon había conseguido acertar en el pobre Válor y herirlo. Además ahora le estaba apuntando con su cañón listo para disparar, si esa bala acertaba capaz era de romperle el pico aun con la protección de metal.

—¡Patada Salto Alta para esquivar su disparo ahora! —grité rápidamente para que no vacilara —. Andanada de Minikiwis para desaparecer y atacar desde sus puntos ciegos, no dejes que te vea por nada del mundo.

Por si era necesario, me puse en posición para salir corriendo hacia Hookmon y aplacarlo. El Pirata estaba concentrado en la batalla contra Kiwimon, por lo que si saltaba a por él para salvar a mi compañero de una situación desesperada no lo llegaría a ver. Pero esto solo lo haría en momentos de extrema necesidad, porque entrar en la lucha me podría poner no solo a mí en peligro, si no que Válor podría acabar recibiendo más ataques de los necesarios por protegerme.

—Vamos compañero, hazme sentir orgullosa de ser tu Niña Elegida —murmuré por lo bajo esperando que a Válor no le pasara nada.