Vamos a jugar a... -Foro-

Labramon se fue corriendo sin darnos oportunidad de seguirle, aunque pensándolo bien, no creo que lo hubiésemos llegado a hacer. Me quede mirando el suelo.

-No quiero volver a este sitio…

Al menos me consolaba saber que lo había intentado, pero tardaría en dejar de sentir algo pesado en el estómago.

-Volvamos, sí. Supongo que tenemos cosas más importantes de las que ocuparnos ahora.

@Senetyl[III]:

Comprobaste la resistencia de la escalera lanzando algunas rocas, pero no pareció que pasara nada.

-Buena idea, déjame probar algo -Trydan saltó sobre la barandilla y cargó energía en su cola. Después, saltó e hizo una especie de voltereta liberando la electricidad-. ¡Cuchillo trueno!

Tres hojas hechas de electricidad se clavaron en tres puntos de la escalera, haciendo que el suelo vibrara un poco. Dejó unas quemaduras negras en el suelo, pero no hubo ningún efecto más.

-Si ha resistido eso, aguantará nuestro peso.

Bajasteis por las escaleras con cuidado, y al llegar al piso de debajo comprendisteis a qué se referían los Hagurumon. A partir de aquella planta faltaban tramos de escalones y la única forma de bajar la escalera era colgándose de la barandilla. Incluso los peldaños que no se habían desprendido.

En ese momento Mafy se acercó a vosotros por el pasillo.

-¿Nada arriba? Aquí tampoco he... -se silenció porque la puerta del ascensor se abrió y Lira se dirigió a vosotros.

@Lira[II ]:

-Ojalá pudiera volar -murmuró Ilargi-. Sería genial y podríamos cruzar justo ahora y... ¿Un caballo? ¿De qué serviría un caballo?

Volvisteis a subir en el ascensor y bajásteis en la planta 16, donde sí había suelo. Al fondo del pasillo visteis a Mafy y a Senetyl con Trydan.

@Senetyl[III], Lira[II ]:

Lira se reunió con los demás y explicó la situación en el piso 15: no había suelo al salir del ascensor, sólo una larga caída. Las escaleras no es que estuvieran en mucho mejor estado, porque faltaban trozos y los que quedaban parecían a punto de desprenderse. La única forma de bajar era colgándose de la barandilla y rogando para que resistiera y no cayera al vacío.

-Hemos visto a los ToyAgumon -desveló Ilargi-. Sólo un momento, pero están en el piso de abajo.

-No hay más escaleras a partir del piso 15 -comentó Mafy, asomándose al hueco-. Así que si logramos bajar les tendremos...

-Acorralados -Trydan saltó sobre la barandilla y caminó sobre ella como un gato-. Yo puedo mantener el equilibrio, pero... -miró a Sen fijamente-. No te caigas.

-Si Draco estuviera aquí esto sería más fácil -suspiró Mafy-. Supongo que las alturas no le darán miedo, puede volar... En fin, ¿en qué orden bajamos?

-¡Yo quiero ir primero! ¡Yo primero! -exclamó Ilargi.

@Rudy[II ]:

-Soy DoKunemon y antes era Budmon, y cuando vuelva a evolucionar seré Stingmon -dijo DoKunemon-. ¿Por qué te parece confuso?

Os acercasteis al edificio y cruzasteis las puertas abiertas. Había luz en la cafetería, aunque sólo era una especie de hoguera improvisada con ramitas y papeles viejos. Mina estaba allí, recostada contra el mostrador, pero se despertó al veros llegar.

-Hola, Rudy... ¡Oh! ¡Cuántos Digimon! ¡Y son todos iguales!

-Traemos, setas, setas, muchas setas, estas son nuestras setas pero los humanos no pueden comerlas, pero son para vosotros -los Tanemon como de costumbre hablaban todos a la vez-. Hemos visto un bosque detrás, vamos a ir allí, viviremos allí, gracias por dejarnos vivir allí, habrá setas allí, todos los días habrá, vamos al bosque, sí.

Salieron en tropel tal como habían llegado y os dejaron solos.

-¿Has venido tú solo, Rudy? -preguntó Mina-. ¿Nezu está bien?

@Suzu[III]:

Salisteis del bosque y os dirigisteis al edificio del Parque Científico. Estaba todo desierto, vuestros compañeros sin Digimon debían llevar rato acostados. Al acercaros a la puerta, os encontrasteis con los Tanemon, que salían correteando y rodeaban el edificio para dirigirse al bosque de detrás. Parecían contentos.

Dentro de la cafetería había un pequeño fuego, lo único que daba luz en aquel lugar sin electricidad. Rudy y DoKunemon ya estaban allí.

-¿Nezu está bien? -preguntó la voz de Mina.

@Rudy[ I ], Suzu[II ]:

-¡Sí, estoy bien! -dijo Nezu-. Aunque Narine no tanto.

-¿N-narine? ¿Has llamado así a tu compañero? -Mina pareció incómoda al oírlo-. ¿Qué le ha pasado?

-Nada grave -Nezu le quitó importancia-. Dale una seta de esas, nos vamos a dormir y como nuevo.

-Te estoy agradecido -dijo con solemnidad Narine cuando Mina hizo lo que le pedían.

-Yo también tengo sueño... -dijo DoKunemon.

-Y yo... -FanBeemon aleteaba cerca del suelo-. ¿Vamos a dormir ya, Suzu? Hoy ya hemos conseguido comida...

Trydan también quiso asegurarse de que las escaleras serían seguras y lanzó unos fuertes ataques eléctricos contra ellas. Yo me aparté un poco y me cubrí los ojos con un brazo, sorprendida por el repentino resplandor que cubrió su cuerpo. Cuando terminó volví a mirar, algo preocupada por si al digimon le había pasado algo. La escalera estaba intacta a pesar del ataque. Le asentí a Trydan, sonriendo, y comencé a bajar con cuidado hasta el piso inferior. Al poco rato nos encontramos con Mafy, que tampoco había encontrado nada. Luego llegó Lira desde el ascensor con malas noticias: el suelo del piso inferior se había derrumbado. Aunque los Toyagumon se encontraban allí, y eso se me hizo bastante raro. No parecía haber ninguna manera fácil de llegar hasta donde se suponía que estaban.

-¿Creéis que han sido ellos los que han derrumbado el suelo y las escaleras?-les pregunté a mis compañeros-. Me parece muy raro que haya muchos digimon en un lugar al que es tan difícil llegar. Excepto que haya otro camino que no conozcamos-murmuré, pensando en voz alta. Por un lado la idea me gustaba porque así no tendríamos que bajar por la barandilla (aunque a Trydan no parecía importarle mucho), pero los digimon también podían escaparse y ponernos las cosas difíciles. Y yo sólo quería salir de esa torre de una vez.

Decidí bajar la última por la barandilla porque sabía que iba a ir muy despacio y no quería retrasarlos. Respiré hondo al agarrarme al metal y traté de secarme el sudor de las manos en la camiseta. No iba a resbalar. No iba a pasar nada. Calma. Calma. Bajé despacio e intentando no hacer ruido. No quería alertar a los Toyagumon. Seguramente estuvieran acorralados, pero si se ponían nerviosos podrían atacarnos.

Bufé y puse los ojos en blanco cuando escuché lo que me dijo el tipo de segundo para con su digimon. Lo que había dicho no lo tomaba como ofensa pero al parecer a él le había parecido así ¡Qué sensible! Le ignoré y sonreí con un poco de amabilidad y ánimo a guilmon antes de que la operación diese comienzo. Una vez terminada, con éxito, y haberme burlado de los rojos los digimon me pidieron comida y al fina accedí.

No pude evitar sentirme orgullosa por haber ido a por la comida antes de marchar... eso que no lo había hecho con la idea de tener provisiones. Le lancé una mirada de burla al bajito cuando comprobamos si había algo en la fogata de esos digimon tontos y dejé que cada digimon cogiese lo que quisiese, viendo entonces que Guil cogió lo que, de haber tenido que elegir, hubiese escogido. Por cortesía más que por amabilidad les ofrecí comida a los demás, recibiendo entonces una negativa de parte de Tomi.

-Vaya... gracias, supongo -respondí mientras guardaba la bolsa en mi bandolera y veía de refilón lo que hacía guilmon. Realmente, no me importaba que compartiese su comida por lo que no dije nada e hice como si no hubiese visto nada- Que yo sepa nadie me está robando nada, os lo he dado por voluntad propia -le respondí al mayor de los tres con una sonrisa socarrona

Una vez tomado ese aperitivo y haber yo practicado un poco con el bate mientras comían, seguimos a goblimon hacia el final de la calle de las tiendas. Siempre que podía aprovechaba para darle un vistazo rápido a cada establecimiento pero había nada que merecía la pena rapiñar, suspiré resignada y me apresuré en seguirles. Tras unas puertas dobles había una gran habitación llena de mesas apiladas ¿Habríamos entrado en algún almacén quizás? Observé el lugar con detenimiento y mi mirada se paró en la zona donde había numerosos objetos de cocina esparcidos por el suelo ¡Había incluso cuchillos! Sin pensarlo mucho cogí uno y lo guardé en la bandolera mientras jugaba a blandir una sartén hasta que escuché el típido "crack" de un cristal y la dejé en el suelo con el ceño fruncido ¿Cristales? ¿Por qué había tantos cristales?. Me acerqué a mis compañeros y pronto encontré la respuesta a mis preguntas.

En un rincón estaba un digimon más grande que goblimon pero del mismo color. En cuanto le vi retrocedí un poco aunque no lo hice por la apariencia de aquel ser digital... lo hice por la pinta de bebido que tenía, que incluso hipaba y estaba sonrojado. Gruñí y agarré con más fuerza el bate, dirigiéndole una mirada de odio. No me gustaban nada las personas que bebían, se volvían violentas y acababan haciendo cosas de las que a veces ni siquiera se acordaban. Luego analicé al digimon con el dispositivo que nos habían dado.

No pude evitar bufar al escuchar el comentario de Falcomon y seguí con todos los sentidos alerta. En cuanto Ogremon gritó y los cristales sonaron, haciendo que retrocediese un poco mientras pensaba que goblimon era tan idiota como sus compañeros por acercarse a alguien en ese estado. Cuando dijo que las botellas estaba llenas de agua, me sentí un poco más aliviada y menos tensa aunque al grandullón no pareció hacerle gracia la idea y se lanzó contra él.

-¡Guil, empuja a goblimon! -dije, reaccionando lo más rápido que pude mientras me dirigía a por esas botellas endemoniadas que tanto odiaba aunque tuviese sólo agua. Estaba empezando a recordar una escena familiar y no me hacía gracia, ninguna. ¿A quién le haría gracia recordar a su padre golpeándole por culpa de una de esas asquerosas bebidas alcohólicas? A mí desde luego que no. Solté el bate momentáneamente,cogí la primera botella que pillé y la lancé lo más fuerte que pude contra ogremon- ¡SI QUIERES RESPETO DA EJEMPLO, DESGRACIADO! -grité con evidente enfado - ¿¡Cómo puedes ser tan idiota!? ¡Bebiendo no lograrás nada más que hacer daño a quien no lo merece! -pataleé el suelo un par de veces y lancé otra botella- ¡Si de verdad eres inútil estarías mejor muerto, así no nos darías la tabarra!- realmente eso último no quería decirlo pero la rabia me pudo y lo dije sin pensar.

- Descansa DoKunemon, ¿Ahora vuelvo vale?

Me dirigi a Mina, aunque me cortaba un poco.

- Tenemos un codigo... ¿Donde esta Kenji? Se lo llevare antes de dormir junto a DoKunemon, estamos muy cansados.

Espero que no tenga ganas de hablar Kenji, quiero irme a dormir rapidito y tampoco tengo ganas de pensar, hoy ya hemos hecho mucho.

—Si tiene alas un nos resultaría útil ¿no hay pegasos en el mundo digital?

Subimos al piso de arriba donde nos encontramos con todos y les explicamos la situación. Mafy había visto que no había ninguna salida a la que pudiesen acceder los ToyAgumon en el piso donde se encontraban, así que si bajábamos les podríamos dar caza...aunque la bajada iba a resultar algo peligrosa.

Ilargi fue la primera en ofrecerse a bajar y aunque no lo veía mal, su entusiasmo me daba algo de miedo.

—Pues si, puedes bajar tu la primera —acepté encantada su petición —. Quitando a Trydan, tu eres la mas ligera del grupo, así que es mejor que seas tú la primera ya que no afectaras mucho a la barandilla —mirando al grupo —. Y si no os importa, me gustaría ir la segunda, ya que Ilargi es mi compañera preferiría ir después de ella.

Tras que los otros aceptasen e Ilargi bajara, agarraría con fuerza la barandilla y empezaría a bajar con cuidado para no caerme y pasar al otro lado sin problemas.

-S-… - hice un largo bostezo - …í. Ha sido un día duro.

Un día duro… Acababa de pasar lo que había sido hasta ese momento el día más peligroso de mi vida. Quería dejarlo en un ayer ya.

-Me pregunto cómo estarán los otros.

@Senetyl[III], Lira[III]:

-¡Muuuy bien! ¡Pues voy primero! -Ilargi se colgó del borde de la barandilla y comenzó a poner los pies entre los barrotes para ir bajando rápidamente. Suspirando, Trydan la dejó pasar. Lunamon llegó abajo tras un lento y angustioso descenso, y Lira fue detrás. En la parte de la planta 15 contigua a las escaleras sí había suelo, aunque en pleno pasillo, en dirección al ascensor, desaparecía súbitamente.

Mafy no tardó en reunirse abajo con ellas, y por último llegaron Trydan y Senetyl.

Además del pasillo roto que se dirigía al ascensor, había otro que parecía intacto y estaba lleno de puertas.

-¿Estaban en esas habitaciones? -preguntó Mafy-. ¿Dónde dices que...?

De repente se abrieron un montón de puertas y varios ToyAgumon saltaron al pasillo, como si os hubieran estado esperando. Os miraron con frialdad y abrieron sus bocas... Era evidente por su actitud y sus movimientos que iban a atacar.

-¡Llama de juguete! ¡Llama de juguete!

Había al menos ocho ToyAgumon, y sus llamas de juguete volaron a toda velocidad en dirección a vosotros. Aunque parecían trozos de plástico, quemaban de verdad, como comprobó Mafy cuando una le dio en el hombro. Gritando, se arrojó hacia el pasillo del ascensor: estaba roto, pero al menos había una esquina tras la que ocultarse. Los demás también salieron del ángulo de tiro de los ToyAgumon.

-Esos malditos... -Trydan se asomó por detrás de la esquina-. ¡Trueno eléctrico! -lanzó un rayo en dirección al pasillo lleno de ToyAgumon, y a juzgar por el ruido debió dar a alguien... Pero tuvo que apartarse porque un instante después cinco o seis llamas de juguete golpearon la esquina.

-No podemos subir por la escalera -comentó Ilargi-. Estaríamos a merced de sus ataques mientras trepamos. Y desde aquí no podemos llegar al ascensor... Además, la puerta está cerrada.

-A mi esos muñecos no me dan miedo -gruñó Elecmon, cargando la cola de energía-. Voy a ir con todo a por ellos.

-¡T-te cubro! -aseguró Lunamon, preparándose para luchar.

@Rudy[ I ], Suzu[II ]:

-Si vais a ir a ver a Kenji, lo de dormir os queda de camino -sonrió Mina-. Ya sabes que dormimos en el planetario, ¿no? Toma, una antorcha para que veáis por el camino.

Subisteis por las escaleras y llegasteis al planetario. Kenji estaba en el centro de la habitación, como de costumbre, sentado con el ordenador delante.

-Ah, muy bien -sonrió al recibiros-. Esta información me será muy útil. Además... Podré reparar algunos Chips de combate gracias a ella.

Visteis sobre la mesa unos chips manchados de tierra y rotos, pero mientras el hombre tecleaba, comenzaron a brillar y se repararon, quedando como nuevos. Os dio uno a cada uno.

-Dádselos a vuestros Digimon para que se los coman... No, no os preocupéis, no les sentarán mal -sonrió-. Mientras tengan esos Chips, a veces podrán aprender ataques de los enemigos al recibirlos. Pero sólo mientras sean compatibles con el ataque, así que podrían dejar de poder usarlos al digievolucionar. También podéis hacer que los devuelvan y pasarlos de un Digimon a otro... O venderlos. Y hablando de vender...

Volvió a teclear en el ordenador.

-El código que me habéis pasado me ha permitido generar unos cuantos bits. Es una cantidad irrisoria de información, pero algunos Digimon los utilizan como moneda. A partir de ahora vuestros RH también actuarán como monederos virtuales. ¡Quizá podáis comprar algo durante vuestros viajes! ¿Y bien? ¿Alguna pregunta o queréis ir a dormir ya? Habéis sido los primeros en volver.

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¡La sección INVENTARIO ya está disponible en el post principal!

@Kiara[ I ], Nenti[II ]:

Entre Guilmon y Nenti pusieron a salvo al Goblimon, aunque el golpe les rondó cerca y envió a ambos al suelo. Mientras tanto, Falcomon se puso detrás de Ogremon y lanzó un buen arañazo al enemigo... Que dio un talonazo y envió al pájaro hacia atrás.

-¡¡No podrás engañarme si puedo escuchar lo que le ordenas!! -se jactó Ogremon, mirando a Nenti.

-¡Supuse que fallaría, por eso preparé de antemano otro ataque! -replicó Falcomon, y entonces notasteis los surcos que le había abierto en el brazo derecho a Ogremon al pasar a su lado corriendo.

Entonces Kiara llegó al otro lado de la habitación y lanzó una botella contra Ogremon. Se le rompió en la cabeza y le dejó empapado. Inmediatamente, el enemigo se olvidó de todos los demás.

-¡Cállate! -gritó Ogremon-. ¡No tienes derecho a juzgarme! ¿¡Qué quieres que haga!? ¡Todos los clientes se han marchado y no puedo ir a otro lado! ¡Mi vida no tiene sentido si no puedo cumplir mi función! ¡PUÑO IMPERIAL!

Un haz de energía oscura salió disparado de su mano hacia Kiara.

-¡KIARA! ¡NOOOOOOOOOOO! -rugió Gui.

-¡Guilmon digievoluciona en...!

-¡TYRANOMON!

-¡CARGA SALVAJE!

Tyranomon se envolvió en llamas y se lanzó directamente hacia Kiara. Aunque era la máxima velocidad que podía conseguir, a duras penas le bastó para recibir el Puño imperial en lugar de Kiara. Sin embargo, el ataque no le hizo gran cosa. Con la cabeza rozando el techo demasiado bajo para él, el dinosaurio se estampó contra la pared y varios trozos le cayeron encima. Se desenterró rápidamente y se colocó entre Kiara y Ogremon, rugiendo con los ojos entrecerrados.

-¡NO VUELVAS A HACER ALGO TAN PELIGROSO! -rugió, sin mirar a Kiara, aunque evidentemente se dirigía a ella-. ¡Y tú... Veamos si te atreves a enfrentarte a alguien que te triplica en altura!

Las puertas de las habitaciones se abrieron en cuanto llegamos al piso y los digimon salieron de ella. Nos atacaron inmediatamente con unas llamas que parecían hechas de plástico. Traté de esquivarlas porque sabía que, incluso si no quemaban, el golpe dolería de verdad. Mafy no tuvo tanta suerte y comprobé que sí era fuego real a pesar del aspecto. Tuvimos que refugiarnos tras una esquina del pasillo.

-¿Estás bien, Mafy?-le pregunté, preocupada por su hombro quemado.

Los Toyagumon nos habían atrapado en ese pasillo y no dejaban de atacar. Trydan había estado a punto de ser golpeado por las llamas de esos digimon que parecían juguetes vivientes. Mi digimon parecía más que dispuesto a luchar contra ellos y yo no quería... pero no tenía opción. Estaba claro que nuestros digimon querían protegernos y protegerse a sí mismos. Como ya había dicho antes, había ocasiones en las que uno tenía que luchar por poco que le gustase, o muy asustado que estuviera (como yo en ese momento).

-¡Tu puedes Trydan! ¡Confío en ti! ¡Y tened cuidado!-les animé. Si los digimon podían atacar de esa manera, significaba que estaban preparados para luchar. Creía en él- ¡Suerte!

Y esta era una de ellas.

—Si, Ilargi. Esos ToyAgumon son solo juguetes, ¡tú y Trydan podéis con ellos sin problemas! —animé a mi compañera para que estuviera mas motivada para luchar —. Además, cualquier cosa que necesitéis, Sen, Mafy y yo estaremos con vosotros ¡Ánimo!