Malfuin escribió:Una cosa, ya me imagino que Carla no tiene retrato propio como el que pones para Lyn, pero ¿podrías dibujarle uno del mismo tamaño? Es un poco raro empezar a leer el texto a dos alturas distintas todo el rato. Si fuese para PNJs puntuales no me importaría, pero se trata de TU personaje, te va a salir a cuenta tener un retrato de ella.
Una buenísima idea que ya he llevado a cabo :3 Muchas gracias por la sugerencia, ahora el capítulo ha quedado mucho mejor.
Kaos escribió:Te voy a sacar una pega: he leído un "protejeré" en vez de "protegeré
Y se supone que soy de letras =w= Pegadme. En fin, corregido xD
Kaos escribió:No he jugado a ningún Fire Emblem, pero probé la demo del Awakening y también empezaba encontrando al prota estratega inconsciente en una llanura ¿es una tradición de la saga o qué? xD
Pues no. Y mira que Fire Emblem tiene infinitas tradiciones xD Pero esa justamente no es una de ellas. De hecho, Blazing Sword y Awakening son los únicos juegos de catorce con estratega. Supongo que querían hacer un guiño a este juego en particular. (De hecho, el nombre del hijo del estratega de Awakening en japonés es “Mark”, el nombre por defecto del estratega tanto masculino como femenino de este juego. Así que claramente es un guiño)
Y he visto que algunas personas se han quejado de las explicaciones, así que he hecho todo lo posible por acortarlas. Espero que sigáis disfrutándolo a pesar de que se os haga raro la falta de chistes xD Me inspiro bastante por mis LP's ingleses favoritos. Son un equilibrio bastante bueno entre narración inmersiva, sátira, referencias y dibujines.
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LA aprendiz de estratega Carla, si no te importa.

¿Con quién hablas?

¡¿Cómo que pareja extraña?! ¡No soy yo la que tiene el pelo verde!

¿Carla? ¿Necesitas ayuda de algún tipo, o...?

¿Eh? No, nada yo...

¿Car...? ¡Eh! ¡¡Ese es mi diario!!

Oh, oh...

¡¡Dame eso ahora mismo!!

Así que descubrirás algo que cambiará tu vida para siempre, ¿eh? ¿Vas a ponerte a buscar novio? Soñadora...

Grrr...

No te tenía por el tipo de persona que... Espera, ¿qué estás haciendo con tu espada? L-Lyn, no hagas nada de lo que después te puedas arrepentir...

¿Dónde te habías metido? Sé que aún estás enfadada por lo de antes, pero no tenías por qué dejarme tirada... Este sitio es muy grande.

Ya... Lo siento. Ya se me ha pasado el enfado. ¡Pero no vuelvas a tocar mis cosas sin mi permiso!

Vale, vale... ¿Dónde dices que estamos, de cualquier manera?

Al menos no parece que lo leyeras con mucha atención... Ains.

Deberíamos aprovisionarnos para el viaje. Va a ser largo y no habrá muchos sitios en las llanuras en los que reabastecernos de comida, bebida y...

¡Zapatos!

¿Qué? No, eso no... ¡Oye! ¡Carla, vuelve aquí ahora mismo! ¡No tenemos dinero para esas tonterías! Ay, sagrada Hanon...

¿Eh?

Lo que me faltaba.

¡Lyn! ¡Lyyyyn! ¿Tú qué opinas? ¿Las botas negras o las marrones? Las negras son más prácticas, pero es que las marrones tienen estos dibujos enraizados dorados que... ¿Oh? ¿Quién es este?

Espera... ¿T-te refieres a mí? ¿Yo? ¿Hablas de mí? ¿Soy la compañía que es "mejor"?

Ay, madre...

Es la primera vez que... Soy... Yo soy... Mi nombre es... Aah... C-Carl... Carl...

¡Ja! ¡Creía que no preguntarías nunca! Soy de Lycia.

¡Lyn! ¡No seas bruta! Tenemos que tratar bien a nuestro... invitado.

A lo único a lo que pienso invitar a este merluzo es a que se pierda de mi vista.

Como me mires de esa manera una sola vez más...

No se acerque a mi amiga, caballero. Es de espada fácil. Yo, en cambio...

Tira para acá, Carla.

¡Au! ¡Aaau! ¡La oreja no! ¡Bruta, más que bruta!

Kent, mi buen compañero. ¿A qué viene esa reprimenda?

¡Ya es la tercera dama que espantas en lo que llevamos de día, so patán!

Tenemos una misión por delante, Sain. ¿O es que el sol de mediodía ha fundido la poca masa cerebral que te quedaba y lo has olvidado?

Ya lo sé. Pero, ¿cómo iba a callarme en presencia de tal belleza? Habría sido descortés.

Acabamos de dar media vuelta, Lyn. No te hagas la dura y admite que ha sido ver al pelirrojo y han despertado tus instintos.

Si hiciera caso a mis instintos ya estarías hecha rodajas. Hemos comprado todo lo que necesitábamos y la salida es en esta dirección, eso es todo. Ahora...

Claro, lo siento...

Gracias. Por lo menos tú pareces respetable.

SABÍA que el pelirrojo sí era tu tipo. Pillina.

...

¿Cómo dices?

Tú tranquilo, caballero. Déjala a ella con tu socio y yo te daré diversión para rato.

Buf.

¡Vamos, Carla! Se me ha agotado la paciencia. Y esta vez va en serio.

¿Qué? Pero... Pero... Ooh, de acuerdo...

¿Eh? ¿No querías...? Pensaba que...

¡Yo no soy tú!

¿Qué? ¿Es ella? Estás de broma. ¡Espera!

¿Serán los caballeros de la ciudad?

¿Ha venido mi caballero de brillante armadura a por mí! ¡Oh, qué romántico! ¡Nos hemos conocido hace diez minutos y ya no puede vivir sin mí!

... No, no son ellos. Estos buscan sangre.

¿Cómo? Espera... ¡Tienes razón! ¡Lyn, cuidado!

Te llamas Lyndis, ¿a que sí?

¿Cómo me has llamado? ¿Quién eres?

Lo que uno llega a hacer por oro... En fin: te ha llegado la hora. ¡Vamos, chicos!

Pero no me rendiré.

A ver, tranquilicémonos. Puedo buscar una ruta de escape. Puede que...

Por favor, él no. Cualquiera menos él.

¡Es éeeel!

¡Alto! ¡Vosotros! ¿Qué queréis? ¿Tantos contra una sola chica? ¡Cobardes, canallas!

Estoy lista para morir. Llevadme lejos de este energúmeno, bandidos, os lo imploro.

Y tú pareces tonto.

Eh, sin faltar, que anoche dormí poco.

¡Sálvanos, oh héroe!

Ugh...

¿Eh? ¿Yo?

Soy Kent, caballero de Lycia. Mi compañero se llama Sain. Te obedeceremos en esta batalla.

Espera... ¿Así, por las buenas? ¿Tengo cara de estratega o algo? ¿Huelo a libro viejo? Ni siquiera os he dicho que me especializo en eso.

Mi primera orden es que montéis en vuestros caballos, cabalguéis hasta Etruria y que no os tenga que volver a ver.

Creo que te vas a tener que tragar el orgullo y aceptar la ayuda esta vez, Lyn. No tenemos otra.

Lo sé, lo sé...

¡Sí! Esa soy... E-espera, ¿qué has...?

S-sí, claro, pero... Mi nombre... Yo...

¡Déjame asestar un golpe en tu honor, bella dama de verdes cabellos!

...

¡Aaah!

...

¡Sain, cabestro! ¿Por qué no has usado la espada?

Y tú, estratega, ¿por qué no le has ordenado cambiar de arma?

¿Eh? ¿Es a mí? Vaya, lo siento, no me había fijado.

Je.

Vaya un inútil.

¡Eh! ¡Eso no es lo que decías hace un minuto, Carl!

… Voy a ensartarte en esa lanza a la que tienes tanto aprecio, asarte junto a la hoguera y venderte a un mercader como una delicatessen del norte de Ilia.

Gulp...

Toma mi espada de reserva y úsala la próxima vez.

¿Estás seguro? ¡Gracias, Kent! ¡Eres más útil que un simple amigo feo!

...

¿Quién la tiene? ¿Yo? ¿Lyn? ¿La Sagrada Elimine?

Carla, déjame remediar el error de mi compañero.

¿Eh? Oh, si, claro. Ataca a ese bandido de ahí, Kent.

¡A tus órdenes!

Y así es como se hace, Sain. Ya casi está vencido; ¡A por el golpe de gracia!

¿Me habéis llamado?

Ya te has aprendido mi nombre, ¿eh? Vale, ataca al que se ha movido ahí abajo. Y esta vez asegúrate de usar tu espada.

… La cara Kent lo dice todo.

¡Sain! ¿Estás bien?

Yo sí.

¡Lo que dice Kent tiene sentido! Y este diálogo no es solo para que todos nos riamos un rato de lo inútil que es Sain, sino que el terreno sobre el que se encuentra una unidad realmente afecta a las estadísticas de la misma. En este caso, un bosque da un bonus de esquiva. Los tronos y puertas sobre las que se suelen encontrar los jefes enemigos dan defensa además de esquiva, e incluso encontraremos fuertes que recobrarán nuestra salud si nos colocamos sobre ellos un turno entero. Y esto son solo un par de ejemplos de lo que está por venir.

¡No tiene sentido discutir contigo! ¡Siempre tienes que tener la razón! ¡Estoy harto! ¡Toma tu estúpida espada, ya no la quiero!

Madre mía. Y tú estabas que no dormías por las noches por este hombre, Carla.

¡No exageres! ¡Sólo han sido unos minutos!

Va a envejecer antes de tiempo. Y entonces él se quedará los niños y yo me podré ir todas las noches a la taberna.

A ver, cállate un rato y escucha.

Que alguien le eche aceite hirviendo encima.

¿Eh? ¡Ah! ¿Me han herido? ¡Seré canalla!

Yyy... se acabó. Me has vuelto a mirar con ojos de viejo verde repugnante. Carla, pásame ese aceite hirviendo.

¡Oh, vamos, bella dama! ¡No te enfades! Ya he recuperado mi faz habitual, ¿ves?

No me lo pones mucho mejor... Iba a darte una poción, pero creo que estás bien. Da igual.

No sé cómo un brebaje ayudará mi herida de hacha, pero jamás rechazaría un regalo de una preciosidad como tú.

¿Ella es un Ángel del Amor y yo soy Carla? ¡Anda y que te la pique...!

Al colocarte junto a otra unidad puedes interactuar con ella. Lo más habitual es intercambiar objetos entre los inventarios de ambos. En el futuro veremos que personas que se lleven bien pueden tener conversaciones entre ellos (¡y a la larga casarse! Juguemos a ser Cupido) o la interacción Rescatar, con la cual el rescatado desaparece, uniéndose al rescatador a cambio de una notable empeora en sus estadísticas mientras lleve a hombros al rescatado, y puede ser “soltado” una vez el rescatador le haya puesto fuera de peligro.

¿Bella? ¿Yo? ¡Iiiih!

Ay, Carla, qué fácil es ganarse tu aprecio...

Las unidades montadas a caballo, pegaso o wyvern pueden moverse de nuevo tras realizar algunas acciones que no sean atacar (como usar un objeto o conversar). No obstante, no pueden hacer nada más que moverse esa pequeña distancia extra.

Uf. Uno menos. No me gusta admitirlo, pero matar bandidos es perfecto para deshacerse de esas ganas continuas de pegarle un golpe a Sain.

¡Pues yo no pienso ser menos! ¡Allá que voy!

¡Eh! ¡Oye! ¡No huyaaas!

¡Ja! Parece que te tienen miedo, Lyn.

¡No dejaré que los caballeros de Lycia se lleven toda la gloria!

¡Eso está mejor!

¡Eres increíble, bella dama! ¡Esa habilidad con la espada! ¡Esa gracilidad!

No hay duda... Tiene que ser ella.

Vale. Hemos rodeado al jefe, pero no os confiéis. Parece poderoso. ¡Trabajad juntos y le mataréis antes de que pueda reaccionar!

¡Kent, cuidado!

Este bandido de poca monta no es rival para mí, tranquilizaos.

¡Lyn! ¡El golpe de gracia, ahora!

¡Sí!

¡Lo hemos conseguido! ¡Buen trabajo, equipo!

¡Gracias! Pero ya sabes que ha sido un trabajo en equipo.

Siempre salgo encapuchada en los cuadros...

¿Vamos a matarlos también? A mí me bastaría con dejarlos convalecientes.

No me refería a eso...

Lycia... Ese es el país que está más allá de las montañas, en el suroeste, ¿no?

¿Madelyn? ¿Estás... seguro de eso?

Sí. La única hija de nuestro señor, el marqués de Caelin, se llamaba Madelyn. El hecho de que lo abandonara así le causó gran pesar.

Y este año hemos recibido una carta de lady Madelyn. En ella decía que ella, su esposo y su hija vivía felices en las llanuras de Sacae. El marqués no cabía en sí de gozo por saberse abuelo de una nieta de 18 años.

…

Ah...

Lyn... ¿Lyndis? Pero... ese nombre...

Falleció a una edad temprana.

¿Lyndis?

Ahora su único deseo es conocer al menos a la familia de su hija. Por eso estamos aquí. No sabíamos que Lady Madelyn había muerto días después de enviar la carta... Nos enteramos poco después de llegar a Bulgar.

Nos dijeron que vivía sola en las llanuras...

Oh...

¿Qué? ¿Conocías a mi madre?

Siento no haberla conocido directamente, pero he visto los retratos del castillo Caelin.

¿Lyn? ¿Es todo esto... cierto?

...

Pero para mis padres... Cuando estábamos solos, era Lyndis. Qué extraño todo.

Lyn, yo... Lo siento mucho...

No llores por mí, Carla. No es triste. Sólo... extraño. … ¡Espera!

¿Qué? ¿Cómo es posible...?

¿Lundgren? ¿Quién es?

Así, lord Lundgren se convertía en heredero del marquesado.

Lyn... Las cosas no funcionan así fuera de las llanuras.

Exacto.

Creo que su deseo de acabar contigo persistirá sin importar tus alegatos, mi señora.

Entonces... ¿Qué hago?

¿Qué... ? ¿Qué vas a hacer Lyn?

Lo siento, Carla, pero creo que está bastante claro.

…

¿Quién se lo hubiera imaginado? Nuestra pequeña Lyn, una hija de marqueses... Nunca lo hubiera dicho.

Ya... Ni yo misma tenía ni idea, la verdad. ¿Qué harás tú?

Creo que eso es algo que será mejor que decidas tú, Lyn. Este se ha convertido en tu viaje más que el mío.

Va a ser muy peligroso. He pasado de aventurera a perseguida. Ese tal Lundgren no me dejará en paz, si lo que dicen Sain y Kent es cierto, hasta que uno de los dos esté muerto.

Si el peligro es el único inconveniente que me pones... Sabes que voy a seguir a tu lado. Nos hemos enfrentado a bandidos juntas. Las fuerzas de un viejo aspirante a marqués no pueden ser mucho peores.

¡¿De verdad?!

¡Aquí estaré para lo que necesites, amiga mía! ¡Acabemos con ese tío tuyo que tanta manía te tiene!

¡Y yo y mi buen compañero Sain a vuestro lado, por supuesto!

¡Sain! ¡No escuches a escondidas las conversaciones de Lady Lyndis y Carla!

¡¿De qué hablas, pesado?! ¡Tú también estás aquí!

¡Vaya acusación gratuita, mentecato! ¡Yo sólo he acudido a salvar a las dos damas de tus oídos indiscretos!

¡Ya, y mi abuela es la marquesa de Ositia!

…

…

Je... ¡Je, je, je!

¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!

¡¿De qué os reís?!
Sain, la lanza verde y Kent, el escudo rojo
Los caballeros de Caelin. Sain es un jovial y deslenguado casanova que considera una “maldición” el hecho de sentir atracción por cualquier tipo de mujer. Aunque descuidado y pícaro, en los peores momentos se puede depender de él y tiene un corazón de oro. Su compañero Kent es más serio y humilde. Siempre sigue las normas y desaprueba del poco profesional comportamiento de Sain. Aunque es estricto y virtuoso, evitando cortejar todas las damas que conoce al igual que su socio, siente cierta devoción por Lady Lyndis. Ambos fueron entrenados en Caelin por el caballero comandante Eagler. Llegaron a Sacae por orden del marqués de Caelin, Lord Hausen, para encontrar y traer de vuelta a su nieta Lyndis.
El típico dúo de caballeros rojo y verde al que estamos acostumbrados y tanto amamos los fans de la franquicia, sólo que esta vez con los roles revertidos. En esta ocasión, el caballero verde (Sain) es increíblemente fuerte y con una velocidad decente, pero sus defensas y su habilidad están por debajo de la media. Eso significa que, aunque sea capaz de dar numerosos golpes bien fuertes, fallará a menudo y eso le dejará abierto para que masacren sus bajas defensas tanto físicas como mágicas. El caballero rojo (Kent) tiene la habilidad por los cielos y una velocidad incluso superior a Sain, por lo que casi siempre hará ataques dobles y acertará ambos... pero su fuerza, aunque no sea moco de pavo, es bastante inferior a la de Sain. Sus personalidades y armas también están revertidas, puesto que el típico caballero rojo de Fire Emblem normalmente es el joven impulsivo con lanzas y el verde su contraparte más calmada que usa espadas. ¡Un poquito de trivia nunca está de más!
En cuanto a mis preferencias... No suelo usar a ninguno de los dos a la larga, pues en el futuro se nos unirá un tercer jinete cuyas mejores estadísticas son las defensas (y en un Fire Emblem tener buenas defensas = win), pero he usado tanto a Kent como a Sain y nunca me han decepcionado. Cuando llegue el momento dejaré que seáis vosotros quienes decidáis si usamos a ambos, uno o ninguno.