Y esto es lo que pasa cuando a uno se le va un extra de las manos. Este pequeño VJ originalmente iba a ser un addon del de Chrono Trigger, pero al final decidí hacerle una sección separada porque... que demonios, es un juego aparte.
¿Que es Radical Dreamers, te preguntaras? Bueno, hay dos respuestas que puedo ofrecerte. La respuesta técnica es que es un juego desarrollado por Squaresoft y lanzado en 1996 para el accesorio Satellaview de Super Famicom, una especie de "proto" Nintendo eShop que te permitía descargar juegos y que costaba 14000 yenes (lo que hoy en día serian unos 85 euros) el condenado.
La respuesta "a nivel de lore" es que es un juego que vio la luz por necesidad, porque Masato Kato considero que Chrono Trigger dejo muchos cabos sueltos. Y si bien es cierto que responde mas o menos a algunas incógnitas, la verdad es que también da pie a muchas otras, así que la jugada les salio un poco regular.
En cualquier caso, el juego se quedo ahí durante 25 años, hasta que Square Enix decidió lanzar en 2022 un remaster de Chrono Cross incluyendo esta historia. Si bien la versión original ha recibido parches para traducirlo al inglés (y creo que a algo parecido al español), la versión del remaster esta oficialmente traducida en todos los idiomas que se puedan ocurrir, igual que Trigger y Cross.
A diferencia de ambos Chronos, que son RPG gordos de varias decenas de horas de duración, Radical Dreamers es una novela visual con pequeños elementos de rol que puede durar unas tres horas, así que, si te aburre leer, no me vengas a poner “muxo texto jaja salu2”.
Aviso, eso sí, que Radical Dreamers se pensó como una especie de “Chrono Trigger 2”, aunque hoy en día no es canónico porque el propio Kato lo considero un juego “hecho con prisas”. Aun así, muchos elementos de este juego, incluyendo personajes, piezas musicales y trozos de la trama, se volvieron a usar en Chrono Cross. Algunos de estos cachos de trama son spoilers gordos, así que, si aún no has jugado a Chrono Cross, allá tú si miras.
HISTORIA ALTERNATIVA - SOÑADORES RADICALES ~ LA JOYA QUE NO PUEDE SER ROBADA
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…
Me pregunto si aún te acuerdas…
De cómo nos conocimos… y de las aventuras en las que nos embarcamos…
A veces se me antojan un sueño, esos cálidos días de estío en los que cada momento significaba una nueva aventura… Esos lejanos días…
Fuiste como un trozo de estrella que cayó del cielo.
Y que conste que no lo digo solo por la de leches que me diste en su momento.
Oh, si, Serge no es un protagonista mudo en este juego, a diferencia de en Chrono Cross. De hecho, es el narrador, todo eso de arriba tendría que estar precedido de su avatar.
♫Un lejano día de verano
Bitelchús, Bitelchús… ¡uy, perdón!
Así me gusta, que empecemos demostrando confianzas los unos en los otros.
A veces me pregunto si de verdad somos los buenos de esta historia…
Somos ladrones buscados. Claramente NO somos los buenos.
Le trésor interdit… Bueno, espero que os haya gustado esa pequeña introducción, así como el resto de lo que vais a leer. Y no se lo tengáis muy en cuenta a Kid, ¿vale?
¡Oye, deja de pintarme como un monstruo, que todavía te ganas una patada en los cataplines!
El Serge de Radical Dreamers es considerablemente distinto al de Chrono Cross, tanto físicamente como en personalidad. Casi me parecería hasta correcto cambiarle el nombre…
Si juegas por primera vez a este o Chrono Cross en este remaster, te recomiendo que pulses Escape y configures no solo el teclado/mando, sino también la pantalla. No lo estáis viendo porque ya lo tenía cambiado, pero el juego viene por defecto con dos franjas negras a los lados que empequeñecen la pantalla, supongo que para imitar como se veía el juego en las televisiones antiguas.
Aparte de los botones típicos de dirección, para afirmar y negar y avance rápido, el juego también tiene uno para guardar la partida cuando gustes. Hay un buen motivo para querer guardar continuamente, ya lo explicare luego…
Calculo que habían debido de pasar ya tres años desde que conocí a Kid. Por aquel entonces, yo era un juglar errante que viajaba allí adonde le llevaran los vientos y los pies, donde unas baladas me pagaran la pernocta en un camastro. Fue en la lejana ciudad limítrofe de Regiora donde nuestros caminos se cruzaron. Desde entonces, me había arrastrado a toda suerte de aventuras… y desventuras.
Ay, Kid…
No te quemes los sesos, Regiora no es una ciudad ni en Chrono Trigger ni en Chrono Cross. De hecho, hay momentos en que se refieren a ella como un país.
La verdad siempre es algo distinta. En muchos cuentos y fábulas se habla de ladrones piadosos y compasivos que roban a los pudientes para compartir las riquezas con los pobres, pero Kid no era así. Era impulsiva, algo mandona, estaba obsesionada con el dinero y solía recurrir a las mentiras… Para colmo, no acostumbraba a prestar atención en absoluto a lo que le dijeran.
Todo sea dicho, no era tan mala persona como pudiera parecer, o eso creo. Supongo… Tenía sus momentos…
¿Por qué me pitarán los oídos? Que molesto…
Según me contaron, Kid y él empezaron a colaborar mucho antes de que ella y yo nos conociéramos.
Siempre portaba una máscara que cubría parte de su rostro y nunca supe cómo era en realidad.
El aura de misterio que lo rodeaba era tal que, en más de una ocasión, llegué a pensar que se trataba de un ser de otro mundo.
No es que Kid fuera un libro abierto precisamente en lo relativo a su pasado, pero si me hubieran dicho que Maguile no tenía pasado, me lo habría creído a pies juntillas. Y no solo era yo quien apenas lo conocía: incluso su propia compañera, Kid, ¡ignoraba su pasado! Qué tipo de persona fue antaño, qué vida llevaba… Nada de nada.
Un hombre que habla las cosas claras y directas, y una chica que te intenta vender la moto. Si, menudo grupito me he ido a buscar.
Kid, que iba a la cabeza del reducido grupo de asalto, se detuvo de golpe.
-Atentos, chicos. Parece que nos quieren dar la bienvenida.
Miramos a nuestro alrededor con cautela y nos percatamos de la multitud de ojos cuyas frías y crueles miradas perforaban la oscuridad.
Oí un leve gruñido.
Las sombras que acechaban en la noche nos rodearon.
¿En serio? ¿Gatos? Podrías haber dicho algo más amenazador, como tigres o lobos, ¿y eso es lo mejor que se te ocurre?
Oye, ¿Quién es el que está contando la historia? Pues silencio en el gallinero.
A la par que emitían gruñidos y hacían gala de unos afilados colmillos, fueron acercándose lentamente hacia nosotros y rodeándonos.
Sus ojos centelleaban en la oscuridad como si de luciérnagas se trataran… Hilos de saliva colgaban de sus mandíbulas, anticipándose a su comida…
De repente, uno de ellos lanzó un terrible y sonoro aullido hacia la luna. ¡Había llegado la hora de la caza!
Bueno, he dicho que Radical Dreamers no es un RPG como los Chronos, y técnicamente es así, pero eso no les impidió meter combates para hacer la gracia. Durante todo el juego solo tienes control directo sobre Serge, el cual… dicta mucho de ser un prota de RPG, vaya. Es patoso y se nota que tiene poca experiencia con las armas, así que muchas de sus acciones acaban mal o dependen de la suerte.
Serge también tiene una cantidad limitada de vida que vas perdiendo poco a poco al recibir golpes en combate y no se recupera al terminarlos (aunque existe la posibilidad de encontrar pociones tras ellas para recuperarse). Si pierdes toda la salud, pantalla en negro y un…
Y entonces, me moría.
Cachondo, pero totalmente anacrónico.
♫Vendaval
Si, este es el mismo tema de combate normal de Chrono Cross.
Serge es ágil, pero muy poco corpulento, y encima usa un cuchillo como arma, con el que no es demasiado hábil. Por todo esto, por regla general quieres evitar los ataques directos, y bloquear también suele fallar la mayoría de las veces. Además, si bien parece que Serge puede usar magia (o al menos, lo que equivaldría a los Elementos de Chrono Cross), casi nunca llega a poder conjurarlos, así que también descartados.
En su lugar, lo que quieres usar son las opciones que te permitan esquivar y hacer fintas, de forma que te permitan golpear sin recibir daños.
Tras emitir un terrible grito de dolor y agonía, se desplomó de bruces contra el suelo.
Sin embargo, también perdí el equilibrio y caí boca abajo al suelo.
Me di la vuelta y, con algo de dificultad, me puse de pie y me preparé para el siguiente rival.
¡Ejecutado sin impunidad!
Anda que estos dos se andan con chiquitas.
-Lynx, estás soñando si crees que unos cuantos bichos piojosos nos van a detener, ¡ja!
Kid cruzó los brazos y una mueca triunfal se dibujó en su rostro.
Mientras tanto, yo intentaba recuperar el aliento y luchaba contra la sensación de que las piernas me iban a fallar. Caí de rodillas en el suelo, abrumado por el feroz combate.
-Uf…
Había sufrido algunas heridas, pero nada grave. Un par de cicatrices que darían para una historia frente a la hoguera, pero que no me impedirían seguir con la aventura.
-¿Estás herido?
Maguile me observaba con su habitual cara inexpresiva.
-No te preocupes, Magui, se repondrá en un abrir y cerrar de ojos -respondió Kid, apartándole a un lado para inspeccionarme de cerca. -Puede que sea un poco enclenque, pero unos rasguños de nada no son como para enviar a alguien a la tumba.
Muy considerada no es que fuera.
Ahora bien, tenía razón. No era momento para lamentarse. Ni siquiera habíamos llegado a la mansión aún.
♫Bajo la luz de la luna
Hablando de estadísticas ocultas, la cantidad de salud de Serge no es la única. Según tus acciones, el afecto que Kid siente hacia Serge puede aumentar o disminuir. Durante este tutorial, darle las dos veces a atacar ha hecho que su afecto aumente (aunque la segunda vez también acaba con Serge recibiendo daños), mientras que darle a esta primera opción lo aumenta una vez más.
En realidad, se pueden comprobar ambos números si miras en los datos del juego. Serge empieza con 120 puntos de vida y pierde 20 con esa segunda acción que elegí durante el combate, mientras que Kid empieza con 38 puntos de afecto y ha ganado 10, 8 y 18 puntos respectivamente con las opciones que he elegido. Ya he dicho que pasa si Serge pierde todos los PV (recordatorio de que puedes guardar en todo momento), ¿pero de qué sirve el afecto de Kid? Altera un poco unos comentarios durante el final, pero tampoco excesivamente, así que no es algo que te deba tener en vilo.
-Bueno, tirando, que es gerundio.
Se dio la vuelta y se adentró en el bosque sin tan siquiera mirar si Maguile y yo la seguíamos.
Él, por supuesto, iba detrás de ella con un paso tranquilo pero seguro, como si no hubiera pasado nada.
Me puse de pie apresuradamente para no perderlos de vista. Separarme de ellos dos habría sido una idea terrible.
Entiéndeme, necesito tener cerca dos escudos de carne por si las moscas, ya has visto lo que ha pasado antes.
Lord Lynx era un noble que gobernaba el distante territorio de Regiora. No solo eso, sino que era el peor enemigo de Kid.
El objetivo del asalto nocturno a su mansión era una joya que guardaba en su cámara más secreta: la Llama Gélida.
Esta joya era todo un misterio y se decía que estaba imbuida de una energia infinita, además de ser de una belleza indescriptible. Esas cualidades la convertían en un tesoro como ningún otro.
Corrían rumores acerca de numerosos ladrones que habían intentado hacerse con ella, pero ninguno lo había conseguido.
Por conseguir, no consiguieron ni salir con vida de la mansión.
Y nos había llegado a nosotros el turno de probar suerte en aquella casa de los horrores.
Nos guiaba una chica cuya ambición era tal que convertía en posible lo imposible, cuyas ansias de venganza le proporcionaban una fuente ilimitada de energía, cuya obsesión por el dinero no conocía límites.
Cualquier otro diría que estamos apañados, todo sea dicho.
Siempre hay una ventana abierta en algún lado. No me preguntes por qué, pero siempre la hay.
Bingo.
-Por aquí llegaremos al ala oeste. Perfecto, pues no se nos ha perdido nada en el resto de la mansión esta noche. -dijo Maguile, alzando la mirada hacia el oscuro edificio que se erguía ante nosotros.
-Dicho y hecho. ¿A que estamos esperando?
Sin pensárselo dos veces, Kid se dispuso a saltar por encima de la veranda de la terraza con una pirueta.
-¡Ten cuidado! -susurró Maguile con tono severo.
A veces parece que sea tu hermano mayor… o algo por el estilo.
-Pero si lo encontramos, ¡le voy a dar una señora tunda! Y no va a haber quién me detenga, así de claro te lo digo. Je, je, je… ¡Ja, ja, ja!
Supuse que Kid se saldría con la suya, muy a nuestro pesar.
-Venga, no os quedéis pasmados, ¡que la noche es joven!
Saltó por encima de la veranda como un gamo y se adentró en la mansión.
Miré a Maguile y asentí con la cabeza en silencio. Seguimos los pasos de Kid y entramos en la guarida de lord Lynx.
La oscuridad nos engulló por completo…
Diez florines a que acaba atrayendo a todos los guardias.
No voy, sé que tengo las de perder si apuesto a que Kid no va a liarla de algún modo.
Madre, pero esto está más oscuro que la boca del Nu, ¿Cómo nos vamos a orientar?
Anda, que casualidad, si justo en el suelo había un mapa con toda la distribución de la mansión, que conveniente.
Probablemente demasiado conveniente, pero en fin… Es posible que Lynx guarde la Llama Gélida en sus aposentos, deberíamos empezar a investigar por allí.
A la hora de moverse, hay que tener en cuenta la orientación del grupo. Acabamos de salir de la terraza, así que, si fuéramos a la derecha, llegaríamos al almacén primero, y si vamos a la izquierda, nos daremos de bruces con una escalera.
Oh, y un consejo de regalo: Guarda frecuentemente a partir de ahora.
No sé por qué, pero tengo la sensación de que, en otro contexto, ya me habrían saltado al cuello veinte tipos de monstruos distintos.
♫Entrando en la mansión
Eh, un momento, las escaleras deberían estar a la izquierda según esto. ¿Es que este mapa lo ha dibujado un crío de cinco años?
Tus muelas.
♫Buscando en sigilo
Vale, vale, creo que ya lo entiendo. Debería estar a la derecha.
Por si las moscas, pero ¿estas totalmente segura que no prefieres que otro lleve el mapa?
¡Soy yo la que dirige, así que soy yo quien lleva el mapa!
¡Aja, aquí es, esta tiene que ser la habitación de ese cerdo!
¿Pero tú estás segura? ¿Con este olor a flores y unos adornos tan femeninos?
Aunque la sala estaba amueblada con todos los lujos, en su interior reinaba una desasosegante sensación de soledad.
Tras echar un vistazo alrededor, Kid fue la primera en romper el silencio.
-Este debe ser el cuarto de la niña de Lynx.
Vaya, quien lo iba a decir, el cuarto que parecía femenino no era el de Lynx.
Esos sarcasmos van a acabar costándote tragarte mi puño. Por la vía trasera.
Porque todo el mundo sabe que el lugar indicado para encontrar algo valioso en la habitación de una chica es su armario.
¡Oye, a ver que pretendes, pedazo de pervertido!
Abrí uno de los cajones con precioso revestimiento.
-Nunca en mi vida me he puesto algo tan elegante.
Sacó un traje de corte sencillo pero precioso, decorado con un estampado floral y tenue sobre un fondo blanco.
Se lo acercó al cuerpo como si lo llevara puesto y dio algunas vueltas alrededor de la habitación.
Resultaba tan grácil como una ninfa.
La tela flotaba en el aire como pétalos empujados por la brisa, y sostenía el dobladillo con tal naturalidad que pareciera haber pertenecido de siempre a la realeza.
Hay un buen número de eventos opcionales a lo largo y ancho de la mansión que no aportan nada a la trama, pero sirven para aumentar (o bajar) la afinidad con Kid. Este ejemplo da 20 puntos.
Interactuando con la caja, que en realidad era una caja de música, también habrías ganado algunos puntos (aunque menos), y habría sonado este otro tema.
♫Réquiem
Pero esta vez de verdad, espero…
Que si, pesado. Si huele a gato que tira para atrás.
En plena oscuridad, en el rostros de Kid se dibujó una siniestra sonrisa que me puso los pelos de punta.
La estancia tenía algo que me incomodaba mucho.
No tenía nada que ver con los muebles ni con la decoración (tanto su aspecto como su diseño parecían normales), pero había algo que no cuadraba en conjunto.
¿Sería esta sala un reflejo del propio Lynx? ¿Alguien aparentemente normal con un inquietante secreto tan solo a la vista para unos pocos?
¿O quizás me estoy comiendo demasiado la cabeza y el pavo va a ser de los más normalito que hay?
Ese tío tiene tanto de normal como tú de intelectual.
♫Mansión Ofidio
Efectivamente, el equivalente de la mansión en Chrono Cross tiene un tema muy similar.
Había un pedestal en una esquina cubierto con un ostentoso trapo de color escarlata.
Acerqué mi mano lentamente hacia él.
-Ten cuidado con lo que tocas -me advirtió Maguile.
Saqué la mano tímidamente.
Macho, casi se me escapa el corazón por la boca. Hablas tan poco que a veces se me olvida que estás aquí.
O quizás es que te falta estar más atento.
Era un espejo grande y antiguo, profusamente decorado con un estilo que ya había visto antes.
No parecía el tipo de objeto fuera de lugar en una vieja mansión como aquella. Sin embargo…
-Espera. Algo me huele mal – dijo Kid.
Mientras tanto, yo me quedé embelesado ante la efigie de Venus que se reflejaba en el espejo…
-¿Eso que es?
Kid miro perpleja a Maguile.
-Un espejo mágico en el que habita un espíritu. Este puede transitar de un espejo a otro y compartir su sabiduría con quienes le pregunten. Podríamos preguntarle algo.
No me lo digas dos veces.
-Quiero saber más acerca del pasado de Kid.
No, a menos que quieras salir de este sitio en un ataúd.
Kid se puso roja como un tomate.
Espejo: -Tus deseos son órdenes -respondió el espejo ignorando a Kid, quien me tenía agarrado del pescuezo y no paraba de regañarme.
Tranquilos, que esto no le cuesta PV a Serge.
¡Eso no quita que me esté reduciendo la talla de corbata!
La escena se vio envuelta en llamas y un grupo de hombres armados apareció.
Los hombres se llevaron a la mujer contra su voluntad y los niños fueron desapareciendo poco a poco entre las llamas…
La imagen se centró en una niña. Permanecía de espaldas a las llamas contemplando el cielo nocturno, con sus lágrimas dejando surcos a través del hollín que le cubría la cara…
Tenía el ojo derecho rasgado como el de un gato…
-¡Para ya!
Kid lanzó un grito.
Fue entonces cuando la imagen del espejo se disipó.
Kid se quedó mirando fijamente al suelo con los puños muy apretados.
Un silencio absoluto llenó la sala.
Durante esta escena suena cierto tema que se usa en diversos momentos. Voy a guardármelo hasta el último de estos, para poneros los dientes largos.
Esta escena opcional no cambia la afinidad con Kid, aunque uno pueda pensar que sí, pero al menos añade algo de trasfondo.
Vale, pues en la habitación del idiota de Lynx no había nada. ¿Alguna idea mejor?
Volvamos arriba. Puede que en alguna de esas salas encontremos una pista sobre el paradero de la Llama Gélida, o al menos algo útil.
¡Y esta vez, nada de tocar nada raro sin estar seguros!
Kid empujó la puerta hasta dejarla entreabierta e inspeccionó el interior.
Cuando quise darme cuenta, ya había entrado. Maguile y yo la seguimos.
Me acerqué al escritorio y empecé a examinar los cajones.
Encontré un juego de plumas bien ordenadas, tinteros y artículos de papelería, es decir, nada interesante.
Lo que si me llamó la atención fue un pequeño retrato sobre el escritorio: una fotografía de una joven sonriente.
¿De quién se podría tratar?
-Es la niña que adoptó Lynx. Y dudo que fuera porque tuviera en mente ayudar a alguien en apuros… -dijo Kid mirando el retrato por encima de mi hombro.
Frunció la nariz con un evidente gesto de desaprobación.
-Bah… Ni siquiera es guapa.
¿Eeeeeh? ¿Eso que oigo es envidia?
No, y tu estas a un paso de no poder volver a oír nada.
-Vamos a escondernos bajo el escritorio.
-¡¿Qué?!
¡No hay tiempo! La urgencia me llevó a empujarla bajo el escritorio y yo hice lo propio instantes después.
El hueco bajo el escritorio resultó ser algo más pequeño de lo que anticipé y, a pesar de que intenté colocarme lo mejor que pude, Kid y yo terminamos liados en un extraño ovillo de brazos y piernas.
La puerta se abrió con lentitud.
Una luz titilante se derramó desde el umbral con calidez. Una silueta oscura se perfiló en la entrada.
Intenté meterme aún más en el hueco bajo el escritorio y contuve la respiración.
El visitante parecía no tener la intención de entrar, tan solo permaneció quieto en el umbral.
Trasgo: -Que extraño, creía haber oído algo… Pero el señor de la mansión está ausente, así que no tiene sentido que hubiera alguien en su estudio. Será mejor que temple mis nervios. Estábamos tranquilos hasta que recibimos las noticias de que el ejército de Palpori venía hacia aquí.
La silueta cerró la puerta y la oscuridad volvió a reinar en el estudio. La voz se convirtió en un susurro lejano.
Permanecimos quietos durante unos instantes, escuchando con atención por si decidía regresar.
Tan solo oímos los pasos, que se alejaban.
Mientras permanecía escondido y atento, un pensamiento cruzó mi cabeza…
Kid…
…olía muy bien.
Pero que mal rollo das a veces, macho.
Masajeándome la cabeza, salí de debajo del escritorio a gatas.
-Buf, como duele…
Kid salió del escondite, se puso de pie y me miró en el suelo.
-Vaya héroe estás hecho… ¿Te encuentras bien?
-Si, sobreviviré.
Kid echó un vistazo al estudio.
-No hay rastro de ese desgraciado de Lynx. Esta de suerte -resopló.
Ese golpe sí que le ha quitado 2 PV a Serge, aunque a cambio el afecto de Kid sube en 6. Con las acciones que he ido eligiendo, ahora mismo Serge tiene 98 PV de 120 y 100 de afinidad con Kid.
Palpori era una poderosa nación que gobernaba el continente meridional. Según había oído, eran tierras prósperas que habían disfrutado de un súbito y reciente desarrollo tecnológico, lo que les permitió estar más adelantados que los reinos colindantes. Por tanto, su presencia en esta zona, en medio de la nada, daba que pensar.
¿Acaso pretendían hacerse también con la Llama Gélida?
Por valiosa que fuera, se trataba de una joya, y se me antojaba extraño que una nación tan poderosa se interesara en ella. ¿Qué tendría de especial esa gema?
Gente, no avanzamos. Vamos a ver que hay en esas habitaciones tan chungas del otro lado del piso.
Anda que no le va el peligro a la niña…
-Vamos a ver que hay dentro…
Kid contuvo la respiración y llevó la mano hacia el pomo.
La puerta no estaba cerrada y se abrió lentamente…
-¿Qué se supone que es esta habitación? Está hecha un desastre.
Kid coló la cabeza por la puerta entreabierta para echar un vistazo rápido y comprobar si había alguien en el interior, y se llevó un chasco al examinar la habitación.
Oye, no voy a ser yo el que se queje de otra habitación en la que no pase nada.
Los rincones de la habitación estaban sumidos en la oscuridad y era imposible distinguir cuán grande era o qué apariencia tenían las paredes y el suelo.
Me dio la impresión de que la torre del reloj había sido reconvertida en una especie de almacén provisional.
Me adentré con cautela en su interior…
-No toques nada.
Miré hacia Maguile y vi que Kid estaba intentando sacar algo de entre las sombras.
Era una espada enorme, de apariencia un tanto vetusta.
En ese momento oímos una voz proveniente de las sombras.
Anciana: -Qué se supone que hacéis aquí, ¿eh?
Menudo susto me llevé…
-¿Quién eres?
Kid y Maguile se giraron hacia el lugar del que provenía la voz, listos para combatir.
¡¿Amigo o enemigo?! Dependiendo de la respuesta, recibirás una paliza más o menos pequeña.
-Bah, es solo una vieja pelleja. ¿A qué viene eso de asustarnos de esa manera?
Kid se relajó y adoptó una postura más calmada.
Maguile, sin embargo, permanecía alerta y escrutaba a la anciana.
Anciana: -Vaya. Vaya. Que niña tan impulsiva y pillina. ¿Has venido a visitar a algún amigo? Aunque en medio de la noche, lo dudo…
La anciana frunció el ceño.
Anciana: -Déjame que te estudie con atención… Vaya, veo que has venido a vengarte de Lynx, ¿eh?
¿Cómo pudo adivinarlo? El corazón me dio un vuelco, pues sabía sin lugar a dudas a qué habíamos venido.
También te digo que no es tan raro, con lo bocazas que es Kid, fijo que medio pueblo se ha enterado de nuestro objetivo.
A unas malas, solo tenemos que empujarla para dejarla en el sitio.
-…¿Y qué si eso es verdad?
Kid hizo como la anciana y frunció el entrecejo.
-¿Acaso te importa que hayamos venido a vengarnos de ese gañán de Lynx? ¿Vas a hacer algo para impedírnoslo?
Anciana: -Je, je, je. Siempre la misma actitud soberbia…
La anciana rompió a reír con tal energía que su frágil figura parecía que fuera a resquebrajarse.
Anciana: -¡Así se habla! Cómo me maravilla la osadía de la juventud. Y así es como han de actuar los jóvenes.
-¿Cómo dices?
Kid miró a la anciana con gesto confuso. Yo también estaba extrañado.
-¿Qué demonios quieres decir con eso?
Los ojos de Kid se humedecieron, pero su mirada permanecía fría.
La atmósfera de la habitación parecía haberse tornado glacial.
Tras soltar una risita, la anciana continuó su relato, como si no hubiera percibido el cambio en la actitud de Kid.
Anciana: -Era huérfana, la pobre. Quería vengar la muerte a manos de Lynx de una mujer que la había amado como a su propia hija. Pero, por mucho que siquiera vengarse, era tan solo una niña. No era en absoluto rival para los lacayos de Lynx y la apresaron sin problemas. Lynx es alguien a quien has de temer como aliado, pero aún más como enemigo. Si no hubiera sido por el oportuno rescate de un amigo, habrían ejecutado a la niña sin miramientos. Según los trabajadores y sirvientes de la mansión, hasta los espíritus que aquí habitan la compadecían y se apresuraron a salvarla. Me pregunto hasta qué punto la leyenda es real…
Aquí vuelve a sonar el tema que he mencionado antes. Por si no es obvio, es el tema de Kid, y suena en varios momentos donde nos hablen de ella.
La anciana clavó su mirada en Kid y sonrió.
El enfado de Kid se disipó por completo y se quedó embobada.
Anciana: -Si de veras quieres arrebatarle la joya a Lynx… Si ansías triunfar…, tendrás que abandonar un tesoro en tu haber, Kid. Pues hasta que te desprendas de él, las manecillas de tu reloj permanecerán inmóviles. No se moverán de aquel momento en el cual se pararon años atrás.
¡¿Quién eres?!
Anciana: -Je, je. ¿Yo? Tan solo una “vieja pelleja”, como dijiste. Perdonad que os haya entretenido durante tanto tiempo. Tiendo a hablar más de la cuenta. Suerte en vuestra aventura. Ah, antes de que me vaya…
La anciana se giró hacia mí.
O-oiga, que yo no tengo ningún pasado oscuro que analizar, eh…
Ah, bueno, eso sí, muy amable.
La anciana murmuró unas palabras mientras dibujaba unos sellos en el aire con sus raquíticos dedos.
Una tenue y cálida luz envolvió mi cuerpo por completo.
-¡Mira la vieja como se las gasta! Ese hechizo es bien poderoso.
Kid estaba impresionada.
Sentí como mis heridas se cerraban y curaban… Oí una melodía familiar que además calmó las heridas de mi corazón.
Uno de los pocos momentos que tienes para curar las heridas de Serge. Lo cierto es que hasta he tenido suerte porque podría estar mucho más bajo de salud.
-¿Quién narices era esa vieja?
Kid estaba aturdida, como si se acabara de despertar de resaca en la taberna El Cerdito Feliz.
-¿Y que quiso decir con aquello de que tenías que desprenderte de un tesoro?
-Bueno, aquí no vamos a encontrar ninguna respuesta, así que vámonos.
Maguile, con su indiferente actitud, nos devolvió a la realidad, como si para él no hubiera sucedido nada fuera de lo corriente.
-Sí, supongo que tienes razón…
Kid se apresuró hacia la puerta, ansiosa por salir de allí.
No, eso no le quita PV a Serge.
Es que estoy acostumbrando a sus hostias. En fin, seguimos adentrándonos en la boca del lobo, ¿no?
¿Pero tú eres una persona o un perro? ¿Qué demonios es ese olfato tuyo?
En todo caso, es una…
Tu termina esa frase, a ver lo que te pasa.
Si, señora.
-¡Qué pava soy! Está cerrada, ¡cómo no!
Kid probó a girar el pomo de la puerta unas cuantas veces y, tras desistir, le asestó una patada.
-Leñes, está protegida por una barrera mágica. ¡Y la barrera cuenta con otra barrera, por si fuera poco! Va a hacer falta algo más que darle una patada para derribarla.
Pero que tío más desconfiado es ese Lynx. ¿Qué será lo próximo, que la llave que elimine la segunda barrera esté protegida por dos puzles, cada uno en uno de los extremos de la mansión?
Ya que estamos aquí, vamos a ver que hay ahí arriba antes de volver a la guarida de Lynx.
Cuando llegamos a lo más alto de las escaleras, dimos con una vieja y pesada puerta que se alzaba imponente ante nosotros.
Un silencio sepulcral, unido a una atmósfera opresiva y pegajosa, acrecentaba aún más el mal presagio.
-Esto me da mala espina… -murmuré sin pensar.
-Oigo tenues susurros a través de la puerta -añadió Maguile, lo que no sirvió precisamente para levantar el ánimo.
-Muy bien, allá vamos…
Kid acercó la mano al pomo y abrió la puerta con lentitud, pero con firmeza. Oteamos el interior desde el umbral.
Padre nuestro, que estas en los cielos…
¡Deja de ser pájaro de mal agüero y tira para adentro!
-Creo que puede haber algo escondido aquí. Investiguemos en profundidad.
-¿Que examinemos una habitación vacía? Bueno, al fin y al cabo hemos subido todas esas escaleras… -farfulló Kid mientras entraba en la habitación.
Tras observar con detenimiento la estancia, me percaté de algo en el suelo.
La superficie de las baldosas estaba llena de arañazos y algunas incluso tenían manchas negras.
Las manchas hacían pensar en algo horroroso que ni la lejía más abrasiva podía limpiar. Una crueldad y tristeza inimaginables…
-Parecen marcas antiguas… y difíciles de descifrar. Algunas se han borrado. Veamos… “No aguantaré mucho más. Mi única esperanza es dejar aquí el sello de Acacia…”
-¿El sello de Acacia? ¿Qué es eso?
Por cierto, ¿no habéis escuchado como un “clic” o algo parecido?
El chirrido proveniente de arriba no cesaba y el techo empezó a descender.
-¡Mirad arriba!
Ah, no, ese truco ya me lo conozco.
¡Que mires, hostias!
¡Pues desde luego no me voy a quedar aquí a convertirme en un colador!
Reacciona rápido, que tienes solo unos segundos para elegir acción.
-¡Aaargh!
Kid cogió carrerilla y se abalanzó contra la puerta, golpeándola con el hombro.
La puerta era demasiado pesada y su frágil cuerpo rebotó contra ella.
-¡Leñe!
Maguile se lanzó contra la puerta, como impulsado por el viento, y la golpeó con una tremenda fuerza.
Los goznes crujieron y se movió un poco, pero permaneció firme.
Desesperado, yo también me lancé contra ella.
-Argh…
La fuerza del impacto recorrió todo mi cuerpo, pero el resultado fue el mismo.
Una vez… Dos… Y a la tercera…
La puerta se abrió de repente y nos desplomamos en el pasillo.
¿Pero qué…?
Detrás de nosotros, el techo había llegado a la altura del suelo y las cuchillas rayaban la superficie.
El chirrido metálico nos puso los pelos como escarpias. Nos quedamos embobados contemplando el aciago destino que a duras penas logramos evitar.
La maquinaria siguió funcionando durante un rato, hasta que dio por terminada su labor trituradora.
-Caramba, que sorpresa tan desagradable…
-Los draconarios de Acacia son una orden militar al servicio del general Ofidio, que solía gobernar la región de Galiburgo, al oeste. Más bien, “era” una orden militar. Fue el mismísimo señor de esta mansión quien, hace más de una década, los erradicó por completo.
Galiburgo tampoco es una ciudad en ninguno de los dos Chronos, pero asumo que en el paso a Chrono Cross la convirtieron en Termina, que es algo así como “el hub” y que efectivamente se sitúa al oeste de la mansión y tiene a Ofidio como su líder.
¡Aun no hemos sacado nada en claro y venir hasta aquí al final ha sido otra pérdida de tiempo!
Pues tocará volver hasta la habitación de Lynx, a ver si hay suerte y encontramos la llave de esa puerta. Otro viajecito hasta abajo, pues…
¡Parecía que estuvieran lloviendo babosas!
Cuando me quise dar cuenta, se estaban empezando a acumular alrededor de mis pies.
Se subían por mis piernas y yo, desesperado, me agitaba y sacudía para quitármelas de encima.
-¡Rápido! ¡Volvamos por donde vinimos!
Sin embargo, al dar la vuelta contemplamos aterrados como el pasillo se había convertido en una masa viscosa con vida.
Hombre, ya decía yo que mucho estaba pasando sin que apareciera algo. Como dije, este juego sigue teniendo elementos de rol a pesar de ser una novela, y eso incluye encuentros aleatorios. Si, mientras te paseas por ahí, puede que te salga al paso un monstruo con el que pelear.
Estas son las situaciones en las que el factor de salud de Serge entra en juego, ya que es aquí donde más vas a perder como no te pienses bien la jugada. Ahora bien, las decisiones se toman en tiempo real, de forma que, como te lo pienses mucho, te vas a llevar mucho más daño del que recibirías con una mala elección.
Me resbalé y Kid se estampó contra mí por detrás, tras lo cual ambos salimos volando por los aires y caímos sobre el manto de babosas.
¡Pero mira que eres patán, Serge!
Me echó una mirada reprobatoria, visible incluso a través de la máscara viscosa que le cubría el rostro.
Intenté levantarme, pero no dejaban de caerme encima.
La lluvia de babosas se había convertido en una lluvia torrencial.
Estuvimos a punto de darnos por vencidos, tan asqueados como nos encontrábamos.
Nos llegaban a la altura de las rodillas y parecía como si estuviéramos atrapados en arenas movedizas, desesperados por intentar avanzar.
No nos atrevíamos a hablar por si nos caían en la boca.
Y, por si no tuviéramos suficientes problemas, una masa sólida de babosas se materializó a nuestras espaldas.
¡La guadaña del monstruo me pasó rozando justo por delante!
Agache el cuerpo y traté de esquivar el golpe.
Por suerte, la guadaña apenas me rozó la ropa.
Ahora bien, no podía bajar la guardia.
-¡Un demonio! ¡Un puñetero demonio! -exclamó Kid.
-¡¿Entonces todas esas cosas no eran más que de mentira?!
Las babosas se esfumaron de repente.
¡Me alegría de saber que el sabor que tengo en la boca no es a babosa si no fuera porque ahora sé que es a demonio!
Me lancé hacia él corriendo por un lateral y con el puñal listo para atacar.
El tajo que le asesté se hundió en su carne como si esta se tratara de papel.
Pero la herida resultó tan solo superficial.
-¡Se está riendo de nosotros el muy…!
La risita demoniaca que emergía del ser me puso la carne de gallina.
Volví a alzar el cuchillo y me preparé para lo peor.
Mi mirada se cruzó con la del demonio y fue entonces cuando me di cuenta de que en su interior se entreveía una especie de brillo.
No podía apartar la vista. Mientras escudriñaba el interior de mi alma, su risita subió de intensidad hasta convertirse en carcajadas.
Y, tras susurrar unas palabras, se difuminó entre las sombras.
A pesar de que segundos antes se erguía por encima de nosotros, desapareció sin dejar rastro alguno.
-¿Qué ha sucedido? ¿Por qué ha decidido desaparecer como si nada?
-Tendría que ir a algún sitio, digo yo.
Kid se encogió de hombros, intentando aparentar indiferencia.
Yo no pude sacudirme de encima la zozobra que me inundaba tras el encuentro y contemplaba con inquietud la oscuridad en la que había desaparecido la malvada criatura…
Y eso es todo. Hay diversos eventos, algunos son combates a muerte como si fuera un combate aleatorio de verdad y otros son mini eventos como este. Lo que sí es verdad para todos es que, si bien estos combates puedes tratarlos como un puzle porque siempre hay una accion que es la correcta, también hay un factor de RNG que decide si tu acción tiene éxito o no; por ejemplo, cuando le he dado a que Serge esquivara, ha salido bien, pero tenía una posibilidad de fallar y recibir 10 puntos de daño.
Al final de estos eventos, los enemigos pueden dejar un objeto, que puede ser un objeto para que Serge se cure, o una bolsita con un objeto para Kid, que aumenta su afecto.
Por último, Serge hará un comentario sobre las heridas que se haya hecho, para que te hagas una idea aproximada de cuanta vida le queda, y Kid comentara como lo ha hecho Serge, cambiando progresivamente de reírse de el a hacerle un cumplido a preocuparse por él, también para que te hagas una idea de su nivel de afecto.
En realidad, por regla general quieres evitar estos encuentros, ya que no aportan nada más que aumentar la afinidad con Kid. Por ello, me reitero a lo que dije antes, guarda constantemente y, si en un combate te va mal, pues reinicias y ya. En cualquier caso, no voy a mostrar más encuentros aleatorios para no hinchar más de la cuenta las capturas.
Sabes perfectamente que tú también pedirías eso.
¿Eso era todo? Me sentí muy engañado.
-Espera, no me refería a eso… -dije.
Pero el espejo quedó en silencio y no parecía seguir escuchando.
-Parece que el espíritu del espejo ya no está con nosotros. -murmuró Maguile.
-¿En serio? Ja. Que despropósito… -refunfuñé.
Kid me miró con los brazos cruzados.
-Bueno, ahora que ya conoces mis medidas, puedes disculparte comprándome unos buenos trapitos, un par de botas y un anillo de los caros cuando salgamos de aquí, ¿no crees? Me lo debes. Y más vale que no se te olvide…
Esta vez sí que me había metido en un buen lío…
-En fin, el espejo ya no nos escucha. Podemos irnos de aquí.
Abandoné la habitación suspirando e intentando sacar cuentas de la parte del botín que ya había empeñado incluso antes de robar nada.
No sabría decir si esto ha aumentado o bajado a afinidad con Kid, pero la hostia que le ha dado sí que le quita vida. En cualquier caso, ahora que nos hemos reído, retrocedamos un momento en el tiempo y veamos la pregunta correcta.
Lo cierto es que no es necesario para descubrir la llave de la puerta, si sabes a donde ir.
La imagen del estudio desapareció en el espejo y se hizo el silencio.
-Parece que el espíritu se ha marchado a otro espejo -comentó Maguile-. Vayamos al estudio, entonces.
Mientras me disponía a salir de la habitación, un murmullo en el aire me hizo pararme en seco.
Espejo: -Ve con cuidado… Él está al tanto.
¿Era de nuevo la voz del espejo?
¿Qué querría decir?
-Date prisa o aquí te quedas, Serge -dijo Kid desde fuera.
Aún extrañado, fui corriendo tras ella.
No sé por qué, pero siento que esta ha sido una forma aburrida de obtener la información.
Yo me doy con un canto en los dientes con que haya sido rápido y fácil. Y ahora, tirando al estudio, otra vez a subir escaleras.
Que cabrones, han deshabilitado el menú para guardar aquí.
En fin, el libro que buscamos es morado y está lejos de la entrada, o sea, que es la tercera opción empezando por abajo. Pero claro está, hay distintas reacciones según le digas a Kid que lea un libro u otro. Para tu disfrute, aquí tienes todas:
¿Y ese libro azul? Bueno…-Libro azul cercano: Una historia romántica que hace que Kid llore como una magdalena.
-Libro rojo cercano: Una historia de venganza que hace que Kid se asquee.
-Libro morado cercano: Una historia de ficción donde se menciona a Neo Epoch.
-Libro verde cercano: Una parodia de la historia de Hachiko, pero con un trasgo.
-Libro azul lejano: ???
-Libro rojo lejano: Libro de ciencia con una explicación difícil.
-Libro morado lejano: Bingo.
-Libro verde lejano: Una historia sobre un triángulo amoroso.
-Libro blanco: Una historia de asesinatos.
Nunca hagas a una chica leer una novela tórrida asi por sorpresa.
¡Pero y yo que sabía que habría ahí escrito!
Decirle a Kid un libro incorrecto baja su afinidad en 10 puntos, y decirle que mire este último además resta 18 puntos de vida a Serge, así que ojo con hacer la gracia.
Kid sacó la llave del interior del libro.
-Vale, ¡hora al fin de echar un vistazo a ese tesoro!
Tras haber encontrado lo que buscábamos, salimos del estudio.
Decirle el libro correcto aumenta en 15 la afinidad de Kid, independientemente de si antes le has dicho otros libros o no.
Brillantes rayos de luz atravesaron la superficie de la puerta hasta desaparecer a medida que varias barreras mágicas se disipaban.
Arriba, abajo y a ambos lados, gamas de todos los colores se sucedían… De repente, se hizo la calma y la oscuridad volvió a invadir el pasillo.
-Vale, está abierta.
La pesada puerta se abrió despacio con un crujido…
En cuanto vi lo que había dentro, me quedé con la boca abierta.
Kid entró en la sala exclamando:
-¡Madre mía! ¡Nos ha tocado la lotería!
De la oscuridad emergió toda una enorme montaña de oro, plata, preciadas obras de arte y delicadas joyas.
Kid se quedó allí embobada mirando, aunque ¿qué ladrón no hubiera hecho lo mismo que ella?
Al fin y al cabo, era el tipo de tesoro que muy pocos podrían soñar con encontrarse. Incluso una mínima parte de tan tremendas riquezas habría bastado para cubrir de por vida los gastos del más derrochador.
Y si la peli de Aladdín me enseño algo, es que no podemos tocar nada.
Bah, que tío más aburrido.
No tiene sentido de la aventura.
Teniendo que lidiar con los dos, claramente alguno tiene que actuar con cabeza.
-¡Un momento! ¿Es eso? ¡Mirad aquel pedestal de allí!
Me giré para ver a qué estaba señalando Kid.
Allí estaba, una joya pequeña, pero de un diseño exquisito que emitía un brillo rojo y pálido… Una joya que se asemejaba a una llama centelleante suspendida en el tiempo…
¡La Llama Gélida!
-Tienes razón. Al fin y al cabo, es a Lynx a quien nos enfrentamos. Igual podría haber alguna trampa. Deberíamos ir con cuidado.
-Grrr… Habría que darse prisa. Pero bueno, lo que tú digas -dijo Kid a regañadientes y mirando hacia otro lado.
No, esta decisión no afecta a nada. Pero tiene más sentido así.
-Vale, ya podemos continuar.
Maguile estiró la mano con cuidado y se hizo con la joya de color rojo.
¡Tatatachán!
¡Serge y sus amigos se han hecho con la Llama Gélida!
Creo que así sonará más chulo cuando escriba mis memorias.
-Esta cosa es falsa. Seguro que Lynx guarda la original a buen recaudo.
-¡¿Cómo?!
¡De repente, saltó una alarma!
Una luz intensa bañó la sala y varios barrotes metálicos cayeron justo en frente de la puerta.
Me giré sobresaltado y vi a Kid congelada, con una corona llena de adornos en las manos y los ojos abiertos de par en par, con una extraña cara de sorpresa.
¡Tatatachán!
¡Kid y sus amigos se han hecho también con una corona dorada!
¡Aladdín tenía razón, siempre tiene que haber alguien que la líe!
¡¿Pero cómo podíais esperar que me resistiera a llevarme algún souvenir?! ¡La culpa es vuestra por no tenerme vigilada!
-Estamos en apuros. No tenemos escapatoria -dijo Maguile mientras examinaba los barrotes que cubrían la puerta.
Quien lo hubiera visto en aquel momento no se hubiera imaginado que las cosas iban mal…
Trasgo1: -¡¿Por dónde?! ¡¿Por dónde?!
Trasgo2: -¡Los loros! ¡Los loros! ¡A la cámara! ¡A la cámara!
A lo lejos se oyeron varias voces. Los guardas de la mansión venían a por nosotros.
Kid se escondió debajo de una montaña de monedas de oro.
-¡Escondeos en algún sitio!
Presa del pánico, eché un vistazo a la sala.
Había un gran cofre abierto junto a una columna. Fui corriendo a vaciarlo, me metí de cabeza en él y lo cerré conmigo dentro.
Uno de ellos escudriñó toda la estancia, estirando bien el cuello a medida que examinaba las sombras.
Trasgo3: -Capitán, ¿y si esta vez sí que ha sido un ratón?
Trasgo4: -El chef se quejaba el otro día de que había alguno por aquí, capitán…
Capitán: -¿Un ratón? ¿Un roedor? ¿Una rata? ¿Podría una criatura tan pequeña haber activado la alarma? -respondió el supuesto capitán, un trasgo corpulento y rollizo.
Fue en ese momento cuando oí un sonido extrañamente familiar proveniente de una esquina de la sala.
-¡Ñiii, ñiii!
Venía de donde Kid se había escondido.
Sorprendidos, los trasgos se detuvieron y se miraron los unos a los otros.
Todos se quedaron callados durante un rato.
Finalmente, el capitán se frotó la cara y dio su opinión.
Capitán: -¿Ratones? Juraría que el chef se quejaba de que había gatos.
¡Miau! ¡Miauuu!
De nuevo la misma voz.
Esta chica es tonta cuando quiere.
Me imaginé a Kid devanándose los sesos para intentar adivinar qué era un Heclan.
Capitán: -Aquí hay gato encerrado… Y por gato, me refiero a un ladrón…
Siguiendo las órdenes del capitán, los guardas sacaron sus armas, pero un ruido les interrumpió:
-¡Hec, hec! ¡Hec, hec, hec! ¡He-claan, heclaan! ¡He-claaan! ¡He-claaan!
Capitán: -¡Escuchad! Va a resultar que sí que era un Heclan.
Los trasgos sonrieron y asintieron los unos a los otros.
Trasgo1: -¡Pues vaya susto nos ha dado!
Capitán: -Vámonos de aquí, chicos.
Los trasgos fueron saliendo uno a uno de la cámara acorazada.
Suspiré aliviado…
¡Pero enseguida volvieron a entrar con un grito!
Capitán: -¡Los heclanes no existen!
-¡¿Eh?! ¡Malditos trasgos del demonio! -gritó Kid, dando un brinco desde debajo de la montaña de monedas de oro.
Capitán: -¡Mira quien fue a hablar!
Los trasgos fueron avanzando hasta arrinconar a Kid mientras blandían sus armas de forma amenazadora.
Estos trasgos tienen que estudiar más sobre… no sé, zoología, por ejemplo, si creen que no los Heclan no existen.
De verdad que no sé cómo tomarme la absurdez de esta situación que estoy viviendo ahora mismo.
Da igual lo que escojas, que te tocara pelear. La única diferencia es que, si dices de huir, Kid le dará luego una leche a Serge, aunque no afectara a su afinidad.
Todos los trasgos se dieron la vuelta de golpe en mi dirección.
Pude notar como los ojos de cada uno se clavaban en mí.
Capitán: -¡Idiota! ¿Tienes prisa por morir o qué?
Tragué saliva y pensé en si no hubiera sido mejor aprovechar para salir huyendo…
Capitán: -Ah, ¡los humanos son tan, pero tan idiotas!
El capitán de los trasgos soltó una carcajada y se relamió los dientes.
Trasgo2: -Sí, se ve que tiene ganas de morir. ¿Quién iba a ser tan imbécil como para atreverse a robar el tesoro de lord Lynx?
-¡Ja, ja! ¡Esta sí que es buena! ¡Un trasgo llamándonos idiotas! ¡A ver si sigues así de chulo cuando te haya mandado a llorar a tu mamaíta!
Parecía que Kid no se sentía demasiado intimidada.
-¡Y le dices que ha sido Kid quien te ha partido la cara!
Capitán: -Conque tú eres Kid, ¿eh? Esa ladrona con los dedos tan largos de la que tanto hemos oído hablar.
El trasgo entornó los ojos.
Capitán: -¡Je, je, je! No me quiero ni imaginar la recompensa que me dará lord Lynx por tu cabeza…
Vamos, que mejor me olvide de arreglar esto de forma pacífica, ¿no?
¡La posibilidad de ir en paz se esfumó cuando dejaron claro que no podría marcharme con los bolsillos llenos!
-Anda, ¡cierra el pico y come bota!
Tras decir esto, Kid lanzó una velocísima patada giratoria.
Su bota impactó contra la cabeza de un trasgo, se oyó un gran crujido y este acabó rodando por el suelo.
Capitán: -¡Id a por ellos! El chico parece más débil. ¡Empezad por él!
El capitán de los trasgos giraba la bola metálica de su lucero del alba en el aire.
Capitán: -¡¡¡Trasgazo destructor!!!
Trasgo4: -¡Si, señor!
Los trasgos cargaron desde la otra punta de la sala obedeciendo las órdenes de su capitán.
Bueno, vamos a resumir esto un poco, pero haceos a la idea de que estos trasgos no son como los que puedes encontrar aleatoriamente por los pasillos. No solo hacen mucho más daño, sino que tampoco siguen un patrón establecido, de forma que tanto sus acciones como el hecho de que las acciones tengan éxito o no son totalmente aleatorio.
En general, tienes las de perder si intentas pelear directamente, tu única opción válida es esquivar, y aun eso puede salir rana. Maguile y Kid atacaran a los trasgos uno por uno, así que solo hay que aguantar cuatro turnos.
Los golpes de los trasgos hacen 10 o 20 puntos de daño, intentar atacarles puede acabar con Serge recibiendo 10 puntos de daño, y el peor resultado de todos es que te den una patada en el costillar, lo que te quita 28 puntos de vida. Pobre de ti como hayas perdido muchos puntos de salud en los combates aleatorios o no te hayas curado al menos, puedes acabar MUY mal este combate. Si es que lo acabas…
Dentro de lo que cabe, podría haber acabado mucho peor, “solo” me he llevado dos golpes, aunque creo que han sido de los que duelen.
Siento que necesito veinte bolsas de hielo, una muleta para cada extremidad y unas vacaciones. Especialmente eso ultimo.
Seguidamente se detuvo y se me quedó mirando…
-Ais, Serge. ¿En qué narices estabas pensando, tontaina? ¿Para qué atrajiste la atención de los trasgos? No hacía falta.
Kid me miró con ternura, el azul de sus ojos resplandecía como si fueran el brillo pálido de la luna. Incluso parecía estar algo azorada…
Dirigió la mirada hacia el suelo, cubriéndose el rostro.
-Gracias… Nunca olvidaré lo que ha sucedido esta noche. Incluso aunque nuestros destinos tomen caminos diferentes o nunca nos volvamos a ver… Jamás lo olvidaré.
No, aunque pueda parecer que sí, esto no te aumenta la afinidad con Kid.
Ya, bueno, si tú lo dices…
-Vale, sí. Eso ya lo sabemos. ¿Acaso tengo yo la culpa de que Lynx haya decidido ponernos las cosas tan tremendamente difíciles?
Kid, enfadada, dio media vuelta en dirección a la puerta.
Toda su atención volvió de repente a la montaña de trasgos derrotados.
-Mmm… Estos tipos dijeron que eran la guardia de élite de Lynx, ¿no? Seguro que algo importante llevan encima.
Dicho esto, Kid comenzó a registrar los bolsillos del capitán de los trasgos sin ningún miramiento.
Era como una hiena rebuscando entre la carroña…
¡Vaya, vaya! ¿Qué es esto?
-Mmm, parece que no hay nada más que merezca la pena, a menos que consideres útiles algo de pelusa e hilos.
Kid se puso de pie y echó un vistazo a su alrededor.
-La verdad, sería una pena dejar aquí todos estos tesoros abandonados… Aunque supongo que siempre podemos volver a por ellos.
Kid se giró hacia nosotros y esbozó una sonrisa.
-¡Vale, chicos! ¡Hora de moverse! Pronto se hará de día.
-Ese medallón con forma de mano es nuestra única pista de momento -murmuró Maguile como si hablara consigo mismo.
Tras unos tensos momentos, abandonamos la cámara en busca de la verdadera Llama Gélida.
¿Cómo que pronto se hará de día? Si apenas llevamos aquí una hora…
Que curioso, y yo tengo la sensación de que llevamos como una semana aquí. En fin, sea como sea, vamos a algún sitio donde no hayamos estado antes, fijo que ahí es donde encontraremos la utilidad de esta cosa.
Esto no da mal rollo para nada, no, señor.
-Leñe, ¡que fría está!
Kid recogió agua de la fuente formando un cuenco con las manos.
Me acerqué a ella y, apoyando la mano en el borde marmóreo de la fuente, contemplé el agua cristalina.
Unas sombras se vislumbraban bajo la superficie del agua.
-¿Crees que esos peces son poco comunes? Es decir, valiosos…
Kid se inclinó sobre el borde.
No alcanzaba a ver el fondo y me pregunté cuán profundo sería.
Una de las sombras empezó a hacerse cada vez más y más grande…
-¡Hala!
Con cierta precaución por el posible riesgo que pudiera entrañar, Kid se alejó del borde de un salto.
¡Ñam! Un pez surgió del agua e intentó morderla, ¡con unos dientes que parecían afiladas sierras!
Aterrado, vi como las sombras se arremolinaban en la superficie.
Los pirañodontes habían detectado presas. Al poco tiempo, tan solo se oía el borboteo del agua y las dentelladas al aire de los peces que saltaban de la superficie.
-Madre mía…
Incluso Kid parecía nerviosa y dio otro paso hacia atrás.
¿Cuántos pirañodontes había en esa pila? ¿Y si fueran capaces de saltar con ímpetu y llegar a atacarnos?
Unas gotas frías de sudor me recorrieron la frente…
La fuente no cesaba de expulsar agua escarlata. La alberca también cambió de color y… ¡el agua empezó a desbordarse!
Sin saber bien qué hacer, contemplamos atónitos la escena. Pero reaccionamos en cuanto nos percatamos de que el agua se desbordaba con rapidez.
Los pirañodontes empezaron a saltar y a lanzar dentelladas, cada vez más agitados.
¡¿Pero que puñetas es esta casa de la risa?! ¡Ni que el arquitecto fuera Norstein Bekkler!
-Kid, salgamos de aquí cuanto antes.
Aterrorizados, corrimos hacia la puerta para regresar al pasillo.
Los dientes de los pirañodontes se clavaban en mis piernas, el dolor era casi insoportable; pero si quería salir con vida, tendría que aguantar el dolor hasta llegar a la puerta.
Sofocado por la acción, logré llegar hasta el pasillo exterior.
No puedes alcanzar la otra puerta ni acabar con los peces, cuanto más rato te quedes en la sala, más daño recibirás, hasta que Serge muera.
Mami, ya no quiero estar en la mansión de Lynx…
Te jodes, porque de aquí no nos largamos hasta que mami se haya hecho con su joya.
-En cualquier caso, no podemos pasar por aquí, así que mejor nos volvemos.
Sin más opción que dar la vuelta, abandonamos el atrio de la fuente.
Pues ya me dirás tú que hacemos, porque más camino no es que haya.
Bueno, el mapa aún señala otra habitación arriba y… ¿eh?
-Una estatua mágica que puede distinguir si estás mintiendo. En caso de hacerlo, te muerde hasta arrancarte la mano.
Maguile consideró que era mejor contar la historia en pocas palabras para evitar que Kid perdiera el hilo y metiera, incauta, la mano en la boca.
-¿Qué pinta aquí entonces?
-Supongo que forma parte de un mecanismo…
Seamos realistas, Lynx tendría un artefacto capaz de arrancar los miembros a alguien solo por hacer la gracia, sin necesitar ningún otro motivo.
-¿Dijiste que “tan solo” hay que meter la mano en su bocaza? Venga, probemos, a ver qué ocurre.
Con cara de traviesa, no dudó un instante y metió la mano en el agujero con forma de boca.
Por cosas asi es por las que a veces te tengo que llevar con una correa.
-Ja, ¿quién va a ser, tonto? Pues yo…
Kid contestó sin pensárselo dos veces y, en un abrir y cerrar de ojos, su cara se torció de dolor.
Los dientes de la escultura de mármol se cerraron alrededor de su mano.
-¡Me ha mordido! ¿De qué va esta estatua de tres al cuarto? Todo el mundo sabe que eso es ver… ¡Au!
La escultura volvió a morderle la mano en cuanto hubo hablado.
Tranquilos, que Kid no tiene un medidor de vida del que haya que preocuparse.
¡¿Y tu padre, tiene un medidor de vida?!
¡Cualquier cosa que se te ocurra! ¡El verano es caca! ¡La tortilla está más buena sin cebolla! ¡Dragon Ball es el mejor manga de la historia! ¡Lo que sea!
Kid, para variar, no nos estaba prestando atención, sino que adoptaba posiciones extrañas con tal de dar patadas a la estatua.
-Eh, barbas, ¡suelta mi mano de una vez!
Plantó ambos pies a los lados de la escultura e intentó liberar su mano haciendo fuerza hacia atrás.
Empujó con ganas… Dio patadas… Gruñó y se tensó…
Y, en el momento más inesperado, ¡su mano quedó libre!
¡Hostias, cuidado que voy!
Me acerqué para inspeccionarla y vi una pálida lengua de color carne.
-Deduzco que hemos de colocar algo en esta ranura -mencionó Maguile.
-¿”Algo”? ¿El qué?... -pregunté yo.
Kid se quedó sumida en sus pensamientos durante un rato.
Luego decidió sacar de su bolsa todos los objetos que llevaba consigo.
Su colección estaba formada por toda suerte de trastos, que llevaba escondidos en cualquier lado: en los bolsillos, botas… ¡e incluso en la trenza!
-Muy bien, Serge. ¿Qué te parece si metes tú ahora la mano en esta estúpida estatua?
Kid me lanzó una sonrisa pícara mientras sostenía sobre la palma de las manos su colección de trastos.
Estaba claro que no pretendía volver a exponerse a que le arrancaran la mano.
Ella tan maja, como siempre.
Entre refunfuños, decidí coger un objeto…
Menos mal que tengo experiencia jugando al Cocodrilo sacamuelas.
A ver, entiendo que lleves un espejo más pintalabios, una lima y, sobre todo, un petardo. ¿Pero que puñetas hace un ciempiés en tus bolsillos?
Oye, una nunca sabe cuándo le hará falta una fuente rápida de proteínas.
Cogí el medallón en forma de mano que habíamos encontrado.
Examiné las runas, pero seguía sin saber lo que podrían significar.
Allá voy. Introduje el medallón en las fauces de mármol de la Boca de la Verdad.
Justo en ese momento, los ojos se abrieron y el muro vibró ligeramente.
La boca de la escultura emitió un ligero ruido sordo.
Roca: -Esta es, sin duda, la verdad absoluta del universo.
-¿Has oído eso?
-S-sí…
-Parece que ni la Boca de la Verdad ha podido resistirse ante la verdad del universo.
Maguile respondió de forma inexpresiva, como de costumbres. Y eso que pensé que estaba tratando de hacer una broma.
-Espera, ¿dices que esa cosa servía para mostrar la verdad del universo? Entonces… ¡¡¡¿cómo se te ocurre colársela por el gaznate así sin más?!!! ¡¡¡¿Sabes cuánto podríamos haber sacado por eso?!!!
Kid dio una patada al suelo frustrada y chasqueó los dedos.
Pero si es un disco de piedra, ¿Cómo demonios quieres sacar esa “verdad” de ahí? Nadie te lo compraría.
Cosas más estúpidas he conseguido colocarle a algún pringado.
-¡Anda! ¡Menuda suerte hemos tenido! Nos hemos librado de ser pasto de los peces -dijo Kid sonriendo mientras se vaciaba el agua.
Cruzamos la sala ya sin agua en dirección a la salida del otro extremo; teníamos que continuar explorando.
A ver, el mapa dice que a la izquierda hay unas mazmorras, pero ahí no se nos ha perdido nada, asi que…
Una leche, hay que explorar todas las partes de esta casa de locos, yo ya me creo que el maldito de Lynx haya escondido la Llama Gélida hasta en el florero de la entrada.
-Intuyo que estos son los calabozos de la mansión -respondió Maguile concentrado y con los ojos cerrados.
-Puedo oír los gemidos de alguien que yace en las sombras al otro lado. Pero no hay nada que podamos hacer, así que no deberíamos de preocuparnos de momento. Vayámonos.
Dado que no supimos cómo atravesar la puerta, volvimos de nuevo al pasillo.
Pues lo que yo decía.
¡Hasta la última piedra si hace falta!
Pues parece que esto da a una armería y a una cocina… oye, pues no me quejaría yo de pegarme un desayuno a expensas de Lynx.
No sé, me da reparo pensar en las cerdadas que comerán estos tipos…
Nada, pasando de la comida. Esa armería puede tener cosas útiles. O, en su defecto, lo mismo encontramos a alguien más a quien cascar.
Ella siempre pensando en su diversión, y a los demás que nos den.
Kid abrió la puerta.
No oímos ningún ruido en la sala desde fuera, así que pensamos que estaría vacía. Sin embargo, dentro había un trasgo solo.
Estaba sentado en una silla con un libro en la mano.
Frente a él, una mesa con una taza de té que despedía un ligero y delicado aroma.
-Lo siento, colega, pero no estamos de visita. ¡Suéltanos ahora mismo la llave de los calabozos si quieres vivir!
Kid clavó el cuchillo en la mesa para apoyar su argumento.
Sin embargo, el trasgo no se inmutó.
Grismeldo: -Ah, tú debes ser Kid. Es un placer tenerte aquí. Llevaba tiempo queriendo conocerte. A todo esto, eres incluso más encantadora de lo que se rumoreaba…
El cuchillo de Kid voló por los aires antes siquiera de que el trasgo acabara la frase.
Con un rápido gesto de muñeca, el trasgo detuvo la hoja con la contraportada del libro a apenas unos centímetros de su rostro.
La leche, menuda parada, ni que se lo hubiera sacado de un manga.
Me supera hablar con un trasgo educado, siento que las tripas se me revuelven solo con pensar esa idea…
El trasgo lanzó el libro por encima de su hombro y lo encestó en una papelera que había cerca.
Grismeldo: -Dejad que me presente. Soy Grismeldo, el guarda que vigila en estos momentos la mansión. No os quedéis ahí de pie. Tomad asiento y algo de té, si queréis.
El trasgo nos hizo un gesto para que nos sentáramos.
¿Estaría tratando de envenenarnos?
Si mal no recuerdo, en la versión original se llamaba Esmeld.
Uh… La situación me da muy mala espina, pero si a Maguile le parece bien, no veo por qué yo debería desconfiar…
Es que llevo horas de pie y estaba ya cansado.
Decidí fiarme del instinto de Maguile y me senté a su lado. Estaba convencido de que tenía algún plan en mente.
Kid no parecía dispuesta, sin embargo, a sentarse y escuchar. Prefirió quedarse de pie y de brazos cruzados, mirando al trasgo sin fiarse de él.
El trasgo sirvió tres tazas de té y nos dijo:
Grismeldo: -Aquí tenéis.
Sin mostrar el más mínimo reparo, Maguile cogió la taza y se la llevó a la boca.
Luego dio un trago al té y volvió a colocar la taza sobre su platillo.
No me quitaba de la cabeza que quizá estuviera envenenado, aunque al mismo tiempo su olor me embriagaba. Sin ser consciente de ello, pude ver que ya tenía la taza en mis manos.
-¡Pues está muy bueno! -exclamé. Jamás había probado un té tan rico.
Noté cómo todos mis dolores y molestias se calmaban.
Eché un vistazo a Kid, quien no dejaba de soplar el líquido de la taza.
Fue entonces cuando me acordé del pavor que le tenía a quemarse la lengua.
Este es el segundo evento que restaura la salud de Serge. Muy necesario, después de la paliza que ha podido ser la pelea en la cámara del tesoro.
Antes de “responder correctamente”, vamos a reírnos un poco con esa primera opción.
-Danos la llave y te permitiremos seguir con vida -dije, esforzándome por sonar lo más amenazante posible.
Grismeldo: -Si me matáis, jamás sabréis dónde se encuentra. Estaríais toda la noche buscándola y no daríais con ella.
Era obvio por su tono que no se sentía amenazado en absoluto.
A grandes malos, grandes remedios.
Me acerqué lentamente a Grismeldo y saqué una fotografía con un gesto casi mágico.
-¿Qué te parece un trueque? -le susurré al oído.
-Lo siento, pero no me interesa lo que me ofreces. Este “tesoro” me traería más problemas que alegrías.
Era obvio que no iba a morder el anzuelo.
Grismeldo: -Además, no anhelo ganancias materiales.
-¿Qué es lo que quieres entonces?
La gracia es que esta opción esta censurada. En la versión original Serge no saca discretamente una foto… saca una colección entera. Esto hace que Kid se mosquee bastante, dándole una hostia importante que le quita la preciosa cantidad de 40 puntos de salud y reduciendo su afinidad en 30.
¡Chicos, hacerle fotos a escondidas a las mujeres es un crimen muy feo, y os lo dice una ladrona buscada!
Bueno, pues ahora veamos la otra opción… o seguimos con esta, da lo mismo, la conversación seguirá igual a partir de aquí.
Grismeldo: -O eso es lo que a mi jefe le hubiese gustado que dijera… Pero no, no aspiro a semejantes atrocidades. Además, dudo que fuese un rival digno.
Grismeldo comenzó a reírse mientras decía eso.
Grismeldo: -Mi mayor pasión es la buena conversación, algo en lo que mis compañeros no son demasiado duchos. ¿Tal vez tengáis alguna historia que compartir conmigo? Estoy seguro de que unos ladrones de vuestra reputación tendrán más de una aventura que relatar -dijo Grismeldo con una sonrisa.
¿Una historia? Si, claro, fijo que Kid se sabe…
Maldita sea, ¿es que ha calentado esto en el mismísimo Orodruin o qué?
Supongo que no. Pues nada, a ver, déjame que piense…
¿Cómo empezaba?
Había una vez una muchacha que deambulaba de noche sola por el bosque.
Juraría que mis recuerdos eran más o menos acertados.
Sabía el final al que quería llegar, al menos.
Respiré hondo y comencé mi historia:
-Oye, Serge. Esta chica no se llamará por un casual Kid, ¿verdad?
La voz, en la cual intuía un ligero tono amenazante, hizo que me quedara petrificado.
¿Qué? Si me lo estoy inventando…
No me digas que en realidad hiciste todas esas cosas de pequeña…
¡Que no, que es mi personaje original, no me lo robes…! ¡Agh!
Me preparé para una posible bofetada.
Pero antes de que eso ocurriera, Grismeldo la instó a que parara.
Le susurró unas palabras al oído y le entregó una pequeña bola.
Sus ojos brillaron como gemas y pareció quedarse muy satisfecha.
Puedes contarle también la historia del girasol, te dará la llave igualmente. Lo único que cambia es que entonces a Kid le parecerá una historia bonita y Grismeldo la encontrará más aburrida.
Grismeldo: -Aquí tenéis, como os prometí.
Cogí la llave de la mano de Grismeldo.
Y, sin más, abandonamos la habitación. O, más bien, nos arrastró tras ella Kid, que desbordaba alegría.
En retrospectiva, habría sido mejor elegir la otra historia. Mas que nada porque, en ese caso, tras darte la llave, Grismeldo te cuenta sus motivos para ayudarte además de explicarte cosas de la trama:
Originalmente, esta mansión pertenecía al general Ofidio, pero Lynx lo mató. Ofidio era el padre real de Riddel, a la cual “acogió” para mantener control sobre la mansión y sobre la Llama Gélida. ¿Dónde cuadra Grismeldo en esta ecuación? Era un ser humano al mando de Ofidio y tenía una relación amorosa con Riddel. Cuando Lynx se hizo con el control de la mansión, lo convirtió en un trasgo (¿A quién me recordara esto?) y lo puso a su mando. Su motivo para ayudarnos es un sentimiento de odio hacia Lynx y un deseo de salvar a Riddel. Kid le asegura que matará a Lynx y con ello, nos da la llave.
En base a como lo cuenta y si hacemos una comparación con Chrono Cross, Grismeldo entonces sería el equivalente a Darío. Comparten la misma base, aunque su problema es distinto.
Vale, hemos hecho lo que tú has querido, ahora déjame llenar el estómago.
¿No has tenido suficiente con el té? Bueno, con un poco de suerte podré mangar una buena vajilla donde poder preparármelo…
Mira tú la que decía que no le interesaba saber que comen en esta casa.
¡He dicho que huele bien, pero otra cosa es que sepa o se vea bien!
Examiné todo a mi alrededor.
Había un fregadero para lavar platos, utensilios para cocinar, algo de comida preparada para el día siguiente… y una ratonera.
No había nada que llamara especialmente la atención.
Oh, encanta… Un momento, no me estarás usando otra vez de conejillo de indias por si acaso esta comida esta podrida, ¿verdad?
¿Yo? Jamás se me ocurriría algo tan mezquino…
-Vaya, ¡está para chuparse los dedos! Kid, ¿por qué no pruebas un poco? -dije entre cucharada y cucharada.
Kid me estaba mirando de nuevo. Fijamente. Como si estuviera examinándome.
-Bueno, aún no te has puesto verde ni te ha ocurrido nada, así que supongo que no está envenenado. Vamos a probar un poco…
Se relamió los labios con expectación y me arrancó el cucharón de la mano.
-¿Quieres probar tú, Magui?
-No.
Kid cogió un cuenco que había cerca para servirse un poco.
Yo hice lo mismo.
Comimos hasta hartarnos. El guiso aún estaba caliente y era como si aquella reconfortante comida casera nos hubiera aliviado mentalmente las heridas.
Sea mental o literalmente, decir que es deliciosa restaura treinta puntos de salud, mientras que decir que está asquerosa hace que pierdas la misma cantidad. Esta es la última recuperación de salud que hay.
Allí había un ratón mirándonos, con los ojos como platos y atrapado en una ratonera que había colgada en una esquina de la sala.
Ratón: -Ay, lo siento. Así que eres una jovencita.
El ratón agachó la cabeza para disculparse.
Ratón: -¡Jovencita, te ruego que por favor me escuches!
Claro, como es Radical Dreamers, pues ya parece más marimacho. Si fuera Chrono Cross, tiene demasiadas “razones de importancia” como para confundirse.
Es que aún no ha florecido mi belleza.
Ratón: -¡Te lo suplico! ¡Sácame de aquí, por favor! ¡Mi madre está enferma y se va a llevar un buen disgusto si se entera de que me ha pasado algo!
Estaba claro que el ratón temía por su vida, pero tenía a la vez un brillo extraño en los ojos…
Pero Kid se encontraba sobre la pila.
-Buaaarj. ¡Puaj! Nunca se me va a quitar ese sabor de la boca. ¡No pienso quedarme aquí ni un minuto más!
Kid se apartó del fregadero y se dirigió decidida hacia la puerta con cara de asco.
Ratón: -Esto… Por favor, jovencita… ¿No podría… liberarme primero?
Que exagerada… Pues anda que no se estaba relamiendo mientras tragaba el guiso…
Eh, ¿Por qué no? Total, ¿Qué es lo que podría pasar?
¿De verdad no te parece que un ratón que habla no es sospechoso?
Ratón: -Je, je, je…
El ratón soltó una siniestra risita.
Ratón: -¡Pobres ingenuos!
De repente, su cuerpo comenzó a crecer enormemente.
¡Eh, Serge! ¿Qué haces aún…?
Kid se quedó paralizada del miedo en cuanto abrió la puerta.
¡Por todos los…! ¡Un grifo!
La enorme criatura tenía clavados sus amenazantes ojos en mí.
Ratón: -¡Estúpidos humanos! A mi madre no le pasa nada, pero la vuestra sí que se va a lamentar cuando vea lo que hago con vosotros.
De desagradecidos está lleno el mundo…
¡Tú, más tonto, y es que no naces!
Traté de esquivar el ataque por todos los medios, aunque me hubiese pillado por sorpresa.
Por suerte, el ataque nunca se materializó, el grifo perdió el equilibrio y acabó estrellándose contra el suelo.
Grifo: -Ay, madre… Tengo demasiada hambre como para luchar en condiciones…
¿Cómo?
Aliviado, suspiré y me llevé una mano al pecho.
Ahora que lo dices, ha quedado guiso de rata…
¡Que nadie vuelva a mencionar esa bazofia!
Grifo: -¡No puedes matarme! ¡Tengo información que os sería útil! Si me dejáis ir, os prometo que os contaré todo lo que sé. ¡Todo, todo!
Sí, claro… ¡Me voy a fiar yo ahora de tus promesas!
Kid se acercó un paso más al grifo con total decisión.
Grifo: -¡Craaa! ¡P-por favor!
Tu primer error fue llamarla chico. El segundo fue pensar que Kid contendría su mala leche.
Dicho esto, el grifo se volvió a transformar en ratón y desapareció a través de un pequeño agujero en la pared.
¿Atrapados en un vórtice de Lynx? ¡Ja, ja! ¡Como si fuéramos tan estúpidos como para caer en una de sus trampas! Salgamos de aquí. Ya hemos malgastado suficiente tiempo.
Tras dar media vuelta, Kid se dirigió de nuevo a la puerta.
Salimos de la cocina.
Eso suena a famosas últimas palabras… En fin, con los estómagos llenos…
Habla por ti.
…Y la llave en el bolsillo, creo que tocara echar un ojo a ver que tienen encerrado en esa mazmorra.
Algo que no había mencionado hasta ahora es que los encuentros aleatorios se van actualizando según avances en la trama y cambies de zona o hagas X. Al principio solo pueden salir trasgos y algún demonio, pero cuando atraviesas el atrio también se añaden esqueletos y fantasmas, y, tras este evento, también pueden salir grifos (y, efectivamente, mientras hacía este VJ, me salió uno, casi me revienta). La mayoría de los eventos no son un problema ya que siempre puedes resolverlos seleccionando las mismas acciones, pero los grifos son otro cantar: son completamente aleatorios y salir vivos de ese encuentro es cuestión de pura suerte.
Una capa de aire frío y húmedo nos rodeó los pies, como una bestia reptando entre las tinieblas.
Nadie en su sano juicio vendría a este lugar voluntariamente.
No me jodas, esto no es una mazmorra, es un congelador.
-Perdonadme… Fue culpa mía… Culpa mía… Los draconarios no se merecían esto… Mi general… Lady Riddel… Aaah… Perdonadme, os lo suplico…
El anciano no parecía percatarse de nuestra presencia. Seguía sentado de cara a la pared, suplicando que lo perdonasen por vaya uno a saber qué.
-¡Oye, tú! ¿Me oyes? -insistió Kid.
-Es inútil hablar con él. Hace tiempo que su consciencia se retiró tras la muralla que ha construido -la interrumpió Maguile.
-¿Muralla? ¿A qué te refieres? -pregunté-
-Ha levantado un muro en torno al núcleo de su psique para protegerse de la verdad. Este hombre está huyendo de algo… Algo terrible. Algo que ha visto, que ha vivido… o que ha hecho. Por eso ha creado un mundo interior propio que le sirva de refugio y ha renunciado para siempre a interactuar con el exterior…
Vamos, que menudo trauma ha sufrido como para quedarse medio tonto.
Creo que es… algo que entiendo bien…
No hay que rebuscar mucho para encontrar el lado feo del mundo, o conocer a alguien que te pueda hacer daño…
Di una respuesta algo evasiva.
-Parecéis confundidos. Supongo que no puedo reprochároslo. Ya lo entenderéis cuando llegue el momento.
Maguile nos miraba a Kid y a mí.
¿…?
Me preguntaba a dónde diablos pretendía llegar.
-¿Para qué? Si hablar, habla, pero lo que dice no tiene ni pies ni cabeza. ¿Qué esperas que te cuente?
-Algunas de las cosas que dijo me pican la curiosidad. Le he oído decir algo sobre los draconarios… Y también ha mencionado a Riddel.
-¿Y qué? ¿No decías que los draconarios eran cosa del pasado? -replicó Kid. -Además, ¿te vas a fiar de lo que te diga? Si no hay más que verlo… ¡Está como un cencerro!
No le faltaba razón. Aquel viejo había cortado sus lazos con el mundo real hacía tiempo. ¿Qué esperaba Maguile que le dijera?
-No tenemos más que hacerlo volver a la realidad -replicó Maguile sin pestañear.
Claro, como no se me había ocurrido una solución tan sencilla y obvia como esa.
Oye, esa frase debería decirla yo.
Mi sentido común me dicta que ignore lo que acabo de escuchar.
Si decía lo que se me pasaba por la cabeza, Kid se me iba a comer vivo, así que me tapé la boca con las dos manos para evitar mi perdición.
-¿Y a ti qué tripa se te ha roto, Serge, si puede saberse?
Kid puso cara de pocos amigos.
Me había librado por los pelos.
-Hay que atravesar la muralla que rodea su mente y traerlo de vuelta al mundo real, a rastras si es preciso. Necesitamos algún tipo de llave. Algo que sea capaz de llegar hasta su consciencia pese a la barrera que ha levantado a su alrededor.
-Ajá. ¿Y dónde vamos a encontrar esa llave? -preguntó Kid con suspicacia.
-No lo sé -se limitó a responder Maguile.
Lastima, estamos en el juego equivocado, si solo pudiéramos tomar prestada una llave espada…
¿Juego? ¿De qué rábanos habla este ahora?
Kid se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta.
Dejamos al anciano gimoteando en su celda, a solas con sus penas…
Al menos la habitación de Riddel está justo aquí al lado.
Si, bueno, pero no hemos visto ni un alma aparte de los monstruos, ¿Qué posibilidades hay de que justo ahora este en su habitación?
Según mi experiencia, un 100%.
…Y agarró a la chica por el cuello, apretando el filo del cuchillo contra su garganta.
¡¿Dónde está la Llama Gélida?! ¡Dímelo!
La voz de Kid era de un gruñido amenazante.
Ay, Señor, ya la va a liar otra vez.
Salí corriendo a detener a Kid antes de que matara a la pobre chica.
-¡Kid! ¡¿No podemos hacer las cosas de otra manera?!
-¡Calla la boca, Serge!
Al oír aquella provocación se me detuvo el corazón; por un momento, me imaginé a Riddel tirada en el suelo, rodeada de un charco de sangre.
Entonces, Kid dejó caer el “cuchillo” y vi que en realidad era un simple abrecartas.
-Muy observadora… Pero da igual. De todos modos, no estoy aquí para darle una lección a la señorita de la casa.
-Yo tampoco tengo ningún interés en que llegue la sangre al río -respondió Riddel casi susurrando. -No soy vuestra enemiga. De hecho, quiero ayudaros.
Su voz no delataba la menor duda ni duplicidad.
-Creo que me imagino por qué. Tú también estas “atrapada” aquí dentro, ¿verdad?
Por toda respuesta, Riddel miró al suelo con tristeza.
-La Llama Gélida nunca debió caer en manos de Lynx…
-Hace muchos años de aquello. Fue antes de que yo naciera. Con el tiempo, Lynx descubrió el verdadero valor de la llama y empezó a buscar la compañía de mi padre, fingiendo interés en su amistad. Pero nadie sospechaba de sus verdaderas intenciones… Hasta que un día aciago… Acabó con todo. ¡Acabó con todos!
Riddel sacudió la cabeza y escondió la cara entre las manos.
-Yo no quiero la Llama Gélida. ¡No me importa lo que le pase a ese pedrusco! ¡Me da exactamente igual! ¡Lo único que deseo es robárselo a Lynx y hacerlo pedazos en sus narices!
-Y solo nosotros podemos cumplir ese deseo.
Al escuchar la voz de Maguile, Riddel alzó la mirada sorprendida.
-Nadie más en el mundo puede arrebatarle esa joya a Lynx.
Riddel lo miraba atónita.
Al cabo de un momento, susurró:
-¿Y qué puedo hacer para ayudaros?
A ver, antes de nada, me gustaría añadir que Riddel diciendo que el anciano es Zorander debe ser un error, más que nada porque el propio anciano menciona a esta persona también.
Estos tres personajes tienen su equivalente en Chrono Cross, al igual que el trio calavera y Lynx. Riddel mantiene su nombre, pero su diseño, como podéis ver por el avatar que uso, es ampliamente distinto, y presenta una temática de serpientes, que para algo es la hija del general Ofidio. El anciano en Chrono Cross se llama Radius, y no cambia demasiado su diseño aparte de su ropa. Ambos juegan papeles muy similares en la trama de Chrono Cross.
El ultimo personaje, este tal Zorander, es más peliagudo.
En base a esta explicación, hay dos posibles personajes en Chrono Cross que puedan ser el equivalente al susodicho Zorander: Garai y su hijo, Darío. Ambos tienen relación con los draconarios, Radius, Ofidio y Riddel, de un modo u otro, asi que podría ser cualquiera de los dos…
Sin embargo, como ya he dicho antes, Grismeldo parece ser el equivalente a Darío en este juego, asi que Zorander solo podría ser Garai. Alternativamente, puede que Zorander fuera convertido en un trasgo y adoptara el nombre de Grismeldo por un motivo u otro, de forma que los tres personajes son el mismo… o puede que solo este especulando y ni los propios desarrolladores llegaran a pensar nada de eso, meh.
-Quisiera ser capaz de cambiar las cosas, como vosotros -contestó Riddel, compungida.
Kid se detuvo un instante, absorta en sus pensamientos.
-No es cuestión de capacidad. Es cuestión de tener una meta. Algo por lo que luchar.
-Rezaré por vosotros.
Kid volvió a mirar a Riddel por encima del hombro.
-Ya… Cruza los dedos también, por si acaso.
Con esas palabras, salimos de la habitación.
A todo esto, lo mismo deberíamos haberle preguntado donde rábanos esta la espadita pródiga.
Un momento, ¿no hemos visto antes una espada con aspecto antiguo?
No estoy seguro de si eso es un error del traductor o si está hecho a posta para insinuar que Kid no se ha quedado con el nombre. En cualquier caso, bonita referencia. Y hablando de referencias…
-¿Tiene algo que ver con esos viejos amigos tuyos de los que nunca me cuentas nada?
-No exactamente.
-¿Con alguno de tus enemigos, entonces?
-Tampoco.
-Jolín, Maguile. No hay quien te aguante cuando te pones misterioso. En fin, como quieras… ¡Tú, pasmarote! Sujétame esto, ¿quieres?
Las palabras de Kid me sacaron de mi ensimismamiento.
La tentación es fuerte, pero debo pensar que quiero tener descendencia…
-…
No cabía respuesta alguna a semejante afirmación.
Me acerqué silenciosamente a Kid y cogí la espada, como me había pedido.
-¡O-o-ostras!
Al intentar levantarla, estuve a punto de perder el equilibrio. ¡Pesaba como si fuera de plomo!
-Así me gusta. Venga, vamos a la cámara del descanso eterno. ¡Que no decaiga, chicos!
Arrastrando la espada, seguí los pasos de Kid.
Sucumbir a la tentación te habría costado 10 puntos de daño, por cierto.
-Deprisa -susurró Maguile, mientras examinaba el suelo en busca de pistas.
Kid y yo seguimos su ejemplo.
El problema era que no sabíamos qué estábamos buscando. ¿Qué podría haber dejado aquí el anciano que pudiera ayudarnos a devolverlo a la realidad?
Las baldosas del suelo estaban pringadas con una sustancia negra y viscosa que emitía un extraño olor a podrido.
Sacudí la cabeza para intentar desechar un pensamiento angustioso.
Kid me miró, pero ella también se encontraba en una situación parecida. Se giró poco a poco hasta dar la espalda a las manchas de la pared.
Mientras, el techo seguía bajando.
Agachamos la cabeza, intentando desesperadamente esquivar las cuchillas que se acercaban cada vez más.
Kid se giró hacia mí y grito:
-¡La espada! ¡Usa la Einlanzer!
¿Qué la use? ¡¿Pero que la use con qué?!
Pues hombre, dos de estas opciones fijo que no son, no.
-¡Ahí! -grité.
Lancé una estocada al suelo con todas mis fuerzas.
Una conmoción sacudió la sala.
Del filo de la espada surgieron varios haces de luz que iluminaron el suelo y subieron a toda velocidad por las paredes.
El techo vibró violentamente y, de pronto, se detuvo.
-Algo me dice que hemos encontrado lo que buscábamos.
Parte de la pared se había derrumbado, dejando al descubierto una oquedad en lo que parecía piedra maciza.
Dentro había algo que relucía débilmente en la oscuridad.
Kid acercó la mano y recogió con cuidado el objeto en cuestión.
Se trataba de un fino anillo con un elaborado grabado de hojas de helecho superpuestas.
Estaba coronado con varios rubíes de pequeño tamaño, dispuestos en forma de racimo de uvas.
-Ese blasón… ¡Este anillo debe de ser un sello de Acacia!
¿Pero de verdad vas a dejar ese espadón aquí? Mira que podría sernos útil de algún otro modo…
Si, claro, cuando veamos a Lynx, cojo y se lo lanzó a ver si le da en la cocorota, ¿no? Esa cosa era un Macguffin y dudo que alguna vez vaya a servir para otra cosa.
Dejad la dichosa espada y volvamos a la mazmorra. Es como si a esta también le hubiera salido dos espíritus molestos…
A todo esto, aún no hemos entrado en la sala que hay ahí al fondo.
No se nos ha perdido nada…
¡Tonterías, hay que explorarlo todo, marchad!
Unos enormes retratos nos vigilaban desde lo alto de las paredes. ¿Serían familiares de Lynx?
Me quedé absorto contemplando el retrato de un joven matrimonio… ¡y de repente me percaté de que sus ojos se habían girado hacia mí!
O eso me pareció… Sea como fuere, olvidémoslo, pues esto no va a convertirse en una historia de fantasmas absurda.
En realidad debió de tratarse de la luz errante de los cirios que se reflejaba contra la brillante y oleaginosa textura de los cuadros.
Seguro. O casi…
Que no estoy asustado, eh. Con la de bichos feos a los que nos hemos enfrentado en las pocas horas que llevamos aquí, ¿Cómo me va a asustar la idea de que haya fantasmas?
Oye, ¿no oís un ruido raro, como de algo castañeando?
Anda que menuda idea tan tonta la de venir hasta aquí, ¿de quién habrá sido?
…Si, de quien… En fin, vamos a la mazmorra, si no hay más distracciones…
Pero que bestia, ¿desde cuándo un mago tiene tanta fuerza?
Una vez que el hueco fue lo bastante grande para él, Maguile entró en la celda, seguido por Kid y yo mismo.
El anciano seguía exactamente como lo habíamos dejado, mirando al vacío y murmurando palabras sin sentido. Kid se acercó a él, agachándose para ponerse a su altura.
Agarrándolo por el cuello, le gritó a la cara:
-¡¡¡Despierta, abuelo!!!
Hablando de gente bruta…
Intenté interponerme entre Kid y el viejo.
Kid me lanzó una mirada asesina.
-Quita de en medio, Serge. Necesitamos respuestas, ¿vale?
-Pero…
-Si de verdad quieres ayudarle, ahora no podemos echarnos atrás.
-¡Pero míralo! ¿No te das cuenta de que no podemos hacer nada por él? Hace tiempo que todo esto termino para él.
-Yo no estaría tan segura. Esto no puede quedar así. Estoy segura de que este sello significa algo para él… ¡Pero está empeñado en hacer como si no lo viera!
¡Joder, que susto! ¡Pero avisa antes de hablar o algo!
La mirada del anciano pareció enturbiarse de nuevo…
-Así que mis antiguos aliados han venido al fin por mí… La culpa es mía… Por mi indiscreción, la Llama Gélida fue robada… y ahora soy el único de los draconarios que aún sigue aquí, en la mansión. Pero al fin ha llegado el momento… Por fin habéis vuelto.
No me preguntes que yo tampoco tengo ni idea de a que lago se refiere.
-¿La Llama Gélida?
Por un momento, el anciano pareció confundido.
Entonces, una débil sonrisa iluminó su rostro.
-Voto a tal, lady Riddel… Cuánto tiempo sin gozar del placer de vuestra compañía… Solo tenéis que ir al gran salón y girar el tercer candelabro contando por la izquierda… Entonces se abrirá la cámara subterránea, como bien sabéis…
-Ejem… Si quieres escapar de aquí, esta es tu oportunidad… -le dije.
Pero era inútil. El anciano estaba fuera de sí, temblando y gritando. No había manera de que me oyese.
-Aquí ya no se nos ha perdido nada, Serge. No podemos hacer nada por este tipo. Vamos a lo nuestro.
-Gracias -le susurré al anciano, y salí de los calabozos detrás de Kid y Maguile.
La verdad, tengo bastante curiosidad por saber cómo acabo asi…
Ya, yo también… Pero dudo que podamos descubrirlo, asi que será mejor centrarse en nuestra historia. Vamos de vuelta a la sala chunga de antes.
Pero antes, un pequeño desvío…
Kid estaba ahí de pie, claramente a salvo de cualquier peligro.
-Era broma, idiota.
Mi cuerpo se quedó sin fuerzas.
-¡Je, je, je! Te lo habías tragado, ¿eh? -dijo Kid con una sonrisa, tratando de no soltar una carcajada. -Ay, ahora mismo desearías estar viviendo la vida en vez de ir siguiéndome de aquí para allá, ¿eh? ¡Je, je, je! ¡Vaya careto!
Mesugaki…
¿Eh? ¿Qué dices?
Nada, que eres bastante puñetera.
No mucho. Aprovechando que pasaba por aquí, quise ver cómo estabas.
Espejo: -¡No digas esas cosas! A tus amigos les dará envidia -dijo con una risa traviesa.
-¿Cómo dices? -preguntó Kid con un tono completamente plano. -¿Por qué iba a tener yo envidia?
Espejo: -No hay necesidad de enfadarse. Tengo un regalo para ti.
-¿Ah, sí?
Espejo: -Sí. Bueno, regalo es una forma de decirlo… Verás, he pensado que quizá te interesaría ver lo que hay al otro lado del espejo.
-Tú primero, Serge. Eres su favorito.
-¿Seguro?
No me estarás usando otra vez mas para comprobar las aguas, ¿Verdad?
¿Yo? No, claro que no…
Kid asintió y, embriagado por la emoción, apoyé las manos contra el espejo.
Su superficie era como tocar agua fresca con la punta de los dedos…
Espejo: -¡No, Serge! ¡Detente!
Espejo: -Mi intención era atraparos a tus amigos y a ti…
Las grietas del cristal se hicieron más grandes, dividiéndose a su vez en grietas más pequeñas.
Espejo: -Y eso no es todo… Hace tiempo ya predije que vendríais… y puse a Lynx sobre aviso…
-Pero… ¿Por qué?
-Lynx te encerró aquí, ¿verdad? -suspiró Maguile.
La estatua de Venus asintió con tristeza.
Espejo: -Selló el camino hacia otros espejos, lo que me hizo imposible escapar de la mansión. Si alguien hiciera añicos todos los espejos de la mansión, sería mi final. Me desvanecería y quedaría separada de mis hermanos para siempre…
-¡Para! ¡No puedo permitir que hagas esto! -grité, sujetando el marco del espejo con ambas manos.
Espejo: -Este es mi deseo… Lynx no me dejará vivir ahora que lo he traicionado… -dijo la imagen del espejo mirándome.
-¿Pero por qué tratas de ayudarnos?
Espejo: -¿Esa es tu última pregunta, Serge?
En su voz se apreciaba un atisbo de sonrisa…
Espejo: -Muy bien. La verdad es que… yo…
Justo en ese momento, el espejo se resquebrajó de arriba abajo.
Espejo: -…
Los labios de la imagen se movieron, pero no emitieron ningún sonido.
Traté de gritar, pero no pude hacer más que gimotear…
Asentí ligeramente y me giré despacio.
-Vamos…
Mientras salíamos de la habitación, miré hacia atrás por última vez y fijé la vista en los restos del espejo…
Nunca volvería a oír su voz…
Me giré de nuevo y salí de la habitación.
A ver, sé que vas a decir que soy una insensible… Pero joder, menudo drama te has montado por un espejo con el que has hablado dos minutos.
¡Oye, una amiga es una amiga, y duele perder a alguien así!
Lo que tu digas, pero es que casi parece que te hayas visto Sonrisas y lágrimas ocho veces seguidas. En fin, subamos de una vez, ahora que sabemos que Lynx sabe que estamos aquí, es mejor darse prisa…
Aviso: este es el punto de no retorno. A partir de aquí, el juego avanza “solo” y tus elecciones no afectan a nada. Prepárate para un montón de PLOT.
-El tercer candelabro contando desde la izquierda… -susurró Kid.
Uno… Dos… Y tres.
Era la hora de la verdad.
Kid alargó el brazo hacia el candelabro.
Contuve el aliento mientras observaba la escena.
-Ya puedes ir rezando, Lynx… ¡Vamos a por ti!
Kid giró el candelabro.
Que raro, esperaba que alguien dijera “tira de la palanca, Kid”.
-Es como si la sala entera estuviera descendiendo -respondió Maguile.
Me resultaba difícil de creer, pero era innegable que parecíamos estar moviéndonos hacia abajo.
¡El salón estaba hundiéndose en las entrañas de la tierra!
Entonces notamos otra fuerte vibración.
La sala empezó a descender cada vez más rápido.
Una gota de sudor frío recorrió mi espalda.
Mi corazón latía con una mezcla de miedo y expectación.
¿Qué nos esperaba allí abajo?
La Llama Gélida…
El premio final a toda esta aventura. ¿Pero qué era en realidad?
¿Estaría a la altura de nuestras expectativas?
Apreté los puños, que estaban resbaladizos del sudor.
¿En qué estaban pensando Kid y Maguile?
La sala permanecía envuelta en silencio.
Da igual que sea un ascensor normal o toda una sala, nadie se libra del incómodo silencio cuando vas con alguien.
-Me siento como su hubiera… otro yo en mi interior. Uno que permanece sentado, mirando lo vacío e inútil que resulta todo lo que hago… No encuentro otra forma de describirlo… Bah, quien me escuche… Menuda sarta de chorradas, ¿eh?
Kid sonreía con cierto arrepentimiento.
No estaba seguro de lo que quería decir exactamente, pero sentí que sabía más o menos a lo que se refería.
Puede que se hubiese hecho la dura, pero tras su rudeza se ocultaba el mismo miedo e incertidumbre que todos teníamos.
A ver, tampoco había sido un gran descubrimiento en sí mismo… pero escuchar cómo decía aquello en voz alta, me alivió en cierto modo. De nuevo, la miré de reojo. Su expresión era distinta, como más madura.
-Escuchad, si no… Cuando esto acabe, quiero decir… Si no volvemos a tener oportunidad de…
-¡¿Eh?!
-Esto… ¿Sabéis qué? ¡Olvidadlo!
Seguidamente, Kid cerró los ojos y esbozó una sonrisa.
-…
No supe muy bien qué responder, así que, fiel a mi estilo, me quedé mirándola un rato más.
Juraría haber visto una sonrisa en la cara de Maguile, quien permanecía de brazos cruzados y con los ojos cerrados justo en el límite de mi campo de visión.
Pero igual fue solo mi imaginación.
Un silencio sereno se extendió a medida que nos adentrábamos en lo profundo de la mansión.
Tengo que entrenar esa faceta de protagonista silencioso, por si las moscas.
-…
-Fin de trayecto. ¡Todo el mundo fuera!
Los imponentes sonidos del órgano resonaron de repente.
Nadie lo había siquiera tocado, pero las teclas y los pedales se movían por sí solos.
La música que sonaba era tanto inquietante como triste.
-Qué música tan lúgubre, ¿eh?
¡Menuda forma de recibirnos!
♫El órgano
Bienvenidos a la Catedral de las sombras, donde los demonios se congregan…
¿De qué puñetas hablas tu ahora?
Uy, no sé por qué se me ha venido eso a la mente de repente.
Kid sonrió y se giró hacia la puerta.
-¡Vamos a por ti, Lynx! ¡Ha llegado tu hora!
Con aquellas palabras, Kid salió del gran salón, seguida por nosotros.
Voy a suponer que volver arriba ya como que no, ¿verdad?
¿Tu estas tonto? ¡De aquí ya no nos vamos sin la piedra de las narices! O la cabeza de Lynx bajo el brazo, ambos resultados me valen.
Kid estaba muy rara aquella noche.
Y el comportamiento de Maguile tampoco era el habitual.
Para empezar, jamás le había oído hablar tanto como aquella noche, ni mucho menos mostrar emoción alguna.
¿Por qué se comportaban de una manera tan extraña?
Por cierto, no se puede abrir el menú desde el momento en que sales del ascensor. O sea, que tampoco puedes guardar la partida, así que más te vale no tener que irte a la cama pronto.
-Decidme, ¿en serio la Llama Gélida es una simple joya?
Kid y Maguile guardaron silencio por toda respuesta.
Cuando parecía que ninguno de los dos iba a contestar, Maguile habló.
Su voz de barítono retumbó en el pasadizo.
-Es una piedra sagrada capaz de curar todas las enfermedades, sanar todas las heridas y otorgar la vida eterna. O al menos, eso cree mucha gente.
¿Piedras caídas del cielo? ¿Qué la humanidad se desarrolló gracias a eso? ¿Un reino que acabo en ruina por usar su poder? Tío, ¿me estas contando la trama de un videojuego de culto o qué?
-Oye, Maguile… ¿Y tú cómo sabes todo eso?
-…
Maguile guardó silencio.
Se limitó a mirarme con sus ojos oscuros y penetrantes, y siguió andando sin mediar palabra.
Durante un rato, solamente oímos el ruido de nuestras pisadas en el pasillo.
Entonces, Kid dijo con un resoplido:
-Mirad, no sé si toda esa historia de la Llama Gélida es verdad o no. Si os soy sincera, no me importa lo más mínimo.
Apretando los puños, añadió:
-Lo único que quiero es ajustar cuentas con Lynx robándole ese chisme en sus narices. Eso es todo lo que sé y no necesito saber nada más.
Los planes, cuanto más simples, mejor.
De pronto, Maguile se paró en seco.
-¡Esperad!
-¿Eh?
Kid se giró, sorprendida.
De repente, una luz cegadora surgió del suelo y formó un símbolo en forma de anillo.
-¡Maldición! ¡Un círculo de sangre!
Kid y Maguile fueron lo bastante ágiles como para intentar salir de él de un salto.
Sin embargo, no fueron lo bastante rápidos y los tres quedamos atrapados en aquel anillo de luz cegadora.
Si, los diseños de los tres son bastante distintos a como son en Chrono Cross.
El sello giraba de un lado a otro, con nosotros en el centro, bloqueando toda vía de escape.
-¡Maldita sea! ¡Estamos atrapados!
A nuestro alrededor se alzaba una muralla impenetrable de aire abrasador, de la que surgían rayos y espirales de luz relampagueante que asaltaban nuestra vista allá donde mirásemos.
-¡No os dejéis hipnotizar por la luz! ¡Tapaos los ojos! -gritó Maguile, cubriéndose su máscara con la mano.
Tranquilo, estoy acostumbrado a pasarme noches enteras en la discoteca, esto no es nada.
Kid rozó con el codo el muro de luz, y una lluvia de chispas surgió del punto de impacto.
-¡Agh!
-¡Cuidado! ¡El más ligero roce puede provocaros mucho daño! ¡No os acerquéis a la luz!
Intenté seguir los movimientos del anillo de luz, buscando un hueco que me permitiera escapar…
Y aquí es donde entra en juego la información que el grifo que encontramos en la cocina nos dio. Para salir y no recibir una cantidad masiva de daño en el proceso, hay que moverse tal y como nos dijo: tres pasos a la derecha, dos a la izquierda y otros dos a la derecha.
Finalmente encontré un hueco en la muralla de luz y la atravesé cuidadosamente.
-Kid, Maguile, ¡por aquí!
Logramos cruzar la barrera sin contratiempos.
Sin embargo, aún no estábamos a salvo. Ante nosotros se levantaba otro muro de luz acompañado de un viento huracanado.
Ves, al final ir a la cocina a tomarse el puchero ese nos ha venido bien.
¡¿Pero qué parte de no volver a sacar el tema no entiendes?!
En el corazón de las tinieblas, una suave luz carmesí flotaba suspendida en el aire: ¡la Llama Gélida!
-¡Bien! ¡Por fin es nuestra!
La luz de la Llama Gélida temblaba y vacilaba suavemente, como en respuesta a la voz de Kid.
-¿Qué es este lugar? Está todo lleno de escombros por todas partes.
Sin perder un instante, Kid desenfundó el cuchillo que llevaba en el cinto y lo lanzó con todas sus fuerzas hacia el origen de la voz.
Sin embargo, el arma cayó al suelo con un ruido metálico, como si un ser invisible la hubiera apartado de un manotazo.
-Sigues siendo la misma niñata irreflexiva de siempre. Esa no es manera de saludar a un viejo amigo.
-Serás desgraciado…
A Kid le rechinaban los dientes de ira.
-En cuanto a ti, morador de las sombras… Esta vez tus trucos no funcionarán conmigo. No seré tan necio como para caer en esa trampa de nuevo.
Maguile, que estaba adentrándose sigilosamente en la oscuridad que nos rodeaba, se detuvo en seco.
Así que este era el famoso Lynx…
♫Confrontación
Tampoco se parece mucho a su diseño de Chrono Cross, aunque al menos aquí sigue pareciendo bastante felino. Y no es por seguir haciendo coñas gatunas, pero no puedo evitar escuchar la voz de Ricardo Solans (el que ponia voz a Scar en el Rey leon) cuando habla Lynx.
El amo y señor de esta mortífera mansión.
El hombre que había asesinado a quien fue casi una madre para Kid, además de acabar con el general Ofidio y erradicar la orden de los draconarios de Acacia.
-Siempre es un placer verte, mi querida Kid. Y reconozco que has seguido las pistas que te dejé sin apenas desviarte, mi querida ladronzuela.
-¡¿Pero qué dices?!
Kid dio un paso adelante enfurecida.
Lynx entrecerró los ojos y de sus labios salió un gruñido.
-Ya sabes lo que quiero, Kid. Dame esa gema que llevas.
¿”Gema”? ¿Tenía Kid alguna especie de joya de la que yo no había oído hablar?
Supongo que es una forma de traducir “Time egg”, sí.
Pues la verdad es que es un nombre con gancho, podría usarse como título de un juego.
Incluso delante del malo maloso, es fina como ella sola.
-Eres una niñata incorregible. Ojalá pudiéramos tener una conversación civilizada, pero está claro que mis palabras caen en saco roto. Si estás empeñada en tropezar dos veces con la misma piedra, que así sea.
Lynx se llevó la mano a la empuñadura ornamentada del sable dorado que portaba en su cinto.
-La última vez fui misericordioso contigo y te dejé escapar con vida. Fue un error. Y no voy a cometerlo de nuevo.
♫Batalla final
Con un alarido, Kid se elevó del suelo como si fuera un pájaro.
Al alcanzar la máxima elevación del salto, su pie trazó una parábola perfecta, dirigida exactamente a la cabeza de Lynx.
Pero el golpe no dio en el blanco: de repente, donde estaba Lynx un instante atrás, no había más que un espacio vacío.
Kid aterrizó y saltó de nuevo al instante, aprovechando el rebote para lanzar otra patada.
Esta vez, Lynx se inclinó levemente hacia atrás y el golpe de Kid cortó el aire frente a su rostro, fallando por un pelo.
Lynx tomó la iniciativa y se lanzó al ataque, describiendo una estela letal con su sable.
Por suerte, Kid se había anticipado a su maniobra y ya se había retirado a una distancia prudencial.
Ambos se miraron fijamente, separados por apenas unos pasos de distancia.
Es en momento así cuando uno se pregunta para que se han traído a un matao como yo a este sitio.
Kid quería tener carne de cañón, por si acaso.
Lynx la esquivó echándose a un lado y, acto seguido, amagó un golpe con la empuñadura del sable.
La maniobra pilló a Kid a contrapié y perdió el equilibrio al tratar de evitar la finta.
…¡y Lynx se lanzó sobre ella como un ave de rapiña antes de que se pudiera recuperar del todo!
Asestó un brutal rodillazo en la tripa de Kid, arrancándole un grito ahogado. Kid se desplomó al suelo sin aliento.
Un hilo de sangre brotaba de sus labios.
-¿Eso es todo, niñata?
Lynx propinó una implacable patada en el costado a Kid, lanzándola por los aires.
Aterrizó como un muñeco roto sobre un montón de escombros; su cuerpo rodó hasta chocar con una gran columna de piedra… y allí se quedó, completamente inerte.
Madre, menos mal que no hay nadie grabándonos, porque se nos podría caer el pelo por abuso a menores.
-¡¿Eh?!
Con un zumbido, los hilos de luz rodearon a Maguile, superponiéndose entre sí.
Un instante después, habían formado una tupida red que desprendía una luz cegadora y tenía a Maguile completamente inmovilizado.
-Qué… ¡¿Qué me has hecho?!
Maguile gruñía y trastabillaba, tratando de protegerse los ojos con las manos.
-Es un sortilegio muy sencillo, mi discreto amigo. Basta con tener la voluntad de aprenderlo. Me temo que ahora ya no tienes sombras donde esconderte.
Lynx dedicó a Maguile una sonrisa malévola.
-Has sido un verdadero incordio todo este tiempo, pero no temas. Vivirás lo suficiente para pagarlo muy caro…
Maguile, mientras tanto, seguía debatiéndose entre gruñidos.
¡De perdidos al rio! ¿No se supone que soy el protagonista? ¡Pues toca demostrarlo!
¡Me lancé a la carga contra Lynx!
Me abalancé contra el archienemigo de Kid, gritando con todas mis fuerzas.
Impasible, Lynx se giró hacia mí y, en el mismo movimiento, describió un arco mortal con su sable.
Traté de esquivar el ataque, pero fue en vano; el filo del arma se clavó en mi cuerpo.
-¡Aaargh!
Caí al suelo como una piedra, desplomándome entre los escombros.
-No eres la primera rata arrogante a la que he aplastado. Y tampoco serás la última.
¡Protagonista mis pelotas!
-Mira, Kid. Mira a tu amigo. Está sufriendo. Y es por tu culpa. Es tu mano la que está estrangulándolo.
Kid respiraba con dificultad y su boca seguía sangrando. Abrió un ojo y levantó a duras penas la cabeza.
Pero no podía levantarse. Estaba demasiado débil.
-Serge…
-Dame el Cronohuevo. Seguro que ni siquiera sabes para qué sirve. ¿Me equivoco? Es… como una reserva de espacio concentrado. Usando la Llama Gélida y el Cronohuevo, es posible alterar a voluntad el tiempo y el espacio para reescribir el pasado. Hay… algunos errores del pasado que me gustaría enmendar. Ciertas equivocaciones que quisiera corregir.
Cuando Serge recibe daño, ocurre un pequeño destello en pantalla. Este mismo efecto se ve durante la conversación cada vez que dice que le han golpeado, no puede respirar y demás, pero tranquilos que no puedes morir tuvieras la vida que tuvieras al entrar.
-No… ¡No puedo!
Kid apretó los puños y bajó la mirada.
Mi vista empezó a nublarse.
Entonces, oí la voz de Kid, esforzándose por hablar a pesar del dolor.
-No… te preocupes… No te preocupes… por… mí…
Me costó un esfuerzo sobrehumano pronunciar aquellas palabras mientras la mano gélida de Lynx me aplastaba el gaznate.
Unnngh…
Estaba empezando a perder el conocimiento…
¿De verdad había llegado el final?
-Cállate, desgraciado… Toma, esto es lo que te mereces.
Sacando fuerzas de flaqueza, ¡Kid golpeó a Lynx con su mano derecha!
-¡Ay!
Lynx dio un salto hacia atrás en un intento desesperado por esquivar el golpe.
Pero fue en vano. Las uñas de Kid, afiladas como las de un felino, arañaron sin piedad su cara.
Lynx gritó de dolor. Se tambaleó, tapándose con fuerza su ojo izquierdo.
La sangre se colaba entre sus dedos.
Si en algún momento te has preguntado para que servía el sistema de afecto con Kid, es para esto. Si tu afinidad con ella es lo suficientemente alta, Kid le dará el Chrono Trigger (o mas bien, se la jugará haciendo como que se lo da) si le das a la segunda opción. Si no es lo suficientemente alta, Lynx simplemente dejará a Serge y la escena ocurrirá de otra forma.
También cambia ligeramente algunos comentarios de la conversación a partir de aquí.
La pateó brutalmente, concentrando en el golpe toda su furia y maldad.
Kid lanzó un grito ahogado, expulsando todo el aire de su interior. Escupía sangre por la boca a medida que su cuerpo rodaba por el suelo.
-¡K-Kid! -grité con voz ronca, agarrando con una mano mi maltrecha garganta.
Lynx volvió lentamente su cabeza hacia mí, y pude apreciar la frialdad con la que me miraba.
Dio un paso hacia mí.
-Sí, quizás lo mejor sea empezar contigo. Mi apreciada Kid, ten por seguro que la muerte de tu amigo será lenta y dolorosa. Sabrás lo que es sufrir de verdad, chico. ¡Te haré pasar por lo mismo que le hice pasar a esa Lucca!
El cuerpo de Kid se estremeció de terror.
Agh… lo peor no es la amenaza de muerte… lo peor es que por alguna razón, el nombre de esa tal Lucca me suena mucho y no caigo…
Leches, menudo espectáculo de luces…
♫Llama Gélida
Kid gritó al sentir que un intenso rayo de luz la engullía.
-¡No permitiré que lo vuelvas a hacer! ¡No permitiré que vuelvas a robarme!
Su cuerpo se estremeció envuelto en el resplandor.
Lagrimas carmesí caían de sus ojos al tiempo que su mirada se tornaba distante.
En ese momento, se desplomó en el suelo como si su vida le hubiera sido arrebatada…
Oí una voz.
Era suave y tranquila, como el anochecer.
S???: -Ha sucedido… Kid está rememorando sus recuerdos olvidados… Regresa al reino perdido…
S???: -Por culpa de su poder, el reino sucumbió… Fue engullido por el vórtice universal del tiempo. Rota por el dolor, quiso desaparecer… Su pasado, su futuro, deseaba que todo se hundiera en el vacío…, que se perdiera en la agitada espiral del tiempo… Despreciaba todo lo que había hecho… Se cerró ante todo aquello que había visto y oído, y maldijo su propia existencia…
S???: -Las manecillas de su reloj giraron hacia atrás… Se aclararon sus recuerdos… La gema le dio la posibilidad de comenzar de nuevo… El poder de la gema convirtió su voluntad en realidad… Buceando a través del curso del tiempo, Kid acabó aquí, era un bebé con sus recuerdos aún por formarse…
-¡No! ¡No puede ser! El vórtice oscuro… ¡nos rodea! ¡No! ¡Detente!
-Dónde… ¿Dónde estoy? Lo he perdido todo, solo me queda caminar sin rumbo… El mundo va a la deriva y el tiempo se difumina… Solo existe un mar infinito e inescrutable… Aquí es donde el tiempo empieza y acaba…, donde toda forma de vida encuentra la paz…
-Ojalá pudiera quedar libre de todas mis cargas y dormir aquí… en este mar de sueños… Pero oigo su llamada… Oigo la canción…
♫Caja de musica
Este tema parece coger elementos de “Crono y Marle -Promesa lejana-“ y diría que sirve como base para Vida -Promesa lejana-.
-…¡Kid! ¡Kid, por favor! ¿Puedes oírme? ¡Kid…! ¡Kid, di algo! ¡Tienes que quedarte conmigo, Kid!
-…¿Serge…? ¿D-dónde estoy?
-¡¿Kid?! ¡Kid! ¡Has despertado!
-Oí una canción… Era preciosa… Era la canción favorita de Lucca…
Kid cerró los ojos y en su cara se dibujó una sonrisa.
-Nunca olvidaré esa canción… Cada vez que la escucho, me entran ganas de llorar…
-Me alegro de que hayas vuelto. Sentía que te estaba perdiendo… Como si te estuvieras marchando a un lugar muy lejano… Y sin darme cuenta, ya estaba tarareándote la canción… No sé si alguna vez lo mencioné, pero la escribí cuando me iniciaba en el mundo de la música… Sabía que te gustaba, así que yo…
De repente, Kid emitió un grito apagado lleno de dolor.
El sable de Lynx le había atravesado el hombro derecho.
…¡Y entonces el mismísimo Lynx se alzó sobre nosotros!
-¡Te lo dije, Kid! ¡Te dije que acabaría contigo!
¡Pero que tío más coñazo!
Puedes “enfrentarte a Lynx” o “proteger a Kid”, pero tienes que elegir rápido porque tienes apenas unos pocos segundos. Elegir o no afecta a lo bonito que acabe todo.
¡Tenía que protegerla!
-¡Ja! Es inútil, esa imprudencia te llevará a la tumba, chico.
Lynx me miró fríamente con el ojo que le quedaba.
-Lo siento, ¡ha llegado tu hora!
Levantó su sable, preparándose para atacar.
Anciana: -Ya basta.
Estupefactos, dirigimos nuestras miradas hacia la intrusa.
-¡Tú!...
La bruja sostuvo la mirada enfurecida de Lynx sin pestañear.
Anciana: -Me llevaré la Llama Gélida. Al fin y al cabo, parece que ninguno de los dos habéis sido capaces de decidir quién debería ser su dueño.
Alzó un brazo y varios soldados armados entraron en la sala.
Maguile ayudó a Kid a levantarse.
-Parece que es buen momento para huir.
Lynx gruñió.
-¡Te arrepentirás de esto, bruja!
Se impulsó contra el suelo y se elevó en el aire.
A continuación, dirigió su maligna mirada hacia nosotros.
-¡Y tú, Kid! ¡Pronto pagarás por esto con tu propia vida! ¡Nunca estarás a salvo de mí!
Tras pronunciar esas palabras, desapareció en una nube de humo.
Ay… Que te jodan… capullo…
Venga, no, creo que ya he tenido suficiente de esta aventura, al menos hasta la siguiente realidad.
¡Oscuridad, atiende mi llamada!
Sujetando a Kid con su cuerpo, Maguile extendió sus brazos y dibujó un sello en el aire.
-¡Rápido, Serge! ¡Por aquí!
Me agarré a él y nos adentramos en la oscuridad.
-¿Estás bien, Kid?
-Sí…, no te preocupes por mí, compañero.
-Estamos rodeados. No tardarán en encontrarnos -dijo Maguile, observando la zona con detenimiento.
Kid levantó la cabeza y se dirigió a mí.
-Nos buscan a Maguile y a mí. Vete, Serge. Nos quieren a nosotros, no a ti.
-¿Pero qué estás diciendo? ¡No pienso dejarte aquí! Mira cómo estás…, ¡apenas puedes tenerte en pie!
-Sabré arreglármelas. Y además, tengo a… Maguile conmigo.
-…
-Si te ven con nosotros, no tendrán piedad de ti…
-Pero…
Además, ¿no te has llevado tú también un corte bastante feo? Estas tan en la mierda como yo, chaval…
Bah, dame un poco de comida y ya verás como me recupero, como he hecho toda la noche…
♫La chica que robó las estrellas
Ahora sí que sí, este es el momento adecuado para poner el tema de Kid. Naturalmente, esta recibió una nueva versión en Chrono Cross, y considero que es una de las piezas musicales más hermosas que se ha producido para un producto de Square. Es un tema que derrocha inocencia, melancolia y tristeza, una mezcla perfecta para un personaje como Kid.
Aunque… puede que cuando nos volvamos a ver… ninguno reconozcamos al otro…
-Al final no logré hacerme con la Llama Gélida… Y también perdí el Cronohuevo… Era lo único que me quedaba de Lucca. Pero… No pasa nada. Todo va a ir bien… Hay algo en mi interior que brilla más que cualquier estúpida joya. Lo más importante en este mundo…
Abrió de nuevo los ojos y me miró fijamente.
Tanto, que podría haberme perdido en ellos para siempre…
-Nadie podrá arrebatármelo… Al menos mientras siga con vida…
-Adiós, Serge… Y gracias.
Bajó la vista, se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad de la noche.
¿Volvería a verla de nuevo?
-¡Kid!
-No me sigas, Serge. Por favor… no lo hagas…
-…
La silueta se retiró y se fundió en la oscuridad.
-¡¿Maguile?! ¡¿Kid?! Espera…, ¡no os vayáis!
Grité hacia el cielo estrellado, pero no recibí respuesta. La oscuridad se encargó de ahogar mis llantos.
Has dicho que no has robado nada… pero eso no es verdad… Has robado mucho más de lo que piensas… Eres una autentica ladrona de estrellas…
Y, si por algún casual, a quien encuentre este diario le apetece hacer un videojuego con mi historia, más le vale que me retrate mejor de como me describo aquí.
Epílogo
Quizás… Serge y Kid si pudieron reencontrarse… en otro lugar… en otro tiempo…
EXTRA - LO QUE PASA CUANDO DAS UN MAL PASO
- Spoiler: Mostrar
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Al igual que pasa con Chrono Trigger y Chrono Cross, Radical Dreamers tiene un buen numero de finales alternativos. Este extra son solo un puñado de capturas de estos finales, pero creo que serviran de testamento de lo absolutamente absurdos que son, juzgalo vosotros mismos.
Si con esta lista no he llamado tu atención, no se que lo haria.
Como curiosidad, el parche ingles de la version de Super Famicom añadido un reproductor de musica y un huevo de pascua que era... bueno, creo que ya te lo imaginas.
2) Maguile: Romance a la fuga
Un fortuito y tempranero encuentro con Riddel le da la oportunidad a Maguile de revelar parte de su pasado y la relacion que tiene con la muchacha.
3) Las floridas aventuras de Kid
Mientras caminan por el Bosque Oscuro en direccion a la mansion, el grupo se desvia de su rumbo y encuentra una extraña planta, a la cual Kid no se puede resistir tocar.
4) La gran carrera espacial
Lynx oculta tal secreto en torre del reloj de la mansion que hasta hace que nuestros protagonistas duden de la clase de historia en la que estan. Demonios, ¡ni siquiera la cuarta pared esta a salvo de este sinsentido!
Si, hasta los creditos cambian.
5) Felicia, ve hacia la luz
Al llegar a la mansion, el espiritu de una joven les da la bienvenida, y, en el interior de la embrujada morada, cumplen la ultima voluntad de una inocente asesinada...
6) Paradeo, el arma secreta
Mientras investigan la mansion, Kid y Serge se encuentran en un mundo ilusorio, y, tras escapar de el, se dirigen a pelear contra Lynx, esta vez con la ayuda de un mago algo rarito.
7) Muerte en el Reino de las Sombras
Maguile encuentra un curioso libro en la biblioteca de la mansion, que libera criaturas de la noche, y revela la verdadera naturaleza del mago.
Una ultima cosa antes de cortar por fin, estas dos capturas son las respuestas que recibes al seleccionar otras opciones en el tramo final de la historia principal. Quizas te ayude a entender mejor el contexto de la trama... y el de ciertos personajes.