Vaya marrón me has colgado
Pues vamos allá.
The Elder Scrolls es una saga de RPG occidental, creada por Bethesda. Se caracteriza por la gran libertad que concede al jugador para explorar por su cuenta y elegir sus propias alianzas. La primera entrega tenía básicamente la jugabilidad de un Dungeon Crawler típico en primera persona, y sigue manteniendo muchos de sus elementos, aunque las entregas actuales dan tanta importancia a la exploración al aire libre como a las mazmorras.
La primera entrega. En principio iba a tratar acerca de un grupo de gladiadores que buscan la gloria, de ahí el nombre. La Arena sigue teniendo importancia en otras entregas, aunque Bethesda hizo que la palabra Nirn (el nombre del universo en que se desarrolla, significara Arena), haciendo así que el título del juego tuviera un doble significado. Mientras que los otros juegos llevan como subtítulo en nombre de una región determinada, el primero tiene el nombre de todo el universo. No en vano, podemos visitar las ciudades principales de cada zona de Tamriel.
Tengo entendido que se puede bajar de forma gratuita en la web de Bethesda. Sin embargo, ha envejecido muy mal.
En esta entrega tenemos un amplio territorio a nuestra disposición. Visitamos parte tanto de Páramo del Martillo como de Roca Alta (la región donde está Daggerfall, ciudad que da nombre al juego). Tiene un extensísimo mapa abierto, aunque sin demasiado que hacer en él, y mejora lo ya visto en Arena. No se puede decir demasiado sobre él.
El que verdaderamente dio fama a la saga y la niña de los ojos de muchos aficionados, Morrowind crea por fin un mapa abierto lleno de paisajes exóticos, ciudades interesantes y líneas argumentales bastante siniestras. Esta es la tierra de los Elfos Oscuros, los Dunmer, y eso se nota. Tiene tantos bugs como cualquier otro, aunque seguramente a estas alturas podríais encontrar una versión con ellos corregidos. Además, tiene una versión para la Xbox original.
El juego que consiguió convertir la región más aburrida en una de las más interesantes. El juego se desarrolla en Cyrodiil, la capital del mundo conocido y hogar de los imperiales. La impresionante torre blanca de la Ciudad Imperial es visible desde casi cualquier zona del juego, lo cual tiene su mérito si tenemos en cuenta la extensión del mapeado (no mayor que la de Daggerfall, pero más meritoria debido a que aquí los mapas son variados y agradables de explorar). La inteligencia del diseño del juego es tener en cuenta que las diferentes provincias del Imperio rodean esta región, y por tanto, las ciudades cercanas a las fronteras habrán recibido influencias de estas culturas.
Así que conseguimos una especie de Tamriel en miniatura, con una ciudades inspiradas en Skyrim, Morrowind, la Ciénaga Negra, Bosque Valen... Os podéis hacer una idea. Pero eso no es todo. El juego salió en pleno apogeo de la moda de El Señor de los Anillos, producida por las pelis de Jackson, así que decidieron darle un toque de Mordor a todo el asunto. No está nada disimulado, el propio logo ya hace pensar en el ojo de Sauron. Y aunque no hay ninguna región parecida a Mordor en Cyrodiil, nada les impedía hacer que la región estuviese en guerra con... otra dimensión. Oblivion es la dimensión de los Señores Daédricos, algo así como los demonios. Nuestro personaje (si seguimos la historia principal) tendrá que luchar contra los daedra en su propio terreno. Salvo por algunas partes, la historia principal es algo floja (mucho más que la de Skyrim en mi opinión), pero sirve como una especie de tutorial que te ayuda a conocer Cyrodiil como la palma de tu mano.
Por cierto, este es el primero que jugué, así que no soy ningún experto xD
Y aquí está el juego con el que se desató la locura. Pese a ser un Oblivion con gráficos mejorados, la excelente campaña de marketing hizo que el juego se pusiera en boca de todos y acabara en manos de gente que jamás se había interesado por la saga. Esto provocó que el juego acabase siendo objeto de odio para aquellos que no tenían muy claro que esperar y acabaron decepcionados por la jugabilidad y desconcertados por la cantidad de bugs marca de la casa.
Pese a todo, sigue siendo un gran juego. Si en Oblivion fue muy inteligente añadir matices de diferentes culturas a la sosa región de Cyrodiil, aquí supieron hacer que algo tan monotemático como el tema nórdico/vikingo diera lugar a un terreno lleno de montañas, ciudades realmente variadas, paisajes que congelan el aliento y... Dragones. Este juego trata del retorno de los dragones (supuestamente extintos hacía miles de años, y que practicamente jamás habían aparecido de forma física en la saga). Son dragones impresionantes y las primeras veces que uno los ve sólo piensa en correr para salvar la vida, exactamente igual que si te toparas uno en la vida real. Además, la espontaneidad de sus apariciones hace que pasear por el campo se convierta, mucho más que en cualquier otra entrega, en un deporte de alto riesgo. Como decía antes, la historia principal es más interesante que la de Oblivion en mi opinión (mezcla bien temas muy diferentes y tus aliados se empeñan en ocultarte información). Casi nadie está de acuerdo conmigo en este punto, pero ey, en Oblivion repetías la misma misión una vez por ciudad como relleno. Eso no era mejor lo mires como lo mires xD
En cualquier caso, ya jugando a Oblivion, Bruma era mi ciudad favorita, y la primera vez que vi un mapa de Tamriel, decidí que Skyrim era mi región predilecta. Leí todos los libros que encontré por Cyrodiil sobre el tema (cada juego tiene montones de libros larguísimos que tratan sobre el trasfondo del mundo, y son muy interesantes si tienes paciencia) y me puse a desear que The Elder Scrolls V tratara sobre Skyrim. Y Bethesda decidió cumplir mis deseos y hacer el juego especialmente para mí, así que es mi TES favorito.
En realidad, Oblivion y Skyrim, los más accesibles en esta generación, están al mismo nivel. Hay algunos spin-off, y están preparando un MMORPG que es un clon del WoW, pero esos no le importan a nadie. Esto es prácticamente todo lo que hay que decir sobre la saga principal. Así que yo ya he acabado, ahora, que hable del tema quien quiera