Vamos a jugar a... -Foro-

@Koth
Al oir el nombre de Nicol Bolas, su cara empalidece, y da unos pasos atrás.

-Tú... tú eres sirviente de ese monstruo? Maldita sea... Esto no ha salido como yo quería.

Koth recoge su capa del suelo, y te da la espalda.

-Escuchame bien. No se por qué aceptaste convertirte en sirviente de ese ser. Pero ahora entiendo el rastro de tu olor. Por lo visto no eres mas que un novato en esto. Para cambiar de plano, simplemente imagina un portal abriéndose hacia donde quieres ir. Si no quieres ir a ningún punto en particular, deja tu mente en blanco.

Tras esto, un aura azul envolvió a Koth, y con un destello, se marchó.

@Zodiark
El enorme coloso no parece tan coloso como el dragón, y acaba devorado en apenas unos segundos. Buscas refugio en unas rocas, con la esperanza de que el dragón no te encuentre. Sin embargo sientes su presencia. Una presencia que se acerca mas y más... pero que en cuanto está cerca tuyo, te ignora y se va. Parece que ha decidido que eres un bocado menor, y ya ha quedado satisfecho con tus criaturas.

En cuanto sales de las rocas para observar mejor el terreno, puedes discernir una pequeña arboleda, rodeada de varios volcanes y ríos de magma. Definitivamente, este no era el plano de Nicol Bolas.

@Drazham
El necrófago cae al suelo, inerte. Sin embargo, el Segador no cae tan fácilmente, y levanta su bastón en cuanto ve a tu autómata aproximarse. Tres nuevos cadáveres se alzan, listos para aguantar el golpe del Autómata, muriéndo uno en el proceso, pero dejando intacto al Segador. Tu autómata no ha sufrido demasiados daños, pero tu Simulacro esta bastante peor, pues ha tenido que luchar en contra de las posibilidades contra el necrófago. El otro necrófago se abalanza sobre ti, propinándote un mordisco en una de tus piernas. El contador aparece y se ilumina, mostrando el número 17.

Vidas: 17

@Final
Tu mago vuelve a aparecer, pero sientes que este te señala una nueva habilidad. (1 azul, 3 incoloro ->Contrarresta el hechizo de un caminante de planos)

El mago es capaz de parar a uno de los Paladines, pero muere junto con el en el proceso. Tanto el cruzado como el otro paladin se lanzan a por ti. Notas como el paladín comparte su fuerza con el cruzado. Primero recibes el ataque del paladín, que clava su lanza en tu cuerpo, pero sin ningún signo físico visible. El cruzado usa su gran espada para propinarte dos golpes a lo largo de tu cuerpo, pero tampoco tienen daño visible alguno. Sin embargo, en cuanto se retiran, el contador vuelve a aparecer. Parpadea fuertemente, y tras un rato de contabilizar, muestra el número 11. En cuanto este número aparece, empiezas a toser sangre, a la vez que te sientes débil y magullado.

Vidas: 11

@Zanti
Tu dragón asiente, y se lanza a parar a uno de los minotauros. Consigue propiciarle bastantes heridas, pero al final acaba muriendo a través de una cornada en el cuello por parte del minotauro. El otro, por su parte, te intenta hacer lo mismo a ti, pero no sientes gran cosa. El contador aparece, y marca un nuevo número: 15. En cuanto aparece, sientes un dolor en el pecho, al mismo tiempo que te sientes cansado, pero nada demasiado fuerte.

Vidas: 15

- Bueno, qué remedio... Iré hacia aquella zona boscosa a ver qué puedo encontrar.

- Bah, puedo soportarlo facilmente -da un par de pasos rápidos para alejarse- Dragón de la Hoguera, ven a mi y ataca.

Al toser, noté cómo mis costillas parecían astillarse con cada golpe de aire. No parecía tener ninguna herida, pero aún así sentía dolor... Aquel contador lo mostraba a la perfección.

-Azul... ¡um! -me paré, dolorido al articular las palabras-... demencial. Acude... a mí, Dragón Fantasmal.

El gran dragón apareció como un salvador, entre mi cuerpo y el de mis adversarios.

-Por favor, bárrelos... al Cruzado primero... -dije, débilmente.

Todavia tenia la pierna algo dolorida del mordisco, pero no me impediria deshacerme de estos cuerpos que una vez tuvieron vida propia.

El Segador confiaba demasiado en la fuerza de sus secuaces, si le quitabas eso, estaba perdido. Mandé al ya tocado Simulacro a que frenase el ataque de los Necrófagos. Mientras, a la par que ordené al Autómata que cargase contra el segador, alcé el vuelo y salí disparado como una flecha hacia el lider de los no muertos para quitarle su bastón de un coletazo y dejarle indefenso.

@Zodiark
Empiezas a bajar la montaña. Puedes ver como en el volcán central, varios dragones se arremolinan. Continuas hacia la arboleda, pero en cuanto llegas ves que los caminos están rodeados por lava.

@Drail
Te concentras e imaginas una puerta abriéndose. En cuanto abres los ojos, un portal aparece. Puedes sentir la fría mirada de tu señor tras él.

@Santi
El enorme dragón, exhalando humo por la boca, hace palidecer a los minotauros, que no obstante optan por cargar contra ti.

@Final
La niebla te envuelve, y tras unos centelleantes brillos de tus esferas, el enorme dragón aparece. Pero esto no parece amedrentar a los hombres. Ambos se vuelven a lanzar contra ti blandiendo sus armas.

Vidas: 11
@Drazham
El Simulacro tumba al suelo a los necrófagos, pero es devorado poco a poco por ellos. Mientras tanto, tu autómata intenta placar con su escudo al Segador, momento en el que aprovechas para intentar quitarle su bastón. En cuanto lo tocas, el Segador grita, y su bastón da un fuerte fogonazo. Sientes tu mano quemarse, y el contador volver a bajar. Pero ya no importa; tras el fogonazo de luz, puedes ver como el autómata ha decapitado la cabeza del Segador y partido su cuerpo en dos. Puedes observar como los necrófagos empiezan a descomponerse. Además, ves algo brillar dentro de la cabeza del Segador.

Miré con desprecio los putrefactos cuerpos de los necrófagos mientras terminaban de descomponerse del todo.

-Los que ya perecieron descansan bajo tierra... y así debe ser.

Por último, me acerque intrigado al brillante objeto que reposaba en los restos del Segador.

-Vaya, hombre, va a ser imposible ir por ahí. Será mejor que siga buscando algún sitio por donde poder cruzar, y si no, tendré que buscar alguna otra solución -pensé mientras comenzaba a caminar para seguir explorando la zona en busca de algún lugar por el que adentrarme en la arboleda.