Pokémon Púrpura
¡El mejor juego de Pokémon!Estamos asistiendo a una época extraña. Que una saga que siempre ha pecado de continuismo, de reciclar una fórmula y de dar marcha atrás continuamente con los gimmicks que ella misma propone decida dinamitar sus bases no es algo que se vea todos los días. Este juego es el opuesta diametral a Espada y Escudo en prácticamente todo, y la verdad es que no consigo entender qué está pasando ahora mismo dentro de Game Freak, de donde salen estos cambios que económicamente no necesitaban hacer. Pero aunque no lo entienda, me alegra. Joder si me alegra.
Pokémon Púrpura es, en muchos aspectos, el juego de Pokémon que siempre quise. No necesitaba que fuera exactamente un mundo abierto, hay otras formas de dar libertad al jugador. Pokémon Rojo, Azul y Amarillo te permiten decidir el orden en que visitas algunas de las ciudades, la secuencia de las medallas que obtienes cambia. Puedes ir a lugares apartados en busca de Pokémon que se salgan un poco de lo que la ruta inmediatamente anterior al gimnasio de turno te ofrece. Desviarte a la antesala de la Liga Pokémon sin tener todas las medallas solo para ver qué se puede capturar en un lugar tan recóndito, ir directamente a por Koga sin haber obtenido casi ninguna de las medallas del norte o pasar de las Islas Espuma porque intuyes que es más fácil llegar a Isla Canela desde Pueblo Paleta; son algunas de las cosas que me hacían tener tanto cariño a la primera generación, que me hacían sentirla como una aventura, mi aventura. Era naturalmente muy limitado, y al final todos acabábamos haciendo esas mismas cosas, pero en aquella época sabía que era lo que había, que no se podía hacer más en una portátil que ya era magia que te cupiese en el bolsillo.
Pero la saga fue saltando a consolas más potentes a medida que pasaban los años, y aunque se introducían muchas mejoras en cada generación, esas cosas de antes... las cosas que a mí me importaban, tenían cada vez menos peso. Los juegos eran más bonitos, y los problemas de diseño de los combates, los tipos y los bugs se iban solventando, pero con cada juego el rail me parecía más estrecho, el orden de los gimnasios más estricto, y la sensación de aventura más ausente. Sí, puedes contar una historia con mayor facilidad en un juego lineal, pero tampoco me daba la sensación de que la saga tuviera nada importante que decirme. Para mí la estructura tenía cada vez menos sentido.
Me parecía que incluso sin necesidad de un gran mundo abierto, simplemente interconectando todas las ciudades con rutas tradicionales, no dándome una indicación absoluta de a dónde ir primero y añadiendo muchas rutas alternativas para quien se atreviera a abordarlas podrían hacer exactamente el juego de Pokémon que yo quería jugar: bastaba con que empezases en el centro de la región y eligieras una ruta, y ya sería tu propia aventura y no la que Game Freak ha escrito para ti. Era muy sencillo de hacer, y sin embargo también parecía imposible que lo hicieran.
Pokémon Púrpura ha recuperado, quizá casi por accidente, estas cosas que para mí eran importantes. El juego te lleva de la mano en los primeros compases, sí, pero tras el prólogo te deja a tu aire. Puedes dirigirte a cualquier lugar que veas, enfrentarte a cualquier Pokémon que se te ponga por delante, retar a cualquier líder de gimnasio que te parezca y marcharte tan lejos como te de la gana. Hay lugares fuera de tu alcance al principio, porque te limita tu propia movilidad; sí, del mismo modo que antiguamente te limitaban las MO. Pero muchas veces hay varias formas de llegar a los sitios, y aunque haya desvíos sabes que al final podrás alcanzar tu destino. Y la sensación de que es una aventura, mi aventura, también ha vuelto.

Yo era de esos críos que se quedaba mirando con anhelo la hierba al otro lado de la pared de Pueblo Paleta, preguntándome qué Pokémon habrá allí, si existirá alguna forma de llegar, estudiando el mapa general y preguntándome si quizá, desde el carril bici... o yendo desde el mar... o desde donde sea...
Quizá sea una tontería, en el fondo siempre supe que solo estaba de adorno, pero ahora también sé que si ese campo de hierba estuviera en Paldea, podría alcanzarlo, encontraría la manera. Y por ahora con eso me basta.
¡El otro mejor juego de Pokémon!
Pero aunque llegué a odiar la fórmula de los juegos de Pokémon, y en varias ocasiones estuve a punto de simplemente aceptar que la saga no era para mí e ignorarla, hubo un juego que siguió esa fórmula a rajatabla y aun así consiguió convertirse en mi favorito. Hablemos de Pokémon Blanco y Negro.
Estos juegos salieron en un momento en el que no esperaba nada de esta franquicia, y me atrajeron usando un reclamo que con la mayoría no funcionó, y de hecho espantó a mucha gente: durante tu viaje no encontrarías ningún Pokémon de otras generaciones. Todo cuanto hallaras en la hierba, o en el agua, o en las cuevas, sería nuevo. Ante un anuncio tan chocante como tentador, pensé que eso al menos aliviaría la sensación de repetición que veníamos arrastrando. Aunque muchos Pokémon recordaban a los de Kanto, eran muy únicos en sí mismos y me gustaban mucho. Decidí considerarlo un nuevo comienzo.
Y si bien los Pokémon fueron el gancho, otros factores lograron dejarme atrapado. El repentino énfasis en los personajes, la dificultad de los gimnasios, el carisma de las localizaciones y, sobretodo, los temas. ¿Es correcta la relación actual entre humanos y Pokémon? ¿Tiene sentido dejar a un crío irse de aventuras a su bola solo porque sea la costumbre? Atreverse a cuestionar los pilares de la propia saga les hizo ganarse mi atención inmediata y, como suele pasarme, cuando una historia decide ser meta pero con buen gusto acabo absorbido por ella. Algo similar me ocurrió con Los Últimos Jedi y, aunque en ambos casos la conclusión deja necesariamente en buen lugar las cosas sometidas a discusión (normal, tienen que seguir vendiendo pelis y luegos), quedé muy satisfecho y pasé a ser defensor acérrimo de un juego que era todo lo contrario a lo que realmente había pedido.

Esto me deja ahora, claro, en una situación un poco incómoda. ¿Qué juego es mejor, el que consigue que me encante pese a tenerlo todo en contra o el que me enamora dándome exactamente lo que yo quería? ¿Cuál es mi favorito? Porque tengamos en cuenta que el punto débil de Blanco y Negro es justo lo que criticaba al principio, el no poder desviarte y descubrir el mundo por ti mismo. Las paredes infranqueables de Pueblo Paleta son el material del que está hecho Teselia, porque no pretende ser otra cosa que una historia en la que hay batallas Pokémon. Y sin embargo, en lo referente a historia y personajes, no pienso tampoco que Pokémon Púrpura lo haga mal.
Pero para hablar de esto tengo que hablar de spoilers y comentar cosas del final, así que ponderaré esto en un apartado que no deberíais leer sin haber llegado a los créditos del juego.
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Pero ni el mundo abierto ni los Pokémon viviendo en colinas e islotes a plena vista han salido de la nada. Este mismo año salió Pokémon Arceus, entrega no principal que comparte muchísimos elementos con Pokémon Púrpura, y que tuve a bien considerar el juego más divertido de la saga al analizarlo. Ya he comparado Pokémon Púrpura con Pokémon Negro y no he llegado a ninguna conclusión clara, pero, ¿qué pasa si lo comparo con su hermano más cercano?
La cuestión es que... sale perdiendo. Lo que hacía a Arceus tan divertido eran las mecánicas relacionadas con la captura. El acercarte a los Pokémon con cautela, el poder capturarlos sin entablar batalla, la agilidad de dichas batallas cuando sí se producían. La mayoría de estas cosas no las encontramos aquí, e incluso las que sí encontramos están mal hechas. En Arceus era sencillísimo fijar el blanco en un Pokémon para apuntarle bien y tirar la Pokéball, pero aquí el botón la mayor parte de las veces no responde. El comportamiento y distribución de los Pokémon de Paldea es más tosco que el de sus equivalentes de Hisui. Las batallas, incluso aunque son más ágiles ahora, vuelven a ser más cercanas a lo que estábamos acostumbrados si las comparamos con las de Arceus (y esto sí puedo entenderlo) y la movilidad de nuestro personaje está muy reducida; la montura es muy similar mecánicamente, pero incluso en eso le va a la zaga.

Puedo entender que quisieran alternar la saga Leyendas con juegos más clásicos, de hecho es de las pocas cosas de la estrategia de Game Freak en las que sí veo lógica, pero implementar mal elementos que ya estaban bien hechos... Sinceramente, es bastante lamentable. Ni que decir tiene que si el aspecto gráfico y el rendimiento de Arceus ya dejaban que desear, el de Pokémon Púrpura es de juzgado de guardia. Gracias a dios soy la clase de jugador que deja de prestar atención a esas cosas en unos cinco minutos, pero me compadezco de quien no lo sea... Y además, hay cosas que sí afectan a la jugabilidad. No he tenido ningún bug gordo, pero la gracia de tener a los Pokémon visibles ante ti es en parte poder evitar las peleas, ¡pero si el Pokémon hace popping exactamente en mi posición es lo mismo que un encuentro aleatorio! Jolín, Arceus tenía popping bastante bestia en lo referente a elementos a cierta distancia, podías ver materializarse delante de ti una colina a 20 metros, pero al menos cuidaba que los Pokémon que tienes cerca estuviesen siempre cargados. Este juego tiene caídas de framerate hasta en las PANTALLAS DE CARGA, es un disparate. La única cosa que se puede decir a su favor es que al menos aquí el mapa es un solo bloque por el que puedes moverte a tu antojo (ciudad Meseta se carga en su propio mapa, como las ciudades de los TES, pero eso da igual) y no un conjunto de cinco mapas unidos por un HUB como en Arceus...
Creo que Arceus sigue siendo el juego más divertido de los dos en la forma de jugar y las mecánicas. Pero también creo que Púrpura tiene mejores personajes, sabe explorarlos mejor y puede darnos una narrativa más variada gracias a las tres rutas que vamos resolviendo simultáneamente. Incluso si al final, con sus más y con sus menos, en los dos juegos nos dedicamos a lo mismo.
Terminé el análisis de Pokémon Arceus reflexionando sobre que la base es muy sólida, pero que no sabía si funcionaría varias veces. Con Pokémon Púrpura siento que la fórmula de Leyendas puede seguir replicándose sin problema, pero necesita acercarse a cómo funciona Púrpura en lo narrativo... y al mismo tiempo la siguiente entrega principal necesita acercarse todavía más a Arceus en lo mecánico.
¿El mejor juego de Pokémon?
Y aun así, hay cosas que siguen quedándose fuera. Empecé diciendo que Pokémon Púrpura es el juego que siempre había pedido, pero eso no es del todo exacto. Todos estos años, siempre que hablaba de cómo haría yo un juego de Pokémon, señalaba que para los gimnasios daría a cada líder un equipo según la cantidad de medallas que tuvieras. Una especie de autoleveling, pero sin el auto. Eso no se ha hecho. ¡No es tan difícil! Ni siquiera pido que cada uno tenga 8 equipos para sostener todas las posibilidades, bastaría con hacer tres "tiers" y que cada uno tenga tres, o con que todos tengan 6 Pokémon pero de niveles muy dispares y solo te saquen los fuertes si vas con muchas medallas... Estoy seguro de no sería tanto trabajo, y de que debe haber otras alternativas en las que gente que trabaja haciendo esto podría caer antes que yo.
No digo que el poder ir directo a un gimnasio pensado para jugadores de nivel 30 no tenga su gracia. Era un poco la consecuencia de la pseudolibertad de Pokémon Rojo, y también me ha traído recuerdos de eso. También, gracias al orden en que he afrontado los retos de la aventura, he tenido batallas durísimas y otras tan fáciles que me sobraba con un Pokémon para superarlas. Lo que intento decir es que, pese a que no han implementado justo lo que me parecía más importante para que todo funcionara, aun así no me parece terrible ni es una pega a la hora de disfrutar la experiencia. Pero sí que hay mucho margen de mejora, e incluso a nivel de lore se suponía que los líderes tienen varios equipos preparados para aspirantes de distinto grado de habilidad, así que... Ojalá la próxima se pusieran las pilas con esto también.
El otro tema que hace que me falte algo, y quizá esto sí que nunca lleguemos a verlo, es el de las monturas... Porque vale, ya me quejé otras veces de que se siente raro recorrer el Mundo Pokémon en Pokémon que ni siquiera son los tuyos... Y viajar en un legendario que es-tuyo-pero-no supongo que es una mejora. Pero no sé, seguiría siendo más guay nadar a lomos del Pokémon de agua que has capturado, volar sobre el pájaro que has capturado, que tu viaje sea junto a tus compañeros y no dependas de taxis ni de legendarios raros. Entiendo que es imposible (en especial para esta gente) crear animaciones de montura para todos los Pokémon, y francamente incluso si se pudiera lo restringiría con aquellos Pokémon que no tengan cierto tamaño y forma. Para evitar temas de Esclavos MO haría que se pudiesen enlazar como monturas los Pokémon que estén en la caja (que de todos modos, ahora puedes acceder a ella en cualquier parte), pero desde luego poder subirte a tus propios amigos está dentro de lo que considero mi visión ideal.

La verdad es que no sé cuál es el mejor juego de Pokémon. Depende de la persona que lo juegue, de lo que espere del juego esa persona, de lo que necesite. Y aun así, vengo a decir que entendería si para muchos Púrpura fuera el mejor, del mismo modo que entiendo que para muchos Blanco y Negro lo sea. Es curioso que las tres entregas que más impacto positivo han tenido en mí sean aquellas que tienen un nombre "cromático", aunque no deja de ser una coincidencia.
Amarillo, Negro, Violeta...
No sé ahora mismo cuál es mi favorito. Quizá en unos meses, cuando mis ánimos se calmen un poco, lo tendré más claro. Realmente tampoco importa. Lo importante es que esta entrega me ha aportado mucho y me ha hecho feliz, pese a venir cargada de problemas que tampoco tiene sentido negar, pero que por suerte (y en cierto modo soy un privilegiado por ello) no me pesan tanto.
Y lo bueno es que, tras dos juegos que me dejan muy contento, estoy más a tope que nunca con la saga. Estoy deseando ver qué será lo próximo (aunque preferiría que les dejen más tiempo de desarrollo, porfa, porfa) porque ahora mismo creo que hay mucho margen de mejora, que hay mucho por pulir pero si se pule será increíble. Creo que si el juego se viese como el Zelda y no tuviese bugs, la gente estaría hablando de GOTY, aunque en el fondo la opinión de la gente me importa muy poco. Sea como sea, ahora puedo permitirme creer una cosa que me hace tener ilusión por Pokémon:
El mejor juego de la saga todavía está por llegar.
BONUS:
El equipo que he montado durante mi aventurilla y el orden en que la he afrontado :3
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