En This War of Mine no jugarás como un soldado de élite, sino como un grupo de civiles que tratan de sobrevivir en una ciudad asediada por la guerra: no tendrás suficiente comida ni medicinas, y estarás bajo el peligro constante de francotiradores y otros civiles hostiles. El juego te hará vivir la guerra desde un ángulo completamente nuevo.
El ritmo de This War of Mine lo define el ciclo de día y noche. Durante el día, los francotiradores desplegados por la ciudad te impedirán dejar tu refugio, así que debes centrarte en mantener tu escondite: tendrás que manufacturar objetos, intercambiarlos y cuidar de tus supervivientes. Por la noche guía a uno de tus civiles en una misión por varias localidades únicas, donde podrá buscar objetos que os permitan seguir vivos.
No sabéis el tiempo que llevo queriendo hacer esto \ o / TWoM es un juego que me ha encantado de siempre y tiene todo lo que yo busco en un juego del que sacar un VJ: no tiene diálogo ninguno, tiene personajes que interpretar y tiene DRAMA. MUCHO.
Debo decir, esto va a ser para mi más un experimento literario que un pongo-imágenes-y-critico-cosas como suelo hacer habitualmente, así que empiezo matizando algunos puntos:
-Voy a volver a hacer La Cosa de FsA y desarrollar a los personajes según se desarrolle el juego. Porque yo necesito rolear hasta cuando juego a cosas.
-En consecuencia, probablemente acaben habiendo a ratos más palabras que imágenes. Dadle amor a las palabras. Las palabras son bonitas y dicen cosas.
-No soy precisamente bueno jugando a esto (es posible que haya ganado tres o cuatro partidas de... muchas), así que no puedo garantizar que vayamos a ver el final del juego. Ni de que vayamos a llegar más allá del día 4. Si todos mueren ya veré si lo dejamos ahí o hago otra ronda. ¡Misterio!
-Vais a tener que votar y tomar decisiones y como me hagáis empates os aniquilaré con mis propias manos. De buen rolli <3
¡Y con eso dicho, hagamos la cosa!
Índice
Capítulo 1: Días 1-3
Capítulo 2: Días 4-6
Capítulo 3: Días 7-9
Capítulo 4: Días 10-12
Capítulo 5: Días 13-15
Capítulo 6: Días 16-18
Capítulo 7: Días 19-21
El elenco, cariñosamente otorgado por el botón "aleatorio"
BRUNO
- Spoiler: Mostrar
ROMAN
- Spoiler: Mostrar
ARICA
- Spoiler: Mostrar
Capítulo 1: Días 1-3
- Spoiler: Mostrar
- Día 1 - Bruno.
Esta mierda de guerra se ha llevado por delante todo lo que teníamos, todo lo que queríamos... Ahora todo lo que nos queda...
...es esta chabola. Podemos dar palmas con las orejas si no se nos cae encima de aquí a tres días.
Dicen que la guerra hace extraños compañeros de cama, aunque ni siquiera tengamos cama. Soy Bruno y no sé qué estoy haciendo aquí.
Los otros dos son... soportables. No saldremos de aquí siendo los mejores amiguitos del mundo (que diablos, ni siquiera sé si saldremos vivos de aquí), pero pueden ser utiles. A su manera.
No me fío del rebelde. Nunca son de fiar. Son el tipo de gente que te clavaría un puñal en la espalda si no te necesitase entero para seguir vivo. Mientras yo esté aquí, mejor mantenerle ocupado. Por si le da por tener ideas divertidas.
La tipa es más tolerable, si ignoras que no parece saber donde está la mayor parte del tiempo. Aún no he decidido si es así de inocente o está jugando con nosotros. Ninguna de las opciones me entusiasman.
Nuestro primer día se fue en intentar convertir este sitio en algo parecido a habitable. Está lleno de puertas atascadas, agujeros en las paredes, y hace más ruidos de los que me gustaría, pero no tenemos otra cosa.
Por no mencionar las estúpidas puertas cerradas. Alguien se esforzó mucho en mantener a salvo sus montones de chatarra.
Al menos estamos teniendo algo de suerte registrando este sitio... necesitamos comida urgentemente, pero tenemos materiales con los que trabajar.
Mientras los otros dos jugaban a meter la cabeza en pilas de basura en busca de algo decente para nosotros, yo me centré en preparar algo de comodidad... para mi. Conseguimos sacar suficiente chatarra para improvisar un fogón en el que poder desarrollar mi gusto por la alta cocina con carne de rata...
Y conseguí montar una cama en el sótano sin que nadie me oyese. Será cuestión de tiempo que la encuentren, pero tendré algo de reposo de mientras.
El día se cerró de forma optimista: tenemos medicina, tenemos algo de comida, y Arica ha encontrado un diamante tirado de mala manera dentro de un armario. Supongo que te hace reflexionar sobre cosas.
Pero no podemos sobrevivir a base de carne vieja y ratas durante mucho tiempo. Al menos no si tengo que compartir... lo cual por ahora es opcional. Pero aún así, decidí darme un tiento por una casa abandonada unas calles más atrás de nuestro encantador refugio, a ver qué encontraba.
Los otros podían cuidar de nuestro nidito de mientras.
Estúpidas puertas atascadas, por supuesto.
Mi pequeño viaje me permitió descubrir que aparentemente nuestro ex-vecino había sido leñador con una gran pasión por su trabajo. ¿Qué clase de ser humano necesita tanta madera? ¿Eran termitas?
Bingo.
Esta es la definición de la belleza. Quien diga otra cosa miente.
Esta mochila es estúpidamente pequeña, pero creo que tenemos lo importante por ahora. No será mi última visita a este sitio.
Eh, ¿qué tenemos aquí...?
Mira, esto es interesante...
Necesitamos defendernos y quien fuese el dueño de esta pistola claramente ya no la necesita. Aunque necesitará unos arreglos... tendré que hablarlo con el rebelde. Seguro que sabe de estas cosas.
Día 2 - Román.
Oh, qué divertido es pasar toda la mierda de noche despierto mientras otros salen a jugar. Soy Román y no pienso volver a hacer eso.
Al menos Bruno ha sido últil y ha traído provisiones durante un tiempo, pero hubiese sido un detalle que alguien me preguntase si quería salir a explorar. Pero nadie le pregunta nunca nada a Román. ¿Cómo vamos a dejar al rebelde suelto por ahí sin vigilancia?
Mientras Bruno jugaba a los héroes, aproveché el tiempo y usé nuestra chatarra para montar un taller de metal. Podemos ir de héroes pero necesitamos cuchillos si queremos seguir vivos.
Y, de paso, ganzúas para parar un camión. No quiero volver a ver una puerta cerrada con llave en mi vida.
Arica es más sencilla y se ha conformado con montar una radio con la que enterarse de cómo están las cosas en la ciudad. Me gusta esa chica. No parece tan resignada a asumir que todo esto es una mierda como lo estamos nosotros.
Incluso si su radio no está ayudando mucho a mejorar los animos generales.
Bruno ha tenido el detalle de preparar algo de comer al llegar. Ha estado gimoteando durante un rato sobre estar cansado, pero venga ya. No dejas de dar la lata sobre que eras un chef famoso o algo así, es buen momento para demostrarlo.
Y mientras él jugaba a las cocinitas, Arica y yo nos hemos puesto a abrir puertas para darle uso a las ganzúas.
Solo ha servido para encontrar más montañas de basura, pero al menos ahora tenemos acceso a toda la casa. Si ponemos unas plantitas y un par de cuadros quedará preciosa.
No me cae bien Bruno, pero reconoceré que su comida es decente. Quizá para compensar el hecho de que haya comido y se haya ido a dormir sin dirigirnos la palabra siquiera. Es un tipo encantador.
Al menos así no me ha llevado la contraria cuando he dicho que esta noche saldría yo a explorar.
Las calles hacia el supermercado se han despejado por fin, así que hacia allá decidí ir. Comida, supermercado. Es de cajón.
Y parece que no he sido el único que ha tenido tan genial idea. Tener que hacer cola en los supermercados es una constante incluso en guerra.
Me había echado el cuchillo por si acaso, pero he podido llegar a un acuerdo con esos tipos. Para bien o para mal, la cosa todavía no está tan jodida como para tener que matar por un supermercado medio vacío.
Aunque viendo el estado del interior, empiezo a dudar de si ha sido generosidad o se estaban riendo de mi en mi cara. Cuatro verduras mal contadas, carne en lata (ahora con auténtico sabor a hierro oxidado) y más azucar del que nadie necesitaría jamás. Pero nada de comida de verdad.
Heh. Cuántas veces oí esto cuando aún estaba con los rebeldes. Aún se esforzaban en hacer que pareciese que sabíamos lo que estábamos haciendo.
En el lado bueno de las cosas, conseguí encontrar más medicina. No tendremos demasiado para comer pero al menos podremos vendarnos si nos cortamos con una hoja.
Día 3 - Arica
Nuestros recursos se están agotando muy rápido. Soy Arica y no quiero alarmar PERO NOS VAMOS A LA MIERDA.
Primero, nos atracaron anoche mientras vigilábamos el refugio...
¡Pero conseguimos alejarlos con fiereza! No con cuchillos porque Roman se llevó el único que tenemos, ¡pero con fiereza!
Y Roman ha traído un montón de cosas, pero apenas comida... ¡Ni tabaco! ¿Cómo se supone que pase los días aquí sin tabaco?
Bruno se preocupa por nosotros y está intentando sacar alimento de debajo de las piedras (y sus piedras están ricas) pero ni él puede hacer magia... nuestras reservas de comida no aguantan a tres personas que tienen hambre todo el día.
Al menos la gente se mantiene optimista, ¡eso es motivador! Quizá pronto tengamos oportunidad de salir de aquí y tener una vida digna por una vez. ¡Sería un cambio agradable!
Pasé el día gastando nuestras últimas ganzúas en abrir los armarios que nos quedaban por explorar, pero solo saqué chatarra y casquillos de bala. Nada de comida o algo de madera con la que fabricar camas.
Si tengo algo que echarle en cara a Bruno, es que no está de acuerdo con nosotros en lo que nos hace falta. Cree más necesario seguir fabricando cuchillos que en pensar de donde sacar comida. Es un pensamiento extraño para un chef.
La hora de la cena nos sorprendió con la no especialmente agradable noticia de que tampoco nos quedaba nada con lo que hacer fuego para nuestro fogón. ¡No podíamos retrasarlo más, hora de que Arica pasase a la acción!
Recordaba que Bruno nos había contado que había encontrado mucha manera en esa vieja casa de atrás, así que suponía que era tan buen lugar como cualquier otro para buscar. Quizá hasta encontrase algo de comida.
Nuestras últimas ganzúas se vinieron conmigo en la busqueda. ¡Ningún armario se resistirá al poder de Arica!
¡El momento de la verdad! ¿Había mentido Bruno sobre lo de la madera?
No, no lo había hecho. ¡Venid con la nena!
Traer las ganzúas fue buena idea. No había nada ni remótamemente parecido a comida en toda la casa... ¡pero las medicinas! Definitivamente aquí vivía un farmacéutico. O una familia de traficantes.
Pero nada de tabaco. ¿Por qué nunca hay tabaco?