Mensaje
por bobokukemon » 01 Feb 2012, 21:21
-Mundo Mamodo-
@Aziroe, @Floyd, @Razenoku, @Avina.
Terminada la ceremonia, os acercáis a un gran tablón en el que están escritos los nombres de los seleccionados. Con algo de desconfianza, comenzáis a buscar vuestro nombre.
@Aziroe.
Empiezas a mirar por el final de la lista no muy seguro de ti mismo hasta que encuentras tu nombre en la posición número 88.
Te acercas al encargado de repartir los diferentes libros con la intención de coger tu libro, pero parece que no ha entendido bien su papel en aquel lugar.
- ¿Qué dices, chaval? ¿Quieres un autógrafo? De acuerdo, ¿para quién lo firmo? Bueno da igual, aquí tienes.
El mamodo te da un libro violeta pintarrejeado y lleno de manchas de café, haciéndote dudar de la profesionalidad de los trabajadores.
En cuanto coges el libro tu cuerpo comienza a brillar y en un abrir y cerrar de ojos estás en el mundo humano... Encima de la cola de un perro rabioso.
@Floyd.
Con cierta dificultad consigues pasar a través del tumulto de gente congregada. Nada más llegar te estrellas, literalmente, contra tu nombre en la lista. Estás en el número 37, mucho más de lo que te esperabas.
Nada más llegar hasta la oficina de reparto de libros te encuentras con un encargado comiendo pizza y firmando los libros, así que decides esperar al cambio de turno. Te atiende una señorita que triplica tu tamaño muy risueña, tanto que parece reirse de ti.
- Hola chiquitín, me he enterado de que has conseguido participar en la competición. Estarás contento, ¿no? Bien, toma tu libro.
La mujer te entrega un libro marrón junto a un folleto de una guardería, definitivamente se reía de ti.
Estás a punto de cantarle las cuarenta pero en ese instante te viste en otro mundo. Te encuentras en un parque temático.
@Razenoku.
Te abres paso a empujones, estrellando de cabeza a uno de los mamodos contra el tablón. Señalas un punto en particular en la lista de los mamodos y encuentras sin sorpresa que has recibido el número que te esperabas. Escuchas los murmullos de la gente, es comprensible después de haber quedado en la primera posición.
Te acercas a recibir tu libro. La mujer, que hasta entonces había estado de buen humor, te mira con desagrado.
- Mira a quien tenemos aquí. Y pensar que este enano ha acabado en el primer puesto... Toma tu estúpido libro.
La mamodo lanza el libro con fuerza hacia ti con intención de golpearte con este pero te aferras a él y desapareces no sin antes escuchar una frase alentadora por parte de la mujer.
- No pierdas, retaco.
Apareces en un camping al lado de un río. Desde allí puedes ver a una chica sentada admirando el paisaje.
@Avina.
En cuanto te ven aparecer, la gente ansiosa por ver su resultado se apartan para dejarte paso. Eres muy popular en el mundo mamodo, por eso tus admiradores se ponen furiosos al ver que has quedado en segunda posición, por debajo de un tal Razenoku.
Cuando consigues tranquilizar a tus adoradores, te acercas a recoger tu libro. Al llegar al mostrador crees ver a Razenoku ser enviado al mundo humano.
- No pierdas, retaco... Oh, hola Avina. Te estaba esperando, te tengo preparado este libro de color azul cielo, espero que te guste.
Antes de entregártelo te explica que en el mundo humano no tendrás la capacidad de volar y que por lo tanto debes tener cuidado.
- Buena suerte, demuestra que el poder femenino es mejor que todos esos molestos hombres.
Desapareces del lugar para verte rodeada de humanos asombrados. Parece que no esperaban que un ave del tamaño de un niño apareciera en el centro de una ciudad poblada tras un destello de luz. Te preguntas si podrás explicárselo siendo incapaz de pronunciar una palabra.
@Laúd
Intentas alcanzar el tablón pero un par de matones agarra con fuerza.
- ¿Y este es el que ha quedado por encima de nosotros?
- Parece muy endeble, quizás si acabamos con él ahora podamos quedarnos con su puesto. No me puedo creer que este "perrito" haya conseguido estar en la posición número 150.
Los dos mamodos parecen dispuestos a golpearte, pero acaban siendo empujados por la multitud y dejándote un hueco para escapar.
En la oficina de reparto te encuentras a la mujer a punto de recogerlo todo y marcharse. En cuanto te ve, esboza una sonrisa.
- ¡Oh... Mira qué mono es este lobito...! ¿Woof woof? ¡Sí, pequeñín! Bien, aquí te doy tu libro.
Eres incapaz de diferenciar el color del libro, pero aún así te materializas sin problemas en la azotea de un edificio. Solo te queda encontrar a alguien que sea capaz de entender tu libro y tu propósito, algo difícil de explicar puesto que no puedes hablar.