Frontera de la Neblina

Por +3 de defensa llevaría los calzoncillos por encima, ya lo creo
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Impredecible
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Impredecible » 22 Feb 2016, 13:59

Algo más aliviado ahora que habían bajado las posibilidades de que la posada acabase ardiendo en mitad de una batalla campal, y, aún más preocupante, que Seis Cazuelas acabase prendiéndonos fuego a nosotros en respuesta, decidí volver a centrarme en lo de los nombres.
Quería participar en el debate y ofrecer alguna idea, pero la inspiración me había abandonado por completo. Eso es lo que pasa cuando te despiertan de golpe a cacerolazo limpio: dejas de ser persona.

A falta de poder colaborar de manera activa, seguí dándole vueltas a los nombres propuestos. No quería desmotivar a nadie, menos aún ahora que parecían estar dándose los primeros pasos hacia algo parecido a una alianza, definición del término aparte, pero seguían sin convencerme del todo.

Entonces habló Lwiesto, con Kineban añadiendo detalles, y aquello empezó a sonar mejor.

-Ahí tenemos una opción interesante -comenté-. En Amidentha suena mejor, tiene un toque mistico-profundo que resulta, como poco, llamativo...
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bobokukemon
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por bobokukemon » 24 Feb 2016, 03:18

Antes de volver a la posada, me separé del grupo para vender el arma que había conseguido ya que de todos modos no la podría usar. Aún así parecía que había llegado el primero, así que decidí contarle la historia de esta misión a Seis Cazuelas porque quizás le podría parecer graciosa. Me había quedado de buen humor después de pensar en todo lo que había sucedido mientras iba de camino a la tienda.

También me di cuenta de que había algunas habilidades que no había usado desde que llegué a esa dimensión tales como la de calmar animales, aunque lo atribuí al hecho de haber perdido parte de la información que tenía al aparecer.

Entonces me acordé de esa transformación. No era muy sorprendente, pero quizás pudiera ser de utilidad de alguna manera. La próxima vez iría a ver si podía recuperar la transfomación a zampopo.

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Fornax
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Fornax » 24 Feb 2016, 14:53

Una vez Ferrel les hubo pagado, el grupo tardó poco en dispersarse, ocupados en sus propios asuntos. Bolvir en concreto se dirigió a los anticuarios que vendían páginas con las palabras de hechizos; las 200 monedas que maese Ferrel le harían comprar unas cuantas páginas, pero con las 500 monedas que encontró en la chimenea de Hulla, servirían bien a sus intereses.

-Quiero todas las páginas con palabras de hechizos de rango aprendiz menos Hdaur –le dijo al vendedor tras entrar calmadamente en el local. El lobo sabía que su aspecto no inspiraba confianza tras los muchos cortes recientes y su herida en el brazo, pero esperaba que la vista del dinero eliminara recelos.

-¡P…Por supuesto! Aquí tiene, son 650 monedas de oro –respondió apresuradamente el hombre, que puso sobre la mesa las hojas.

Tras hacer el pago, Bolvir no vio motivos para permanecer en la calle por más tiempo, así que se dirigió a la posada y le pagó a Seis Cazuelas el alquiler semanal, y aun así todavía conservaba 80 de oro, una cifra superior a lo que había tenido por el trabajo con Freya. Tras subir a su habitación y recitar las letanías de saludo habituales a sus padres y hablarles de la aventura de hoy, se curó las heridas que tenía (ninguna de gravedad, peor había sido el otro día) y se puso a estudiar. La magia era difícil de utilizar, y esa noche había fallado mucho; solamente el poder de su libro negro lo había salvado en más de su ocasión de fallar, así que decidió comprender el fuego para saber cómo utilizarlo mejor.

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Amilinne
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Amilinne » 24 Feb 2016, 15:31

El camino de vuelta a la posada se me hizo pesado. No sólo estaba herido por culpa de aquellos dos “guardias” tan pesados sino que además estaba cansado y desilusionado. Me habían pagado, sí, pero me hubiera gustado poder mantener la confianza de Gudd Ferrel de paso. No estaba muy seguro aún de si apoyaba su movimiento o lo que fuera que estuviera planeando, pero el tipo me caía bien y no me importaría poder seguir ayudándolo. Por eso cuando llegamos al lugar de reunión del clan me paré a comentarle a Nvazca, tras pagarle lo debido, que si veía a Ferrel le dijera de mi parte que Baseryn no iba a volver a participar en ninguna petición que estuviera firmada por él.

Luego me pasé por las habitaciones de los tres miembros del clan que no habían participado en la misión, empezando por Vinudren y Lwiestho, para contarles lo que habían descubierto en la misión. Era posible que lo que le habían sonsacado a Hulla les fuera útil en un futuro.
Hulla escribió:Nadie conoce sus nombres reales, pero yo sé sus apodos.
El primero es el líder de los ladrones y los asesinos... Se hace llamar Lignito.
Vive en este mismo barrio, pero en un lugar increíblemente bien oculto.
Desde luego, yo no lo conozco.
El segundo es Antracita, del barrio de la presa.
Comercia con toda clase de drogas horribles... Su negocio lo lleva a cabo gracias a aeronaves, principalmente.
La tercera dirige la mayor red de prostitución de la ciudad. Se trata de... Adivinad... Una mujer llamada Turba.
Dicen que en realidad es una noble del barrio de los lores, pero ella no se mancha las manos.
Eso es cuanto sé...
-... y nos volvimos a encontrar con el hombre de la niebla aquel del que me libré en la pasarela -le estaba contando finalmente a Akerteh en su habitación tras darle la información sobre los líderes del crimen organizado-. ¡Sabe magia bastante avanzada, miau! Así que salimos corriendo. Espero que no nos lo encontremos otra vez mientras entregamos esa carta... Me da mala espina. ¡Ah! Pero antes de eso atravesé la cabeza del idiota sin pelotas que quería vengarse de Vinu. ¡Tendrías que haberlo visto! ¡Hizo splosh, igual que una sandía!

También narré la batalla contra Hulla paso por paso y el posterior interrogatorio en el que Baseryn posiblemente había arruinado las posibilidades de que Gudd Ferrel nos volviera a contratar, además de la destrucción de su casa. Me acurruqué encima del ángel mientras pensaba en cómo encontrar al hombre ahora. Suponía que reconocería a su portero... Pero tampoco mucho más. Si me centraba en aprender a Detectar personas de interés igual le volvía a ver a él o a alguno de sus contactos. Me rasqué los bigotes, pensando que tal vez me encariñaba demasiado rápido con la gente... Pero entonces noté lo calentito que estaba Aker, ronroneé un poco y empecé a dormirme.

-Aker, mono... -murmuré entre el sueño y la vigilia-. Despiértame antes de que se haga tarde... Quiero comprar un Libro Blanco y el hechizo Hlaur para... impresionar... te...

Y me quedé frito.

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LightHelco
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por LightHelco » 24 Feb 2016, 23:16

Entré en la posada casi dando un portazo. Estaba molesta por la actitud de mis compañeros y el contratista… Dejar a ese rufián marcharse, querían limpiar la ciudad ¿cómo? ¿Dejando escapar a todo aquel que les llorase un poco? Realmente, podía haber aprovechado ese momento para saber si había visto a mi antigua pareja, pero viendo que estaba aterrado ante mi presencia, dudaba mucho que hubiera visto otros dragovianos.

—Y ese hombre puede estar tranquilo, si no me quiere para limpiar este desastre de ciudad adelante —gruñí sentándome en una de las mesas de la taberna —. Aunque a saber cuánto tarda en volver a aceptarme si el resto se van a dedicar a dejar vivos a todos los bandidos que nos encontremos.

Pedí algo para comer y tras terminarlo me levanté y dirigí hacia donde se encontraba la enana. Por mucho que quería no conseguía recordar su nombre, en general me costaba recordar cualquier nombre. Eran extraños, para los míos los nombres eran casi una característica, como el que los enanos me habían puesto al no poder entender el mío y claro, tampoco podía decirles que me llamaran Manantial de la montaña helado. Ladeé la cabeza intentando no pensar mucho y centrándome en la enana.

—Perdona, ¿sabes de algún lugar en donde se pueda entrenar uno en el combate? Llevo tiempo teniendo que valerme únicamente de mi aliento y quizás haya ocasiones en donde me venga mejor hacer uso de mis garras —le expliqué mostrándole mi mano y como de los dedos salían unas afiladas uñas capaces de cortar la carne —. Otra cosa… —tras que me respondiese a lo primero, saqué varias monedas para pagarle la estancia —. Es posible que hoy no regrese para dormir, pero si quieres cobrarme toda la semana no tengo problema alguno, el dinero no es algo que me preocupe.

Tras resolver aquello, salí de la taberna y me dirigí hacia el lugar que me hubiera dicho la mujer. Allí estuve entrenando durante bastante tiempo, tanto con mis garras como mi aliento, consiguiendo que este se volviera liquido. Tardaría un tiempo en dominarlo de forma que resultara efectivo en la batalla, pero al menos ahora podía usar el agua para dañar a mis enemigos… aunque quizás comprando una de esas extrañas hojas mágicas me ayudase, ¿Hwaur era como llamaban aquí a la magia de agua, no? Ya me encargaría de eso al siguiente día.

Aquella noche me tocaba cumplir la palabra que había dado. Desplegando mis alas, eche a volar para empezar a buscar al bandido que mis compañeros habían dejado escapar, por suerte mis ojos se habían acostumbrado por fin a la ciudad y volvía ser capaz de ver en la oscuridad por lo que si no había abandonado la metrópolis lo encontraría y mataría sin problemas.
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Ya que esta vez tengo que comprar libro, voy a arriesgarme tambien y hacerme con un libro blanco

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Impredecible
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Impredecible » 26 Feb 2016, 02:23

El hacha rebotó con un "clonk" cuando la dejé caer de mala manera dentro del armario que le servía de funda improvisada.
Pese a que no había tenido que pelear mucho (de hecho, no había tenido que pelear nada), la misión me había dejado agotado. Demasiadas emociones fuertes de golpe, quizá. No hubiese imaginado que ir por la vía diplomática cansase tanto.

La cosa había sido... confusa, por decirlo de alguna manera. Mi forma de salvar la situación había sido tratar de dialogar con una gata rosa, fallar en el intento y perder plumas. Bueno, no era muy heróico, pero era algo.
Si hubiese podido elegir, hubiese colaborado en la pelea contra los bichos, al menos para inmobilizarlos y tratar de poder acceder al edificio, pero uno no puede golpear poquito cuando tiene un hacha. Las hachas tienen dos modos: "Quieta" y "Despedazar".

Miré por la ventana, pensativo. Aún faltaba un rato para que Kineban llegase a su sesión diaria de "Te lleno de pelo pero de forma mucho más adorable y de cuya razón ya se habrá dado cuenta hasta la posadera", así que opté por irme de compras. Tenía cerca de 400 monedas, y aún teniendo que pagar a Seis Cazuelas, debería de darme de sobra para algún caprichito.

El "caprichito", tras un rato de deliberación, resultó ser un sable nuevo. Si necesitaba algo con más variedad que un hacha, parecía ser una opción razonable. Siempre podría mantener el hacha como arma bestia, pero renovarse o morir, decían.

Tras la compra, volví a la habitación, examinando mi juguetito nuevo. Era prometedor. Con algo de entrenamiento probablemente podría ser un aprendiz de cuchillo, y quizá con el tiempo llegar a algo interesante...
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Amilinne
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Amilinne » 26 Feb 2016, 20:37

Volví a la posada con el grupo, sintiéndome un poco ridículo por el escándalo que había montado debido a la sirvienta de Miehlenarë. Le había arrancado una pluma a Akerteh, pero en fin... Ni él mismo parecía haberse molestado demasiado por ello. Tenía bastante paciencia aunque no lo pareciera a primera vista. Me puse a pensar en todo lo que habían descubierto durante la misión. Fuera lo que fuera lo que planeaba ese noble, estaba reuniendo a gente bastante influyente y su objetivo era terminar derrocando a Raulën. La noche eterna era... fría. Y desde luego era difícil leer los hechizos de su libro blanco debido a la oscuridad. ¿Sería un sol permanente mejor? No sabría decirlo, pues llevaba en Sincrópolis desde donde alcazaba mi mente, y difícilmente se podía llamar “día” a aquella hora neblinosa en que se iluminaba alguna baldosa de la calle. En cualquier caso, no sabía si el objetivo de aquella “revolución” iba a ser ese o tratar de equilibrar las horas entre día y noche.

El objetivo de Miehlenarë de destruir toda la ciudad era... cuestionable, cuánto menos. ¿Por qué no podían seguir los Tsil-fan viviendo su vida nómada y dejarnos a los sedentarios en paz? Con lo feliz que era yo cuando dormía varias horas seguidas... No podía ni imaginarme el estar en movimiento continuo. Yo mismo había cambiado mucho de grupo y de zona de operaciones en el pasado, pero siempre dentro de Sincrópolis y siempre cerca de una fuente de calor. Ni siquiera sabía cuánto tiempo iba a durar Akerith Elisen... Teniendo en cuenta que éramos Forasteros y las increíbles diferencias que había entre nosotros, probablemente no mucho. En cualquier caso, si el noble, Z, Gudd Ferrel, Miehlenarë y quienquiera que estuviera en el ajo aparte de ellos decidieran empezar una guerra civil o incluso destruir la ciudad, esperaba que lo que el caballerizo dijo fuera verdad y nos avisaran a los siete para salir de ahí cagando leches. ¿O serían capaces de requerir nuestros servicios y tratar de reclutarnos para su ejército...? No podían confiar tanto en nuestra lealtad, ¿verdad? No éramos más que un grupo de mercenarios. Aunque teniendo en cuenta el obvio movimiento desesperado que es reclutar a una Tsil-fan... Suspiré. Estaba comiéndome la cabeza demasiado.

Le eché un vistazo al puñal de Dottie y farfullé un taco. De momento me lo quedaría y ya vería si se lo devolvía a su legítima propietaria o lo acababa vendiendo. Pero desde luego no iba a intentar preguntarle a Bolvir si me enseñaba a hacerle algún ritual, que a lo mejor se lo tomaba a mal. Y todavía me daba un poco de miedo, aunque me ayudara en la batalla contra Hulla. Era un buen tipo, seguro, pero aún no estaba... preparado para él.

Con el dinero que nos había dado el caballerizo del noble enmascarado podría comprar nuevos hechizos, pero bastante tenia de momento con tratar de dominar la fuerza del rayo. Esto de la magia era muy nuevo para mí. ¡Aker ni siquiera había comentado nada sobre mis nuevas habilidades...! Pero estaba ocupado tratando de atrapar a esa gata, de todos modos. Me quedaba contento por haber podido acertar un par de conjuros y por haber sido el responsable de conseguir la información que les había llevado hasta su objetivo. La Killa era... una mujer curiosa. Pero probablemente sería útil en el futuro. Esperaba que aquellas diez monedas fueran suficientes como para habérmela ganado de manera permanente.

Miré la puerta de la habitación de Akerteh y suspiré. No quería ser más pesado, pues ya bastante le tenía que haber agobiado en la misión. Me metí en mi propia habitación y, en lugar de enrollarme en las sábanas y echarme a dormir automáticamente, me quité los pantalones y los dejé a ellos y al puñal en el suelo. Me senté junto a la ventana y descansé la cabeza sobre la mano mientras miraba Sincrópolis. ¿Me estaba ilusionando demasiado...? Fuera como fuera, no pensaba dejar que le pasara nada al ángel o al resto mientras yo estuviera con ellos. Siempre había sido así con todas mis familias y a pesar de todas las traiciones, a pesar de todas las decepciones... seguiría así hasta encontrar la verdadera. Mi verdadera familia. Una familia a la que Escudar.

-... O al menos cubrirles las espaldas -sonreí al recordar que mis armas eran un arco y un libro de magia.

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Santi_gf
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Santi_gf » 26 Feb 2016, 21:55

- Crudo no sabe bien... -dije con una rodaja de pata de corazano a medio masticar en la boca-.

Y tenía razón, desde luego, no cenaría aquello ese día. Ni ninguno, si todo iba bien, ya que tenía planes para aquellas patas. Recapitulando, habia en la ciudad quienes sabían que la Tsil-Fan que acababa de conocer...Miehlenarë, si mi codo y mi espejo no me engañaban, tenía como mascotas a los bichos verdes esos que me habían tratado de matar y de los que me había quedado un par de patas y un cuerno. Además, los Tsil-Fan al parecer no tenían buena fama, punto de vista que entendía perfectamente, así que quizás colocando un par de esas patas en la escena oportuna y difundiendo algunos rumores, ¿quizás con la ayuda de La Killa?, podríamos echarle la culpa a ella en una situación desesperada. Vi el estado de mi manta y me replanteé cuan desesperada tenía que ser la situación, porque al parecer toda las manchas que tenía esta las había causado yo...

Negué con la cabeza mientras dejaba la manta encima del respaldar de la única silla de mi pequeñita habitación. Me había acostumbrado a algunos detalles de frontera: la noche casi continua, la niebla, mi habitación... Pero no me había acostumbrado a como de rápido sanaba mis heridas, ni a la ausencia de los pequeños ¿espíritus? que llamabamos "spren" en Roshar, ni a la falta de las gigantescas tormentas que recorrían el mundo entero cada par de días, y mucho menos me había acostumbrado a la magia de este mundo. No es que Hsaur no me resultase ya un poco familiar, pero... faltaba algo. Me había propuesto saber qué, aunque tuviese que averiguarlo a tientas.

Tragué la rodaja de carne deseando no haber tratado de comer aquello y abrí la ventana de mi habitación. Tampoco era un ventanal enorme, pero... serviría, supuse de alguna manera. Me asomé todo lo que pude por la ventana, vistiendo solo mis pantalones cortos, observando la niebla a mi alrededor. Era bueno no ser muy sensible al frío si acostumbrabas a llevar poca ropa, desde luego, pero aún así quería acabar con este experimento pronto. ¿Y qué trataba conseguir? Trataba Comprender el Viento, observarlo y conocerlo con tal de ser capaz, por lo menos, de imitarlo mejor en cada hechizo que usase Hsaur. No es que la niebla ayudase mucho a mi propósito, pero aún así, si me fijaba muy bien, veía los jirones que marcaba el viento en la niebla al pasar por la calle como una corriente, como un fluido. Y no creía avanzar en nada.

- Debería dejar de hacer esto antes de poner a prueba si puedo resfri -y, atrás mia, mi manta se cayó del respaldo de la silla provocando que me sobresaltara y perdiera el equilibrio sobre el marco inferior de la ventana-.

Y fue entonces, en aquel instante en el que entendí que me estaba cayendo desde un segundo piso casi de cabeza al duro suelo de la calle, cuando sentí de verdad el viento que me rodeaba, que me envolvía y me abrazaba mientras pensaba instintivamente cómo recuperar el equilibrio y no matarme haciendo el imbécil más que medio desnudo. No sé que estaba buscando antes con tanto empeño cuando el viento siempre había estado ahí, cuando me resultaba tan familiar entonces como mi piel. Pero aquel momento de extraña claridad duró hasta que mi cuerpo supo que aquello que estaba tocando mis zapatos era el suelo de la habitación, y volvieron las dudas sobre que había sacado en claro de todo esto. ¿Conocía entonces las pautas que tomaba el viento, sentía el flujo que formaba a través de todo lo que rodeaba? No, pero al menos lo comprendía mejor. Era algo.

Aquella noche me la pasé junto a mi ventana, observando sin pensar un mar de niebla. Ya tendría tiempo de comprar Hdaur y Athroï otro día.
Última edición por Santi_gf el 27 Feb 2016, 14:30, editado 3 veces en total.

Crow
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Crow » 27 Feb 2016, 00:55

Estaba sentado en la barra de la taberna, bebiendo una cerveza y pensando en el ultimo trabajo. Ya había remendado los pantalones, pero seguía enfadado con aquella maldita Tsil-Fan. ¿Que más le daba si la gente quería vivir en ciudades? Que no se metiera en los asuntos de los demás, diablos. Intentando forzar sus estúpidas ideas en los demás... sonaban como los antiguos elfos, antes que los esclavizara el imperio, o eso me habían contado. Solo tenía cincuenta años al fin y al cabo, apenas había vivido esa época anterior al imperio. También pensé en esos bichos puñeteros y en lo que me costó pegarles, mientras jugueteaba con un cuchillo de cocina clavándolo rápido entre los dedos. Comparado con otras disciplinas, no era más que un aprendiz de cuchillo, pero al menos era un buen entretenimiento.
-A ver si el próximo trabajo es más normal.
Ora Ora Ora Ora Ora
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Malfuin
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Re: Frontera de la Neblina

Mensaje por Malfuin » 10 Mar 2016, 00:26

Cuando Baseryn regresó volando a la posada, agotada tras una larga e infructuosa búsqueda, notó algo fuera de lo normal. Había más velas encendidas que normalmente en el edificio, las ventanas brillaban más. Por un momento le pareció ver a Lwiestho saliendo por su ventana, pero decidió que la vista le había jugado una mala pasada.

Al entrar, vio a Vinudren que parecía juguetear con algo entre las manos. Pero no le prestó atención, sino que se fijó en que la posada estaba inusualmente llena de gente. Parecía más limpia, y se veía a Nvazka Seis Cazuelas trabajar atareada detrás de la barra, mientras reía entre dientes al escuchar una historia que Arsna le contaba. El lugar estaba extrañamente animado.

Un rato después, los aventureros fueron conscientes de que el tablón de misiones se había actualizado.

Carta a lo desconocido


Aprendiz.
Esta será la última carta de la que deberéis haceros cargo, y también la más peligrosa. Tendréis que entrar en uno de los lugares más terribles de Sincronópolis, y también en uno de los más desconocidos... Si os reunís conmigo en el lugar habitual, os daré toda la información.
Noble enmascarado
Recompensa: 300 monedas

Sabotaje industrial


Aprendiz.
Quien encuentre el modo de bloquear la chimenea de la Fábrica 1 durante cinco minutos y viva para contarlo, recibirá una buena recompensa por mi parte.
Z
Recompensa: 150 monedas

La casa de empeños

Aprendiz.
En esta ocasión, mi objetivo es acabar con unos estafadores. ¡Balanzas trucadas! ¡Tasaciones manipuladas! ¡Compran objetos de gran valor histórico y sentimental a precio de basura, sólo para venderlos en otros mercados! ¡Manipulan reliquias de gran poder mágico para que parezcan trucos de mercachifle! Sé que son unos ladrones, pero la gente me ignora cuando trato de correr la voz, les venden porque están desesperados. Y los Pradekka no harán nada, la tienda les paga comisiones. ¡Estoy tan enfadada que quiero destruir el edificio! Y no puedo hacerlo, pero vosotros sí. Sabéis que puedo pagar poco, pero seguro que allí encontraréis algunos objetos interesantes...
Freya
Recompensa: 50 monedas

Los que acechan en las sombras

Aprendiz.
Es el momento de utilizar la información que recabasteis anteriormente. En esta ocasión os enfrentaréis a los ladrones y asesinos de Sincronópolis, pero andad con mucho cuidado: hay verdaderos profesionales a las órdenes de Lignito. No os enfrentéis a ellos sin necesidad, sed cautelosos y limitaos a acabar con su líder. Os esperaré en el lugar en el que nos vimos por última vez.
Gudd Ferrel
Recompensa: 150 monedas

Los sucios negocios del cielo

Aprendiz.
Es el momento de utilizar la información que recabasteis anteriormente. Vuestro objetivo esta vez será eliminar a Antracita, responsable de toda clase de desagradables negocios en Sincronópolis. Es un tipo muy rico y sin duda tendrá toda clase de mercenarios y criaturas protegiéndole, así que preparaos bien para esta misión. Os esperaré en el lugar en el que nos vimos la última vez.
Gudd Ferrel
Recompensa: 150 monedas

El expreso de madrugada

Aprendiz.
Es hora de comenzar a planear mi fuga. Por razones obvias no podré reunirme directamente con vosotros, así que en los pasos previos a mi huida deberé aleccionaros sobre vuestros objetivos por escrito. Lo primero que necesitáis para desactivar la bomba que me mantiene preso es un invento a medio terminar que estuve desarrollando en otra de las minas, antes de que me enviaran aquí. Lo oculté en una gruta llena de runas talladas, en el centro del círculo de piedras. Llegar a esa mina no será fácil: no tendréis otra que colaros en el expreso de madrugada, un tren que sale a las seis de la mañana cada día desde el palacio y vuelve cargado de carbón y otras piedras incluso más valiosas. Si conseguís guardar mi invento en vuestro refugio, lo sabré y hallaré el modo de financiaros.
Lloyd
Recompensa: 100 monedas
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Voy a establecer unas normas para elegir las misiones, de lo contrario todo se vuelve un poco lioso. Podéis escoger un máximo de tres cada uno, y sólo podéis dar prioridad a una de ellas. En cuanto a los días que podéis elegir para las siguientes misiones, pueden ser desde mañana viernes hasta el viernes siguiente... Con la excepción del martes, porque el miércoles tendré un examen importante. En caso de que los roles de Santi o Ami tengan sesión este fin de semana, tendrán prioridad por encima del mío, que para eso estaban antes.

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Flanpuntos: 11920
Drazpuntos: 500
Shypuntos: 100
Sodipuntos: 80
Loudpuntos: 46
Depuntos: 25
Codepuntos: 25
Sormapuntos: 25
Helcopuntos: 20
Kaopuntos: 10
Amipuntos: 7
Sergiopuntos: 4
Xeviipuntos: 2

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