- ¡Vinudren! Me alegro de verte -sonreí, por fin había presenciado eso que se decía de que los forasteros pueden morir y aún así regresar a Frontera-. Te dije que lo de embadurnarse en carbón no era buena idea, recuerdame que te invite a algo.
Después de soltar lo que tenía que decir me puse a escuchar cual estaba siendo el tema de conversación: formar un clan. No sabía muy bien si eso me interesaba, no conocía al resto de los forasteros. Pero si la cosa se complicaba podía salir del clan y dejarlos atrás, ¿no?
- Voy a echar un vistazo a las misiones, pero me interesa eso de formar un grupo. Luego vuelvo y me contais que habeís pensando, ¿va?
Con el tablón de las misiones delante tocaba ponerse a pensar, de nuevo. Volvió enseguida el dolor de cabeza al ver que me interesaban muchas de ellas, así que traté de ordenar mis pensamientos e ir repasando una a una. Carta a una lunática era una oportunidad bastante buena para ganar dinero y llegar a conocer mejor a los otros forasteros, así que me interesaba. Por otra parte, la mayoría de lunáticos que había conocido me caían bien y eran buenos compañeros de bebida. Siguiente misión, antes de que me pusiera sentimental y pedir una jarra de cerveza o tres. Sabotaje industrial fuera... Ingrediente número 1 dentro... La casa de empeños. Con esta no era tan fácil, ¿me arriesgaba a no encontrar nada de valor durante la misión o prefería una paga fija? Sin embargo, me caía bien Freya y me parecía de fiar... En fin, esta también me interesa, a ver si alguien más la coge. Limpiando la ciudad parecía simple, además de que daría buena fama al clan que fuesemos a montar. Supuse que también me podía interesar por ella, ¿pero cuantas iban ya? Y luego estaba El expreso de madrugada para terminar, que también me interesaba por lo conveniente que me parecía contar con el favor de Lloyd, aparte de que tenía ganas de ayudarle porque yo mismo detestaba estar encerrado.
Al parecer tenía que aclararme con las misiones, al menos dando más prioridad a unas que a otras, porque me interesaban casi todas. Carta a una lunática, La casa de empeños y El expreso de madrugada eran mis favoritas, así que anoté sus detalles en... Bueno, no. Tenía que borrar antes los apuntes que había hecho estudiando, porque iba cubierto enterito. ¿De verdad había escrito cosa entre los dedos de la mano? ¿Para qué? Fui borrando notas hasta quedarme más o menos despejado de cintura para arriba, como me gustaba, y después volví a lo de anotar los detalles de esas misiones en mis antebrazos, empezando a partir de las muñecas. Hecho esto volví con los demás, por si ya tenían algo aclarado sobre lo del grupo.
- Spoiler: Mostrar