—¿Ya te has despertado?
Una voz hizo que volviera en mí. En ese momento, sentí una punzada de dolor, probablemente de haber caído por la montaña, pensé.
—Ojalá no lo hubiera hecho. ¿Quién se cree esa tía que es como para tratarme así? Me duele el cuerpo del golpe, la próxima vez que la vea se va enterar quién soy yo —dije mientras me giraba en la dirección de donde provenía la voz.
Entonces lo vi, un Tentomon. No era difícil saber quién era dado a que era uno de los personajes de principales en una de las series que veía cuando era más joven. Aún así la visión hizo que retrocediera. El ataque de la chica anterior y la aparición de ese insecto hacían que dudara de mi cordura, quizás directamente había perdido la cabeza. Tenía que comprobar si me encontraba ante una visión o no.
Lo toqué. Era tan duro como parecía. Ugh.
—¿Sabes qué es lo que ha pasado, Mat? ¿Has traído el feithidicíd? —dijo alguien más que se encontraba a mi lado, el chico que había sido capturado momentos antes.
Menudas confianzas se toma el crío, ni siquiera sé quién es y ya me ha puesto un mote. Además, ¿de qué está hablando? ¿Feithiqué? Supongo que uno no se vuelve un experto del idioma en tan poco tiempo pero sigue molestándome.
Me levanté, di unos pasos para alejarme del grupo y miré a mi alrededor sin prestar demasiada atención a la conversación del niño y el zorro pero aún así no pude encontrar ningún punto de referencia. No había paseado mucho por la zona, pero estaba casi seguro de que el lugar donde me encontraba no era parte de Mitchelstown.
—... Tenemos que volver a donde estábamos.
—Pues espero que tú sepas dónde estamos, porque yo no tengo ni idea, erm... chico. —contesté mientras me sacudía el polvo —. Y vosotros dos, espero que no montéis un numerito como el de vuestra amiga.
Digimon: Data Disruption [Rol]
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Las cosas suceden mucho mas rapido de lo que me da tiempo a asimilar, como el tipico sueño, pero los dolores solo podian ser reales. Estoy en un bosque pero no lo conozco, nunca he estado aqui, no tengo ni idea de como he podido llegar hasta aqui.
Hay unos de los chicos a mi lado, que nos hayamos separado es malo.
- ¡Oh, que flor tan bonita, nunca habia visto una parecid.. ¡Ah!!
No es una flor, ¡Es un Digimon! Estoy seguro, y hay otro encima de Luke, y abrazandolo y... si es como lo que conocemos entonces es nuestro compañero.. ¡Tengo un compañero digimon!
- ¡Hola, holaaaaa! - le dije al digimon abrazandolo tambien - ¡Nunca imagine que te conoceria, pero no habia perdido la esperanza! ¡Soy Alan! Encantado de conoceros a todos!
Hay unos de los chicos a mi lado, que nos hayamos separado es malo.
- ¡Oh, que flor tan bonita, nunca habia visto una parecid.. ¡Ah!!
No es una flor, ¡Es un Digimon! Estoy seguro, y hay otro encima de Luke, y abrazandolo y... si es como lo que conocemos entonces es nuestro compañero.. ¡Tengo un compañero digimon!
- ¡Hola, holaaaaa! - le dije al digimon abrazandolo tambien - ¡Nunca imagine que te conoceria, pero no habia perdido la esperanza! ¡Soy Alan! Encantado de conoceros a todos!
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Algo me despertó, posándose sobre mi cara, e intenté apartarlo a manotazos y ponerme en pie en cuanto pude.
-Pero que... ¡eres una abeja gigante! ¡y hablas!
Levanté los brazos como poniéndome en guardia, pero enseguida vi que no pretendía hacerme ningún daño. Ademas el sitio en el que estaba no era mas tranquilizador, hacia un calor de mil demonios y había ríos de lava corriendo por ahí. Me quité la chaqueta y me la até a la cintura. Me alegré de no haberme abrigado más.
-Que... que demonios? Supongo que las preguntas sensatas serian quien sois, donde estamos y como volvemos a casa, pero no describen muy bien como me siento ahora mismo. Las que lo harían son: "¿Que demonios eres?", "¿Eso de ahí es un ángel?" y "Por favor, dime que eso de ahí no es LAVA". -y vi que no estaba yo solo con esos bichos- Oh, ¿estas bien, chico?
-Pero que... ¡eres una abeja gigante! ¡y hablas!
Levanté los brazos como poniéndome en guardia, pero enseguida vi que no pretendía hacerme ningún daño. Ademas el sitio en el que estaba no era mas tranquilizador, hacia un calor de mil demonios y había ríos de lava corriendo por ahí. Me quité la chaqueta y me la até a la cintura. Me alegré de no haberme abrigado más.
-Que... que demonios? Supongo que las preguntas sensatas serian quien sois, donde estamos y como volvemos a casa, pero no describen muy bien como me siento ahora mismo. Las que lo harían son: "¿Que demonios eres?", "¿Eso de ahí es un ángel?" y "Por favor, dime que eso de ahí no es LAVA". -y vi que no estaba yo solo con esos bichos- Oh, ¿estas bien, chico?
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Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Despertarme fue algo que me costó mucho, estaba demasiado a gusto tumbada en la hierba, pero al recordar a la mujer-gata me incorporé de golpe con los puños listos para partirle la cara. No sé cómo había conseguido levantarme y arrojarme a las luces con tanta facilidad, pero a mí nadie me ganaba en una pelea a no ser que fuese un ropero de doble puerta e incluso a esos les daba su merecido tras que me humillasen.
Sentí un movimiento al lado mío y a poco estuve de zurrarle a la otra chica del grupillo que nos habíamos reunido. A ella y al perro blanco y rosa que la estaba lamiendo.
—Vale, ¿de dónde has sacado ese intento de cocker? —le pregunté algo confusa, aunque el que el animal se comportase de forma tan cariñosa me resultaba divertido.
Y el perro no parecía el único animal extraño de la zona. Un poco más lejos, junto al río, se encontraba el conejo más grande que había visto en mi vida ¿por qué era un conejo, no? Porque parecía también un gato gris al que le habían estirado las orejas. El animal me sonrió y se fue acercando a mí, haciendo que de forma instintiva me colocara en una posición defensiva, ya había tenido suficiente ración de Digimon por hoy, al siguiente que me atacase le daría un derechazo que ni Ryu.
—No quieres atacarnos, ¿verdad? —le pregunté al rato aun con desconfianza —. El cocker parece ser amistoso, pero verás, ya nos ha atacado una mujer que se creía una pantera y es normal que desconfiemos ahora de un conejo-gato como tú. Ya sabes, mejor prevenir que curar —recité relajándome poco a poco, más debido a que cuando había apretado los puños no me había dado cuenta del aparato que aun seguía en mi mano y dolía el apretarlo tanto.
Esperé un poco para ver que hacía el Digimon gris y me giré hacia la chica para ver si ella también se encontraba bien y así lo parecía, embabada por el perro, pero en buen estado.
—Supongo que nos va a tocar buscar a los tíos ahora, digo yo que ellos también querrán saber a dónde nos ha mandado la mujer gato —le dije limpiándome un poco la ropa y recolocándome la gorra que se me había caído durante el trayecto —. A propósito, me llamo Alice, si lo sé, no parezco una tía, no es la primera que me lo dice. Eh, Bunnymon —le llame al conejo gris, ni me acordaba como se llamaba su raza aunque como todos los Digimon acababan con el sufijo “mon” quizás acertaba — ¿vosotros sabéis dónde estamos? Y de paso, ¿habéis visto a seis chicos cayendo por aquí? No sabría describirlos a todos, pero uno destacaba bastante por ser extranjero.
Sentí un movimiento al lado mío y a poco estuve de zurrarle a la otra chica del grupillo que nos habíamos reunido. A ella y al perro blanco y rosa que la estaba lamiendo.
—Vale, ¿de dónde has sacado ese intento de cocker? —le pregunté algo confusa, aunque el que el animal se comportase de forma tan cariñosa me resultaba divertido.
Y el perro no parecía el único animal extraño de la zona. Un poco más lejos, junto al río, se encontraba el conejo más grande que había visto en mi vida ¿por qué era un conejo, no? Porque parecía también un gato gris al que le habían estirado las orejas. El animal me sonrió y se fue acercando a mí, haciendo que de forma instintiva me colocara en una posición defensiva, ya había tenido suficiente ración de Digimon por hoy, al siguiente que me atacase le daría un derechazo que ni Ryu.
—No quieres atacarnos, ¿verdad? —le pregunté al rato aun con desconfianza —. El cocker parece ser amistoso, pero verás, ya nos ha atacado una mujer que se creía una pantera y es normal que desconfiemos ahora de un conejo-gato como tú. Ya sabes, mejor prevenir que curar —recité relajándome poco a poco, más debido a que cuando había apretado los puños no me había dado cuenta del aparato que aun seguía en mi mano y dolía el apretarlo tanto.
Esperé un poco para ver que hacía el Digimon gris y me giré hacia la chica para ver si ella también se encontraba bien y así lo parecía, embabada por el perro, pero en buen estado.
—Supongo que nos va a tocar buscar a los tíos ahora, digo yo que ellos también querrán saber a dónde nos ha mandado la mujer gato —le dije limpiándome un poco la ropa y recolocándome la gorra que se me había caído durante el trayecto —. A propósito, me llamo Alice, si lo sé, no parezco una tía, no es la primera que me lo dice. Eh, Bunnymon —le llame al conejo gris, ni me acordaba como se llamaba su raza aunque como todos los Digimon acababan con el sufijo “mon” quizás acertaba — ¿vosotros sabéis dónde estamos? Y de paso, ¿habéis visto a seis chicos cayendo por aquí? No sabría describirlos a todos, pero uno destacaba bastante por ser extranjero.
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Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Me desperté sobresaltado por el temblor y tardé algunos segundos ser consciente de dónde estaba. Las luces, el frío de la mañana, el digimon... todos los recuerdos asaltaron mi mente de golpe, dejándome confuso. Hacía un calor espantoso donde fuera que estuviera, y sudaba a mares. Me sequé la frente con una de las muñequeras y fue entonces cuando escuché algo sobre una abeja y me di cuenta de que no estaba solo. A mi lado se encontraba uno de los chicos que habían ido a la montaña, el primero que había provocado a la digimon, recordé entonces. Reprimí una mueca, recordando la estupidez. No sabía si el chico de antes seguía vivo, pero la hostilidad no nos ayudaría en esa situación.
-Sí, creo que sí-le respondí mientras me levantaba.
No dejé de notar la abeja gigante que revoloteaba alrededor del otro chico, pero no parecía querer atacarnos y se le notaba contenta por encontrar al pelirrojo. Si esa serie que veía de pequeño estaba en lo cierto, tenía que estar de nuestra parte; ayudarnos.
Miré a mi alrededor y entonces vi a un niño con alas sentado sobre una roca. No parecía querer atacarnos, por lo que no tuve claro si también estaba de nuestra parte o no, pero me quedé de piedra cuando lo reconocí. Era un digimon, por supuesto, pero recordaba cómo había tenido el ¿honor? de ser uno de los malos principales de los dibujos animados; y no había olvidado su nombre.
Era un Lucemon.
-Sí, creo que sí-le respondí mientras me levantaba.
No dejé de notar la abeja gigante que revoloteaba alrededor del otro chico, pero no parecía querer atacarnos y se le notaba contenta por encontrar al pelirrojo. Si esa serie que veía de pequeño estaba en lo cierto, tenía que estar de nuestra parte; ayudarnos.
Miré a mi alrededor y entonces vi a un niño con alas sentado sobre una roca. No parecía querer atacarnos, por lo que no tuve claro si también estaba de nuestra parte o no, pero me quedé de piedra cuando lo reconocí. Era un digimon, por supuesto, pero recordaba cómo había tenido el ¿honor? de ser uno de los malos principales de los dibujos animados; y no había olvidado su nombre.
Era un Lucemon.
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
@Jeremy (25%) @Matías
-¿Gata? ¿Gatomon? ¿Liollmon? –Kudamon parece confundido.
Jeremy, cuando terminas de hablar, Kudamon se acerca un poco más a ti. Se coloca frente a tu cara y te dedica una corta pero amigable sonrisa.
-Yo también odio los desiertos, Jeremy –confiesa-. No hay nada que hacer, nada que ver. Son muy aburridos. Pero sabía que vendrías aquí, así que aquí estoy.
Matías, Tentomon agita sus patas cómicamente cuando le tocas, un poco molesto. Parece enfadado durante unos instantes, pero cuando comienzas a alejarte, saca sus alas y sale zumbando detrás de ti.
-¡Eh, no te vayas! ¡Llevo mucho tiempo esperándote aquí como un papanatas! –se queja en tu oído.
-No os vamos a atacar, si eso es lo que os preocupa –dice Kudamon tras asegurarse de que Matías también le puede oír-. Yo soy un Kudamon, y él es Tentomon. Somos vuestros compañeros. Éramos más, pero nos separamos cuando sentimos en nuestro interior en qué lugar apareceríais. Llevamos tanto tiempo en este aburrido y llano yermo, esperando…
-¡Vosotros sois los elegidos! –interviene energéticamente Tentomon-. ¡Tenéis que salvar nuestro mundo, con nuestra ayuda y la de los dispositivos digitales! ¡Destruir a los malos! ¡Celebrar la victoria! ¡Bam, bam!
Jeremy, notas que el aparato que te ayudó a deshacerte de Persiamon vibra. En su pantalla pone “Descargando Datos - 75% restante”.
@Alice @Tris
Alice, Gazimon se sobresalta cuando levantas los puños y deja caer un cuenco de madera al suelo. El agua que te estaba trayendo se derrama en el césped. El digimon levanta los brazos, como si te mostrase que no lleva nada peligroso encima.
-¡Y-yo soy un buen c-conejito! ¡Un b-buen conejito, lo prometo! ¡No me pegues, por favor!
Cuando nota que te vas calmando al ver que sus intenciones no son hostiles, Gazimon suspira, aliviado. Recoge el cuenco de madera del suelo y lo contempla con mirada triste durante unos segundos. Parece que lo ha tallado él mismo.
Tris, Labramon te dedica una mirada desinteresada, aunque puedes notar que siente curiosidad por ti debido a los incesantes movimientos de su cola.
-Claro que soy un digimon, Tris, ¿es que te lo tengo que explicar todo? –Se acurruca a tu lado-. Mi nombre es Labramon, y soy tu compañero digimon. Y lo que tienes en la mano es tu dispositivo digital. Debería resultar obvio.
Gazimon sigue a Alice cuando ésta se acerca a Tristana y se pone a hablar con ella.
-Mi nombre es Gazimon, no Bunnymon –responde casi automáticamente, aunque no parece ofendido-. No hemos visto a los otros seis niños, pero sabemos que están por aquí cerca, porque sus digimon solían viajar con nosotros. Nos separamos cuando cada uno comenzó a intuir dónde caeríais. ¡Somos vuestros compañeros digimon! –Gazimon señala el dispositivo digital que Alice tiene agarrado-. ¡Y estáis en el Mundo Digital!
Mientras Gazimon os relata toda esa historia, Labramon se pone a rodar en el césped, ignorando todo lo que el digimon conejo os cuenta.
@Luke (25%) @Alan (25%)
Luke, Penguinmon corresponde a tu abrazo con cariño, y te sigue sin una sola queja cuando le coges del ala y lo conduces en dirección al otro niño.
-No sé si me dibujaste o no, Luke –responde Penguinmon mientras camináis-, pero si lo hiciste, seguro que te quedó muy bonito.
Alan, Floramon también te abraza cuando lo envuelves con tus brazos. Te sonríe cordialmente cuando por fin os separáis.
-Es un placer conocerte a ti también, Alan. Llevo mucho tiempo esperándote, pero tampoco perdí jamás la esperanza de que vendrías a ayudarnos a todos.
-Uhm… Nosotros tampoco sabemos muy bien dónde estamos –Penguinmon se rasca el pico, avergonzado-. Estamos aquí porque… Bueno, es difícil de explicar, pero sabíamos que apareceríais aquí. Seguimos nuestro corazón, no un mapa.
-Solíamos ser más digimon –continúa Floramon-, pero nos separamos cuando cada uno tuvo su propia corazonada sobre dónde aparecería su compañero. ¡Oh, casi se me olvida! Nosotros somos Penguinmon y Floramon, y seremos vuestros compañeros y protectores mientras os encontréis aquí, en el Mundo Digital.
Luke y Alan, notáis como vuestros dispositivos digitales vibran. En sus pantallas figuran las palabras “Descargando Datos – 75% restante”.
@Asch @Adair
Asch, FanBeemon se aleja un poquito más de ti, arrepentido de haberte molestado.
-Y-yo, bueno, m-mi nombre es FanBeemon. Es un placer conocerte, A-Asch… Espero que podamos ser… b… bu… -parece que le cuesta pronunciar las últimas palabras-. ¡B-b-b-buenos a-amigos!
Entonces, el digimon abeja se aleja lo más rápido posible, escondiéndose tras las alas del joven sentado en una roca cercana. El ángel se sorprende al principio, pero pronto comienza a acariciarle la cabeza y dedicarle susurros conciliadores. Entonces, coge en brazos a FanBeemon como si se tratara de un bebé y se acerca a vosotros.
-Bienvenidos, valientes muchachos. Mi nombre es Lucemon, y soy un digimon.
Lucemon sonríe cordialmente. Entonces se acerca a Asch y le entrega a un sonrojado FanBeemon. Acto seguido, Lucemon se acerca a Adair y, tras contemplarle durante unos segundos, le abraza.
-Estoy seguro de que no ha sido el más placentero de los viajes, Adair, pero confío en que te encuentres bien. –Preocupado, el ángel se separa del muchacho-. Temblores como el que acabáis de experimentar se han vuelto comunes en esta zona. Han provocado que el magma subterráneo suba a la superficie y comience a tragarse la tierra. Pronto, esta zona del Mundo Digital dejará de existir.
Se cruza de brazos y le dedica una severa mirada a FanBeemon. El digimon insecto carraspea, y tarda un poco en hablar.
-P-por eso mismo estáis aquí… ¡O-os necesitamos! Con los dispositivos digitales… Sois los únicos que pueden salvar el mundo en el que vivimos… ¡Sois los niños elegidos!
Lucemon asiente con la cabeza, complacido por la actuación de FanBeemon, y éste último sonríe, orgulloso de si mismo.
-¿Gata? ¿Gatomon? ¿Liollmon? –Kudamon parece confundido.
Jeremy, cuando terminas de hablar, Kudamon se acerca un poco más a ti. Se coloca frente a tu cara y te dedica una corta pero amigable sonrisa.
-Yo también odio los desiertos, Jeremy –confiesa-. No hay nada que hacer, nada que ver. Son muy aburridos. Pero sabía que vendrías aquí, así que aquí estoy.
Matías, Tentomon agita sus patas cómicamente cuando le tocas, un poco molesto. Parece enfadado durante unos instantes, pero cuando comienzas a alejarte, saca sus alas y sale zumbando detrás de ti.
-¡Eh, no te vayas! ¡Llevo mucho tiempo esperándote aquí como un papanatas! –se queja en tu oído.
-No os vamos a atacar, si eso es lo que os preocupa –dice Kudamon tras asegurarse de que Matías también le puede oír-. Yo soy un Kudamon, y él es Tentomon. Somos vuestros compañeros. Éramos más, pero nos separamos cuando sentimos en nuestro interior en qué lugar apareceríais. Llevamos tanto tiempo en este aburrido y llano yermo, esperando…
-¡Vosotros sois los elegidos! –interviene energéticamente Tentomon-. ¡Tenéis que salvar nuestro mundo, con nuestra ayuda y la de los dispositivos digitales! ¡Destruir a los malos! ¡Celebrar la victoria! ¡Bam, bam!
Jeremy, notas que el aparato que te ayudó a deshacerte de Persiamon vibra. En su pantalla pone “Descargando Datos - 75% restante”.
@Alice @Tris
Alice, Gazimon se sobresalta cuando levantas los puños y deja caer un cuenco de madera al suelo. El agua que te estaba trayendo se derrama en el césped. El digimon levanta los brazos, como si te mostrase que no lleva nada peligroso encima.
-¡Y-yo soy un buen c-conejito! ¡Un b-buen conejito, lo prometo! ¡No me pegues, por favor!
Cuando nota que te vas calmando al ver que sus intenciones no son hostiles, Gazimon suspira, aliviado. Recoge el cuenco de madera del suelo y lo contempla con mirada triste durante unos segundos. Parece que lo ha tallado él mismo.
Tris, Labramon te dedica una mirada desinteresada, aunque puedes notar que siente curiosidad por ti debido a los incesantes movimientos de su cola.
-Claro que soy un digimon, Tris, ¿es que te lo tengo que explicar todo? –Se acurruca a tu lado-. Mi nombre es Labramon, y soy tu compañero digimon. Y lo que tienes en la mano es tu dispositivo digital. Debería resultar obvio.
Gazimon sigue a Alice cuando ésta se acerca a Tristana y se pone a hablar con ella.
-Mi nombre es Gazimon, no Bunnymon –responde casi automáticamente, aunque no parece ofendido-. No hemos visto a los otros seis niños, pero sabemos que están por aquí cerca, porque sus digimon solían viajar con nosotros. Nos separamos cuando cada uno comenzó a intuir dónde caeríais. ¡Somos vuestros compañeros digimon! –Gazimon señala el dispositivo digital que Alice tiene agarrado-. ¡Y estáis en el Mundo Digital!
Mientras Gazimon os relata toda esa historia, Labramon se pone a rodar en el césped, ignorando todo lo que el digimon conejo os cuenta.
@Luke (25%) @Alan (25%)
Luke, Penguinmon corresponde a tu abrazo con cariño, y te sigue sin una sola queja cuando le coges del ala y lo conduces en dirección al otro niño.
-No sé si me dibujaste o no, Luke –responde Penguinmon mientras camináis-, pero si lo hiciste, seguro que te quedó muy bonito.
Alan, Floramon también te abraza cuando lo envuelves con tus brazos. Te sonríe cordialmente cuando por fin os separáis.
-Es un placer conocerte a ti también, Alan. Llevo mucho tiempo esperándote, pero tampoco perdí jamás la esperanza de que vendrías a ayudarnos a todos.
-Uhm… Nosotros tampoco sabemos muy bien dónde estamos –Penguinmon se rasca el pico, avergonzado-. Estamos aquí porque… Bueno, es difícil de explicar, pero sabíamos que apareceríais aquí. Seguimos nuestro corazón, no un mapa.
-Solíamos ser más digimon –continúa Floramon-, pero nos separamos cuando cada uno tuvo su propia corazonada sobre dónde aparecería su compañero. ¡Oh, casi se me olvida! Nosotros somos Penguinmon y Floramon, y seremos vuestros compañeros y protectores mientras os encontréis aquí, en el Mundo Digital.
Luke y Alan, notáis como vuestros dispositivos digitales vibran. En sus pantallas figuran las palabras “Descargando Datos – 75% restante”.
@Asch @Adair
Asch, FanBeemon se aleja un poquito más de ti, arrepentido de haberte molestado.
-Y-yo, bueno, m-mi nombre es FanBeemon. Es un placer conocerte, A-Asch… Espero que podamos ser… b… bu… -parece que le cuesta pronunciar las últimas palabras-. ¡B-b-b-buenos a-amigos!
Entonces, el digimon abeja se aleja lo más rápido posible, escondiéndose tras las alas del joven sentado en una roca cercana. El ángel se sorprende al principio, pero pronto comienza a acariciarle la cabeza y dedicarle susurros conciliadores. Entonces, coge en brazos a FanBeemon como si se tratara de un bebé y se acerca a vosotros.
-Bienvenidos, valientes muchachos. Mi nombre es Lucemon, y soy un digimon.
Lucemon sonríe cordialmente. Entonces se acerca a Asch y le entrega a un sonrojado FanBeemon. Acto seguido, Lucemon se acerca a Adair y, tras contemplarle durante unos segundos, le abraza.
-Estoy seguro de que no ha sido el más placentero de los viajes, Adair, pero confío en que te encuentres bien. –Preocupado, el ángel se separa del muchacho-. Temblores como el que acabáis de experimentar se han vuelto comunes en esta zona. Han provocado que el magma subterráneo suba a la superficie y comience a tragarse la tierra. Pronto, esta zona del Mundo Digital dejará de existir.
Se cruza de brazos y le dedica una severa mirada a FanBeemon. El digimon insecto carraspea, y tarda un poco en hablar.
-P-por eso mismo estáis aquí… ¡O-os necesitamos! Con los dispositivos digitales… Sois los únicos que pueden salvar el mundo en el que vivimos… ¡Sois los niños elegidos!
Lucemon asiente con la cabeza, complacido por la actuación de FanBeemon, y éste último sonríe, orgulloso de si mismo.
~ Search for your own Paradise ~
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Me golpeé el pecho y reí con fuerza: -¡Claro que podemos ser amigos! -Cogí al Fanbeemon cuando el chico me lo tendió y levanté el puño esperando que FanBeemon chocara su pata con él- ¡Chocala!
El ángel se presentó como Lucemon. ¿Lucemon, de Lucifer? Guau, que siniestro. Pero parece majo.
-No se que es un Digimon o el mundo digital, pero ¿intuyo entonces que este sitio no esta en nuestra dimensión o algo? En todo caso, si este sitio va a acabar cubierto por el magma, igual deberíamos poner pies en polvorosa. No es que me moleste el calor, pero es que siempre me quemo, nunca cojo bronce. Seguro que tu me entiendes -le dije a Lucemon.
El ángel se presentó como Lucemon. ¿Lucemon, de Lucifer? Guau, que siniestro. Pero parece majo.
-No se que es un Digimon o el mundo digital, pero ¿intuyo entonces que este sitio no esta en nuestra dimensión o algo? En todo caso, si este sitio va a acabar cubierto por el magma, igual deberíamos poner pies en polvorosa. No es que me moleste el calor, pero es que siempre me quemo, nunca cojo bronce. Seguro que tu me entiendes -le dije a Lucemon.
Ora Ora Ora Ora Ora
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Nunca habia sido tan feliz, es como vivir un sueño, no, es mejor, ¡Es un sueño hecho realidad! Incluso estoy en el mun...
- Espera, ¿Como que mundo digital? Estabamos en el pueblo, en la montaña cerca pero en el pueblo... Luke tenemos que buscar al resto, no se si estaran bien, igual les esta persiguiendo el persiamon ese.
Esto debe de ser un dispositivo digital, pero es muy raro, no lo entiendo.
- ¿Esto que es, Floramon? Esta descargando datos, ¿Va con WiFi? ¿Y que haciais por aqui antes de conocernos? Casi siempre estoy estudiando yo pero cuando tengo tiempo libre juego a muchas cosas, y veia Digimon y en la montaña hay muchas flores y las termino plantando en casa.
- Espera, ¿Como que mundo digital? Estabamos en el pueblo, en la montaña cerca pero en el pueblo... Luke tenemos que buscar al resto, no se si estaran bien, igual les esta persiguiendo el persiamon ese.
Esto debe de ser un dispositivo digital, pero es muy raro, no lo entiendo.
- ¿Esto que es, Floramon? Esta descargando datos, ¿Va con WiFi? ¿Y que haciais por aqui antes de conocernos? Casi siempre estoy estudiando yo pero cuando tengo tiempo libre juego a muchas cosas, y veia Digimon y en la montaña hay muchas flores y las termino plantando en casa.
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
FanBeemon (así se había presentado el digimon abeja) corrió a refugiarse junto al Lucemon, pues parecía ser muy tímido. Aunque eso me hizo desconfiar un poco menos del ángel. No era justo que pensara así cuando no era culpa suya que algún guionista hubiera decidido que un Lucemon sería el malo maloso de una serie de dibujos animados; pero no podía evitar recelar un poco.
El abrazo sí que me pilló completamente desprevenido; y llegué a dar un salto hacia atrás del susto. ¿A qué había venido eso?
-Estoy bien-le aseguré al digimon. Entonces me giré, mirando al otro chico que estaba conmigo, algo extrañado de que no supiera nada de lo que estaba pasando. ¿No veía la tele de pequeño o qué?-. Había unos dibujos animados sobre esto, o algo parecido a esto por lo menos: un grupo de niños llegaban al Mundo Digital, donde viven los digimon; les acompañaban unos digimon que eran sus compañeros y que podían digievolucionar; y tenía que derrotar a otros digimon malvados y...-entonces me callé de repente, mientras desviaba la mirada, notando cómo me estaba sonrojando. No podía haberle dicho todo eso-. Y tienes razón. Deberíamos irnos cuánto antes- cambié de tema rápidamente y comencé a caminar en una dirección aleatoria, pero alejándome del río de lava que había por allí.
Joder, Adair, eres un puto friki.
El abrazo sí que me pilló completamente desprevenido; y llegué a dar un salto hacia atrás del susto. ¿A qué había venido eso?
-Estoy bien-le aseguré al digimon. Entonces me giré, mirando al otro chico que estaba conmigo, algo extrañado de que no supiera nada de lo que estaba pasando. ¿No veía la tele de pequeño o qué?-. Había unos dibujos animados sobre esto, o algo parecido a esto por lo menos: un grupo de niños llegaban al Mundo Digital, donde viven los digimon; les acompañaban unos digimon que eran sus compañeros y que podían digievolucionar; y tenía que derrotar a otros digimon malvados y...-entonces me callé de repente, mientras desviaba la mirada, notando cómo me estaba sonrojando. No podía haberle dicho todo eso-. Y tienes razón. Deberíamos irnos cuánto antes- cambié de tema rápidamente y comencé a caminar en una dirección aleatoria, pero alejándome del río de lava que había por allí.
Joder, Adair, eres un puto friki.
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
75% restante.
Me quedé mirando el dispositivo unos momentos.
-Un momento, cuando conseguimos estas cosas, todavía estabamos en nuestro pueblo... en nuestro mundo -añadí, mirando de reojo a Mat, para asegurarme de que entendía las implicaciones de las palabras de Tentomon-. Allí hay una especie de virus que estropea todas las cosas digitales, pero estos dispositivos... -me olvidé de seguir hablando mientras lo miraba, y comencé a toquetear los botones. Si aquello se parecía a lo poco que recordaba de Digimon, tenía que dar de comer y poner a dormir a Kudamon con aquel cacharro... solo que eso no parecía tener mucho sentido-. Estos dispositivos funcionan -dije casi dos minutos después, recordando que me había quedado a media frase-. ¿Qué estará descargando? Es normal que cuando compras algo nuevo se actualice, pero...
Me metí las manos en los bolsillos y miré de reojo a Tentomon.
-¿Por qué tenemos que salvar vuestro mundo? ¿Qué le pasa? -me decidí a preguntar al fin-. La gata de antes (por cierto, no era Gatomon, parecía una mujer con cola árabe o algo así, con la cara tapada, salida de las Mil y una noches) también dijo algo así, pero creo que nos culpaba a nosotros. Habló de un futuro horrible y dijo que nuestra vida en este lugar sería un sufrimiento -me toqué la herida del cuello-, aunque la verdad es que es mejor esto que lo que estuvo a punto de hacerme. No sé quienes son los malos, pero sin duda ella era mala -entorné los ojos- y no quiero volver a salir herido. Aunque en fin, si este es un mundo digital, puede que el virus de nuestro mundo haya llegado hasta aquí y esté provocando dolor y sufrimiento, ya que afecta a las cosas digitales. En ese caso, quizá sí que sea culpa nuestra...
Dirigí la vista a Kudamon, pensativo:
-No te pareces nada al Kudamon que salía en los dibujos -aseguré-. Supongo que los dibujantes nunca habían visto uno de verdad. Ya que tampoco te gusta este desierto, ¿conoces algún lugar más agradable donde podamos refugiarnos, de momento? ¿Y quizá limpiarme la herida? Pero no pienso desinfectarla -me apresuré a añadir, y me sentí un poco tonto tras hacerlo. Seguro que no iba a encontrar alcohol, yodo ni nada por el estilo en aquel mundo. Tanto mejor-. ¿Dónde solías vivir antes de venir a buscarme?
Por último miré a Mat, al que a veces se le iba quedando cara de tonto. Suspiré. No quería tener que relacionarme con chicos mayores, pero...
-¿Te vas enterando de lo que decimos, español?
Me quedé mirando el dispositivo unos momentos.
-Un momento, cuando conseguimos estas cosas, todavía estabamos en nuestro pueblo... en nuestro mundo -añadí, mirando de reojo a Mat, para asegurarme de que entendía las implicaciones de las palabras de Tentomon-. Allí hay una especie de virus que estropea todas las cosas digitales, pero estos dispositivos... -me olvidé de seguir hablando mientras lo miraba, y comencé a toquetear los botones. Si aquello se parecía a lo poco que recordaba de Digimon, tenía que dar de comer y poner a dormir a Kudamon con aquel cacharro... solo que eso no parecía tener mucho sentido-. Estos dispositivos funcionan -dije casi dos minutos después, recordando que me había quedado a media frase-. ¿Qué estará descargando? Es normal que cuando compras algo nuevo se actualice, pero...
Me metí las manos en los bolsillos y miré de reojo a Tentomon.
-¿Por qué tenemos que salvar vuestro mundo? ¿Qué le pasa? -me decidí a preguntar al fin-. La gata de antes (por cierto, no era Gatomon, parecía una mujer con cola árabe o algo así, con la cara tapada, salida de las Mil y una noches) también dijo algo así, pero creo que nos culpaba a nosotros. Habló de un futuro horrible y dijo que nuestra vida en este lugar sería un sufrimiento -me toqué la herida del cuello-, aunque la verdad es que es mejor esto que lo que estuvo a punto de hacerme. No sé quienes son los malos, pero sin duda ella era mala -entorné los ojos- y no quiero volver a salir herido. Aunque en fin, si este es un mundo digital, puede que el virus de nuestro mundo haya llegado hasta aquí y esté provocando dolor y sufrimiento, ya que afecta a las cosas digitales. En ese caso, quizá sí que sea culpa nuestra...
Dirigí la vista a Kudamon, pensativo:
-No te pareces nada al Kudamon que salía en los dibujos -aseguré-. Supongo que los dibujantes nunca habían visto uno de verdad. Ya que tampoco te gusta este desierto, ¿conoces algún lugar más agradable donde podamos refugiarnos, de momento? ¿Y quizá limpiarme la herida? Pero no pienso desinfectarla -me apresuré a añadir, y me sentí un poco tonto tras hacerlo. Seguro que no iba a encontrar alcohol, yodo ni nada por el estilo en aquel mundo. Tanto mejor-. ¿Dónde solías vivir antes de venir a buscarme?
Por último miré a Mat, al que a veces se le iba quedando cara de tonto. Suspiré. No quería tener que relacionarme con chicos mayores, pero...
-¿Te vas enterando de lo que decimos, español?
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