
Capítulo 34: El sephiroth del volcán

¿Estáis seguros de que podemos confiar en ese tarado?
¿Por qué? ¿Sigues preocupada?
¡Por supuesto! ¡No se puede confiar en él!
Sus ojos parecían bastante serios. Quizá no podamos creerle completamente, pero al menos podemos aceptar su voluntad por redimirse de sus errores.
Además, está vigilado. Deberíamos estar bien.
No tenemos otra opción. Hemos dejado todo en sus manos…
Sí. Por ahora, confiemos en él.
De acuerdo…

A nuestro siguiente destino.

No lo sé. Pero se rumorea que hay un pasadizo de la catedral hasta el monte Zaleho. Si la gente dice eso, puede que también haya un camino hacia el anillo de tránsito.
¿Por qué vuestra catedral tiene un pasadizo que lleva a un volcán activo? ¿Tiráis ahí a aquellos que intentan no seguir la Partitura o algo?
Vamos a ver si lo encontramos.

¡A las armas!
Maestro fónico Ion, has vuelto.
Venimos a buscar el sephiroth.
¡Pero no se lo digas! ¡Seguro que ahora…!
Sí, he recibido el informe de Ciudad de Yulia. El anillo de tránsito está…

¿… Gracias?
¿Qué está haciendo el maestro Van?
Bah. Abandonó sus funciones y huyó a algún sitio con los Generales de Élite.
Tampoco veo demasiados soldados del oráculo. No me digas que…
Más de la mitad se han unido a Van. ¡Qué exasperante! Ahora estoy muy ocupado reconstruyendo los Caballeros del Oráculo.

Buena suerte encontrándola.
¡Pero bueno! ¡Vaya ser humano más despreciable!
Seguramente está malhumorado porque el tratado de paz le hace más difícil empezar una guerra.
Es mucho mejor que tenerlo entrometiéndose en nuestro camino.
Sí. Sólo quiere mantener la Partitura. Su objetivo no tiene nada que ver con que Van haga caer la tierra o su visión de un mundo de réplicas. No debería tener ningún motivo para interferir con nosotros.
Maestro Van… Me pregunto a dónde habrá ido…
No podría ser...
¿Tienes alguna idea?

Ya, claro.

Os ahorraré los tres cuartos de hora que pasé perdido por la puta catedral de mierda, que encima me desvié brevemente para ir a por un cofre sólo para descubrir que había una trampilla justo delante, caer, y tener que repetirlo todo. Pasé del cofre y del resto de habitaciones.
Dijo que era un camino recto. Vamos a mirar por aquí.




Y pensar que aquí había un pasillo escondido…
¿Pero cómo es que Mohs lo sabía y Ion no?
Probablemente el original lo sabía.
Vale, vamos a echar un vistazo.

Anise, ¿puedo preguntarte una cosa?
¿Q-qué pasa, coronel?
Tú conocías este sitio, ¿verdad?
¿De verdad?
¡No! ¡No tenía ni idea! ¡Ahora vamos! ¡Venga! ¡Deprisa!
Vaya, me pregunto si estará mintiendo…
No te precupes por eso…

Pues vamos al volcán activo.

Cosa que no parece afectarles lo más mínimo.
Seguramente es cosa de Mohs. ¿Pero qué estará haciendo?
¡No nos preocupemos por eso! ¡¿Dónde estará el anillo de tránsito?!
Anise, si suenas DEMASIADO sospechosa, me parece que voy a pedirte que te expliques.
Eh…
Quizá esté ahí.
Echemos un vistazo.

Un poco más adelante encuentro un par de cofres.

Con algo nuevo para Tear. Ese subidón impresiona menos cuando te das cuenta de que lo importante es el ataque mágico.



Sin pasarse, Anise, que todavía no ha llegado a perder el conocimiento.
Lo siento.
No tienes que disculparte, pero estoy preocupada por ti.
Lo siento, Ion.
No, me alegra ser útil.

La sala anterior también estaba llena de lava y no os quejasteis.
Ion, ¿estás bien?
Sí… Gracias.


¿Q-qué pasa, coronel? ¿Es mi belleza?
*Suspiro* No importa. A mí tampoco me gustaría quedarme mucho rato por aquí.
Vale. hagamos lo que hemos venido a hacer.

Esta mazmorra es algo larga, pero los enemigos no son demasiado fuertes. El primer puzle consiste en hacer encender las antorchas para que aparezca una parte del puente.

El segundo consiste en pegarnos contra unos enemigos para que se conviertan en estas plataformas.

La dejamos caer en el hueco y encendemos la antorcha. Y así el resto de la mazmorra. Para la parte más complicada tienes que poner dos plataformas una encima de otra y encender la antorcha desde allí.

Aquí hay tres antorchas que se mueven, pero las hay que encender todas a la vez y el Fuego de Mieu no es lo suficientemente fuerte para ello.
Todavía.

Lo importante está aquí.




¿Te encuentras bien?
Sí… La medicina funciona. Ve y activa los controles.
Bien… Hecho.
¿Siguiente parada, monte Roneal?
Si, pero antes volvamos a Belkend a ver qué hace Spinoza. Quizá podamos saber cómo solucionar lo del miasma.
¿Ya? ¿No hay jefe ni nada?

No quería decirlo, pero esta es tonta.


Un último vistazo al sephiroth porque me encantan.


Y nos vamos.

Nos ocupamos del anillo de tránsito de Daath con bastante facilidad. Es agradable que las cosas salgan bien por una vez.
Pero nunca sabes cuándo se van a complicar.
¿Por ejemplo?
Mmm… Por ejemplo, que te salga una cara en la barriga.
¿Pero tú estás tonta?
¡Bueno, nunca se sabe! Fue el coronel el que creó la fomicría, después de todo.
E-eso no tiene gracia.
¿Qué harías si de repente apareciera la cara de Dist?
Agh… Qué asco.
Si pasara eso, creo que jamás te volvería a hablar.

¿Qué hay entre Jade y Dist, por cierto? NO actúan como viejos amigos…
Sí… parece que se lleva bien con el Emperador.
¿Quizá tenga algo que ver con Nebilim?
¿Has dicho algo?
N-no, nada de nada, ja, ja.

¿Se habrá escapado Spinoza y reaparecerá para escucharnos a escondidas?

Pues no.
¡Entonces quieres decir que podemos neutralizar el miasma!
No, neutralizarlo no. Aislarlo.

¿Qué quieres decir?
Entre las Tierras Exteriores y el Qliphoth existe un campo de fuerza llamado Línea Divisoria. ¿Verdad, Tear?
S-sí. Es una zona de fuerza creada por los árboles de Sephiroth. Es lo que mantiene las Tierras Exteriores.
Para ser más precisos, la fuerza ascendente de la Línea Divisoria está en equilibrio con la gravedad del planeta.
Hacer descender las Tierras Exteriores significa romper el equilibrio gravitacional. Cuando empiece el descenso, la Línea Divisiora creará una fuerza descendente. Eso se convertirá en una membrana que empujará el miasma debajo de la superficie, hacia el núcleo.
Pero eso no hará que lo eliminemos del todo. ¿Seguro que no saldrá otra vez?
Si el miasma se origina en el núcleo, el Qliphoth se debió inundar al estar abiertos los sephiroth. Cuando las Tierras Exteriores hayan descendido, si cerramos todos los anillos de tránsito…
Los sephiroth se cerrarán y el miasma dejará de salir.

Así que aunque cerremos los sephiroth, la tierra no acabará tragada.
¡Es fantástico!
Y pensar que a ti se te ocurrió antes que a mí, un físico experto.
Aún así, no podríamos haber estado seguros sin que lo hubiera mirado un experto.
Ahora lo único que queda hacer es algo con el sephiroth del monte Roneal.
Deberíamos descansar en la posada antes de ir allí.
Tear, ve a que te den más medicina mientras tanto.


Dudo mucho que tarden tanto en darte algo de medicina.

En fin.

Bueno, parece que ya está todo bajo control, pero me sigue preocupando Tear.
Sí. Conociéndola, probablemente se está esforzando demasiado.
Yo también estoy preocupado.
Desearía poder decirle que no se pidiera demasiado…
Pero si lo hicieras…
Sí, no le gustaría en absoluto.
Mieu…
Busquemos una manera de curarla de una vez por todas, tan pronto como terminemos con los anillos de tránsito.




¿Qué tripa se te ha roto ahora?




Asch vino a ver a Spinoza. Supuestamente, se fue con ella.
¿Asch también? ¿Qué está pasando…?
Y hemos encontrado esto en su habitación.
¿Qué es?
Es un mineral que puede encontrarse en la caverna de Ortion.
¿Así que Tear ha ido a hacer algo a la caverna de Ortion?
Sí. ¿Qué quieres hacer?



¿En qué estará pensando Tear?
Parece que Asch también se ha ido.
Ahora que lo pienso, ha tenido algo en mente desde que estuvimos en las montañas de Meggiora.
Sí, parecía algo distraída desde que nos encontramos con Legretta.
Pero Tear con Asch…
¿Qué puede haber en la caverna de Ortion?
Sólo actúa tan impulsivamente cuando tiene que ver con cierta persona…
¡El maestro Van!
Parece que deberíamos darnos prisa.

Pues vamos.


Vaya, esta vez no ha funcionado.


¿Qué significa eso?
Justo lo que he dicho. Buscáis a Tear y a Asch, ¿no es cierto? Os dejaré pasar. Entrad.
Esto sí que es una sorpresa.
Yo sólo respeto los deseos del comandante Grants. De todas formas, luego iréis al monte Roneal. Allí zanjaremos las cosas entre nosotros.
Estoy preocupada por Tear y Asch. Démonos prisa.


¿Qué pasa, Natalia?
No, no es nada…


Eres algo patosa, ¿verdad?

¿Eh? ¿Qué pasa?
N-nada. Gracias, Luke.
No tiene importancia.



Ni un asalto ha durado el pobre Asch.

¡¿Asch?!
Veo que tus amigos han venido a buscarte. Ve. Tú también, Asch.
¡Van! ¡Si sigues con esto, el miasma también destruirá tu cuerpo!
Lo único que importa es liberar a la humanidad de la Partitura y darle una vía para sobrevivir.

Planean abandonar Belkend e irse a un nuevo centro de investigación de fomicría.
¡Maestro! ¡¿Por qué estás tan obsesionado en hacer un mundo de réplicas?!
La fomicría consume grandes cantidades de séptimos fonones. Ni con todos los séptimos fonones del mundo podrías replicar el planeta entero.
Pretende usar la gran masa de séptimos fonones del núcleo… Lorelei.
Cuánto más fuerte es la vibración del núcleo, más fuerte es la Tormenta Planetaria y más séptimos fonones hay. Pero vosotros habéis acabado con eso.
Por eso no querías que detuviéramos la vibración del núcleo...
El más mínimo error en la fomicría crea réplicas que mueren enseguida.
Ese fenómeno es a causa de los séptimos fonones que se separan de la réplica. Si la separación se detiene, la réplica sobrevive.


Planea destruir la conciencia agregada de los séptimos fonones, Lorelei. Entonces, los séptimos fonones sobrantes desaparecerán.
Y sin séptimos fonones que los atraigan, no se separarán..
Sin el séptimo fonón, no se puede leer la Partitura. La Partitura desaparecerá y las réplicas persistirán. Dos pájaros de un tiro.
Van pretende usar a Luke para conseguirlo.
Eso no puede conseguirse usando un desecho. Tiene que ser Asch.
…

Te necesito. Te esperaré en el Portal de la Absorción.
¡Van, espera!
No quería luchar contra ti… Siento que haya tenido que ser así, Mystearica.
¡Maldita sea! ¡No dejaré que te escapes!


En realidad quiere decir que ha desaparecido. La distinción es importante.
¡¿Adónde vas?!
No tengo tiempo.

Sí. Estamos cerca de Sheridan.
Por favor, ¿podemos llevarnos ese cheagle?
Oh, sí. Nadie va a volver a venir aquí…
Vale. Llevémonoslo.

Justo a tiempo. Nos gustaría tomar prestada la sala de reuniones para discutir qué vamos a hacer.
Por supuesto. Estoy seguro de que Iemon se alegraría de veros.

Lo siento… Pensé que el miasma también podría estar acumulámdose en mi hermano, ya que él también usaba los anillos de tránsito.
¿Y estabas preocupada por él?
Preocupada… Sí, quizá era eso. Vi que la capitana Legretta dejó caer un mineral de la caverna de Ortión. Sentí como si él me estuviera llamando. Así que pensé en intentar persuadirlo una vez más, yo sola.
Eres una buena hermana.
Pero eso ya se acabó… Todo este tiempo he tenido la esperanza de que Van detuviera esta locura. Pero… él y yo hemos escogido caminos distintos.
¿Seguro que estás bien teniendo que luchar contra él?
No pienso sustituirte por Natalia; no hay geles de naranja suficientes en el mundo para soportar ese gasto de SP.
¿Lo has olvidado? Por eso vine a las Tierras Exteriores. Ya no dudaré más.

El siguiente es el monte Roneal… Donde se supone que hay un montón de monstruos horribles.
Legretta y los otros Generales de Élite también nos esperarán allí.
Capitana…
Es un lugar peligroso, pero lo seguro es que allí hay un anillo de tránsito.
¿Estás lista, Tear?
Sí… Claro.
Bien, pues vayamos al monte Roneal.
Si no os importa, me gustaría parar en Keterburg. Preguntemos a Nephry cómo está últimamente el monte Roneal.
Vale.

Oh, sí. Mmm… No podemos llevarlo de vuelta al bosque. Ahora está en el Qliphoth.

Ah, hemos recogido este cheagle, pero no lo podemos llevar con nosotros…
Ah. Bueno, hombre, yo lo cuidaré de él en mi casa durante un tiempo.
¡Genial! ¡Gracias!



Pero no vamos a ver a Nephry todavía.


Jodeeeerrrr…



¡Es culpa vuestra por no dejar que use el dinero que ganamos matando monstruos! ¡Que lo está haciendo para que no despidan a las pobres criadas!
En fin, a Baticul.





Eso quiere decir que está malo…


Lo siento, Madre…


Ya ni me emociono.
¡Luke! ¡¿Cómo puedes aceptar eso?!
Arg… vale, vale. Madre, no puedo aceptar tanto dinero.



Tras esto volví al coliseo a intentar conseguir las armas, pero sufrí una derrota humillante. Así que vamos a Keterburg directamente.



A hacer lo que se suponía que teníamos que hacer. ¡En el siguiente capítulo!
<< Anterior Índice Siguiente >>